No todo van a ser circunstancias adversas en el apartado deportivo para Manolo Villanova de cara al partido del domingo en Barcelona frente al Espanyol. Mientras espera con esperanza -y algo de escepticismo- que los comités del fútbol español decidan retirar en los próximos días alguna de las sanciones que van a recaer sobre los dos centrales titulares, Ayala y Sergio Fernández, el técnico aragonés tiene mejores noticias procedentes de la enfermería y del vagón de los jugadores que arrastran problemas físicos de cierta envergadura.

Francelino Matuzalem, una vez cumplido ante el Recreativo su partido de castigo y superadas de manera notable las molestias articulares que se le manifestaron en su rodilla operada -la izquierda- tras el choque de Getafe, regresará al once inicial en Montjuic si todo transcurre con normalidad a lo largo de los entrenamientos de la semana (comienzan hoy a las 10.30 en la Ciudad Deportiva). El brasileño se ha ejercitado en solitario, tanto el domingo como ayer lunes, y su estado de forma es de nuevo apto para entrar en el equipo.

También Peter Luccin, que el sábado no jugó ni un solo minuto ante los onubenses (estuvo en el banquillo), mitad por su deficiente estado muscular que arrastra desde hace muchas semanas, mitad por decisión técnica, ha tomado oxígeno con su descanso y volverá a estar muy cerca de la plenitud por si Villanova considera oportuno alinearlo en campo periquito.

De los hombres que terminaron tocados el partido contra los andaluces -Aimar y Zapater-, también hay buenas nuevas. El argentino no tiene ningún reflejo del leve esguince de rodilla que se produjo durante la primera mitad del encuentro al recibir un balonazo con la pierna mal apoyada. Y el ejeano, que concluyó con una sobrecarga muscular en los isquiotibiales, se halla totalmente repuesto tras los dