JOSÉ AURELIO GAY

"No me da miedo el pasado reciente del Real Zaragoza"

Tras abanderar la permanencia del Real Zaragoza en Primera División al consumar una meritoria segunda vuelta, el madrileño acaba de renovar su contrato por un año más después de cuatro semanas de incertidumbre.

José Aurelio Gay, ayer en La Romareda.
"No me da miedo el pasado reciente del Real Zaragoza"
OLIVER DUCH

A los 44 años le llega el momento más importante de su carrera como entrenador. Por primera vez coge un equipo de Primera División desde el inicio.

Así es. Dije el jueves que, para mí, es un sueño continuar al frente del Real Zaragoza después de lo hecho la campaña pasada. Y es literal. Un día soñé que dirigiría al Zaragoza. Fue cuando era jugador, vestido con el traje oficial del club sobre el césped del Parque de los Príncipes de París, cuando celebramos el título de la Recopa que acabábamos de ganar. Ha sucedido y estoy tremendamente ilusionado.

El año pasado por estas fechas cerró su fichaje por el Real Zaragoza pero para entrenar al filial en Tercera División. Vaya cambio mental en un solo año.

Fue una apuesta personal. Siempre piensas que lo que ha ocurrido puede llegar a suceder ya que los entrenadores nos movemos en un mundo donde, desgraciadamente, tenemos una tremenda inestabilidad laboral. Pero entonces, lo único que valoré por encima de todo es que volvía a Zaragoza varios años después de haberme marchado como jugador. Después, los seis meses que estuve con los chavales de la cantera fueron muy buenos. Me divertí muchísimo, fue una gran experiencia.

En los últimos años, si un equipo español muestra esa gran inestabilidad laboral en sus entrenadores es el Real Zaragoza. Su puesto es de altísimo riesgo aquí.

No es un caso aislado. Lo que sucede aquí forma parte de un modo de actuar generalizado en el fútbol moderno. Sin ir más lejos, miremos al Real Madrid, cuyo registro de entrenadores, pese a ganar títulos y batir récords, es descomunal.

Pero aquí, en la era vigente, han caído con celeridad y conflicto tótems como Víctor Fernández y Marcelino, los dos mascarones de proa elegidos por la propiedad en momentos puntuales.

Nuestra profesión está así en España y no podemos hacer nada. Te piden ganar, y ganar, y ganar. Y ya sabemos que, en el 99 por ciento de los clubes, no se puede estar ganando siempre, ni siquiera frecuentemente. Todos tenemos asumido que, en cuanto las cosas se tuercen, lo habitual es que destituyan al entrenador. Por eso no me da miedo el pasado reciente del Zaragoza. Es parecido al de muchos.

La gran novedad es la aparición explícita de Solana dentro de su cuadro técnico. Un amigo íntimo, alguien de máxima confianza para usted.

Otro más, como Nayim. A Solana lo conozco desde hace más tiempo porque hemos llevado vidas paralelas desde muy jóvenes. Pero a Nayim también lo conocí de juvenil, en el Mundial de la Unión Soviética de 1985. Con Solana, ya jugamos juntos en el Castilla. Nuestras mujeres son muy amigas, nuestras familias están muy cercanas desde hace muchísimo tiempo. Estamos formando un grupo muy compacto, muy afín en los criterios de trabajo, con Roberto Cabellud y Mikel Insausti. Cinco piezas para poder transmitir cada día al equipo lo que buscamos.

Asegura que no ha pasado nervios en estas cuatro semanas de incertidumbre sobre su futuro.

Yo ya soporté bien lo que ocurrió cuando llegué en diciembre, en unos momentos muchísimo más duros que estos. Así que ahora estaba preparado. No es que Agapito me asegurase nunca que iba a seguir, pero yo analizaba indicios y tenía la sensación de que me iban a proponer continuar. Sobre estas cosas hay siempre bastante parafernalia y he procurado que no me afectase nunca.

Ha desaparecido del organigrama el director general, Gerhard Poschner, que fue su gran valedor en diciembre para que usted se quedase en el primer equipo. ¿Cómo valora este hecho?

Creo que ni me va a perjudicar ni a beneficiar. Poschner apostó por mí en su momento, esa es la verdad. No puedo decir si más o menos que los demás, porque lo desconozco. Pero siempre que habló conmigo me dio seguridad y me aportó mucho optimismo a pesar de las dificultades. No creo que su marcha me vaya a afectar. Mi relación con Antonio Prieto y Pedro Herrera es muy buena. Esté o no Poschner, si las cosas van bien todo el mundo será feliz y, si vienen mal dadas, habrá tormenta.

Un año de contrato. Solamente.

No voy a mentir. A mí me han ofrecido un año y lo he aceptado. No es que me ofrecieran dos y que yo dijera uno. No. Yo estoy de acuerdo y no he pedido otro más. No ha habido ninguna negociación en ese plano. Creo que cuando un entrenador o un jugador tienen solo un año, se la tienen que jugar. Hay que dar lo máximo y de forma instantánea si quieres seguir. Y yo quiero seguir.

Desde el club se advierte que ya no habrá más equipos de autor, como pasó con Víctor Fernández o Marcelino. Que la plantilla la hará la entidad. Venir detrás de estas dos eras, ¿le perjudica?

Se está tratando de organizar el club de una manera diferente. Sin más. Y yo estoy de acuerdo. Lo único que me molesta es que se pueda decir que yo voy a ser un 'alineador'. Ser entrenador y dirigir un vestuario tiene una cantidad de trabajo tan enorme y delicado que me parece una frivolidad reducirlo a eso. No me gusta el tono peyorativo de esa frase.

La situación de la plantilla es ahora mismo extremadamente gaseosa. Queda mucho verano por delante pero el trabajo de despachos va a resultar arduo.

Es algo que ya está en marcha, aunque no haya cuajado aún nada. Cada negociación va a ser muy difícil por las circunstancias que el club ya ha venido exponiendo en las últimas semanas. Partimos de una plantilla muy extensa y con casi todos los jugadores con contrato en vigor. Pero yo creo que esta tarea está en muy buenas manos y al final del verano todo habrá ido bien.

Se le presenta una pretemporada llena de incertidumbres, de inconvenientes. Va a ser imposible cuadrar el equipo de aquí a finales de julio.

Confío plenamente en el trabajo de Antonio Prieto, al que conozco de hace muchos años, y en el de Pedro Herrera. Sé que van a tener mucha tarea y muy dura, pero entre todos lograremos confeccionar una plantilla adecuada para competir bien dentro de la complicada situación económica que tiene el club.

Mirando la plantilla y los diversos condicionantes del actual momento del Real Zaragoza, solo se aprecian tres jugadores fijos, sin estar sometidos a variables de futuro: Edmilson, Jarosik y Ponzio.

Yo cuento con más. La base que ha jugado la segunda vuelta pasada nos debe de armar buena parte del equipo.

Pero, entre los que deben de rebajar su salario para continuar, y los que llegaron cedidos y es necesario negociar con sus clubes para que sigan aquí, todo lo demás queda en el aire.

Ahora mismo sí, pero queda mucho tiempo. Sabemos lo que queremos y, lo más importante, tenemos la certeza de que todos estos futbolistas no tienen ningún inconveniente en seguir en el Real Zaragoza. Será cuestión de negociar.

Hay varios jugadores con vitola de titulares que se ubican por encima del nuevo límite salarial (un millón) marcado por el club: Diogo, Gabi, Arizmendi, Uche. Primer problema.

Desde el club van a abordar cada caso de manera particularizada y, al final, estoy seguro de que habrá acuerdos. Los futbolistas son conocedores de la situación y de la necesidad de apretarse el cinturón. Algo que hemos hecho todos.

Otros futbolistas, de esos que usted seguro que cuenta en su bloque base, pueden acabar traspasados porque, como también prevé el plan de viabilidad del club, es necesario cada año sacar al menos 8 millones de beneficio en concepto de ventas. Citemos a Obradovic, Lafita y Ander Herrera, por ejemplo.

Ya sabemos todos lo que hay. Y, esto que nos va a pasar en el Zaragoza, sucede en muchos otros equipos cada verano. Lo de estar en pretemporada, que surja una oferta irrechazable por uno de tus jugadores y que se vaya súbitamente, es algo común. De momento, yo voy a contar con ellos como si fueran a quedarse aquí con seguridad. De lo que ocurra en el futuro, ya iremos viendo.

Por eso, se adivina que un año más la pretemporada puede estar flotando hasta el 31 de agosto, sin poder trabajar con cierta estabilidad durante el verano.

Son los gajes que tenemos los entrenadores en el fútbol actual. Yo voy a trabajar con todos los que tenga desde julio como si fuesen a seguir con nosotros en septiembre. Si luego se van marchando, pues ya iremos buscando las alternativas. Hay que asumir estas cuestiones con naturalidad.

Hay otro grupo de futbolistas con contrato en vigor que, por diferentes causas, el club vería bien que se marchasen. Pavón, Babic, Pablo Amo, Pennant, Paredes o Jorge López. Su continuidad, sin ser algo perjudicial para el grupo dado el buen talante que ya han mostrado en los últimos meses, no es lo más recomendable durante todo el trabajo estival.

No voy a entrar a valorar en profundidad todo esto. No queda otra que respetar los contratos en vigor. Y, desde el club, se irá buscando en cada caso la solución más adecuada. Yo recuerdo los equipos de Irureta cuando estaba en el Dépor. Cada verano empezaba a trabajar con 35 jugadores. Y, poco a poco, la caseta se quedaba con 22 o 23. Cada vez ocurre más. No hay que ponerse nervioso. Todos sabemos qué es lo ideal. Todos querríamos tener muchísimas cosas resueltas para mitad de julio. Pero sabemos que es posible que no sea así. De lo que nadie tiene duda es que el club va a poner los cinco sentidos en hacer las cosas bien.

Songo'o, Pablo de Barros y Braulio regresan tras sus cesiones. Otras tres piezas sobre las que hay que decidir. Probablemente, su salida.

Pero tienen contrato. Es otro caso igual que los anteriores. Mientras se solucione su futuro, si han de estar con nosotros, estarán sin problemas.

¿Goni y Laguardia son carne de cesión?

Laguardia creo que, desgraciadamente, no va a llegar a tiempo de hacer la pretemporada a tope según va su recuperación de la grave lesión de rodilla que padeció. Sobre Goni he de decir que tengo muchísima confianza en él. Sinceramente. Tiene una gran capacidad de mejora y estoy seguro de que se va a preparar muy bien este verano. Ambos son dos jugadores jóvenes que, a estas alturas de su carrera, creo que deberían jugar 30 partidos por año. Si aquí no lo van a poder hacer, lo mejor sería buscarles una cesión. Les vendría de maravilla.

Hablando de cantera. Kevin Lacruz, Alex, Ortí? Varios van a estar también a sus órdenes en este verano complicado.

Hay varios chicos que van a tener la oportunidad de venir con el primer equipo. Cinco o seis, al menos. Ahí podrán mostrar sus cualidades y seguir progresando para demostrar que están capacitados para jugar en Primera División.

Y de lo tangible vamos a lo que son solo deseos. Tanto como los nuevos fichajes que aún no tienen rostro. Hablo de Roberto y Colunga. También de la pelea por traer a Contini, quizá a Eliseu.

Poder traer a Roberto y Colunga tienen su dificultad. Está claro. El caso de Eliseu presenta también muchísimos problemas. Lo de Contini puede ser lo más accesible. Si fuese posible ficharlos, se trata de cuatro jugadores muy importantes, como se ha demostrado en los últimos meses.

¿Y qué ocurrirá con Abel Aguilar?

Es un futbolista que, en principio, puede seguir siendo muy útil para el Real Zaragoza. Vamos a ver qué ocurre con el mercado. Cuántas y qué salidas del vestuario se van produciendo y qué opciones nuevas nos aporta el verano para la zona medular. Es pura lógica.

¿Es partidario de ofrecer la continuidad a Pulido, que ha concluido contrato?

Es una posibilidad.

¿Y de pelear por rebajar el precio de Suazo?

Creo que por Chupete no estamos en disposición de pugnar. Por mucho que rebajara la cifra de la cláusula que se puso en su contrato de cesión (8,5 millones de euros). Creo que es imposible.

¿Cuántos fichajes nuevos serían necesarios para armar un equipo solvente?

Depende. Insisto en que habrá que ir paso a paso en la confección de la plantilla porque son muchas las cosas que quedan por ejecutar. Pero creo que tenemos que fichar delanteros. Hablo en plural. Y dos porteros, porque ahora no tenemos ninguno. Eso también es cuestión de lógica.

Este asunto de los porteros, por cuestión estratégica, urge más que ninguno. No se concibe empezar una pretemporada sin guardametas.

Es importante. Cuando jugaba en juveniles y viajábamos fuera siempre decíamos la misma frase: "ha llegado el portero, pues ya nos podemos ir". Está claro que hace falta ficharlos, pero estamos a principios de junio. Hay tiempo para todo y se está trabajando bien en todos los terrenos.

¿Haría falta un centrocampista organizador?

En medio campo debemos buscar refuerzos. Tanto en el eje como en los costados. Necesitamos un organizador que, a ser posible, tenga algo más. Que sea completo.

Y hombres de banda, por lo tanto.

También es posible que ahí tengamos que apuntalar el equipo con alguna llegada.

¿Y un lateral polivalente?

También es un puesto que puede requerir una incorporación.

Pues nos podemos ir a 8 fichajes nuevos.

Quizá. Según vayan transcurriendo los acontecimientos iremos viendo las necesidades concretas. Es aún muy pronto para hablar con concreción. Queda un mundo.

Por eso advirtió anteayer que no podía definir el estilo de juego que tendrá el nuevo Zaragoza. Primero necesita verle la cara definitiva.

El sistema de juego no me preocupa. Lo más importante es saber el estilo que vamos a poder desarrollar en el campo. Y eso depende de la plantilla que nos quede a final del verano y que ahora no es posible definir. Antes, paso a paso, iremos haciéndonos una idea en virtud de los movimientos en el plantel que vayan produciéndose. Y sabremos si vamos a tener un equipo técnico, rápido, aguerrido o del modo que sea. No queda otra que ser pacientes.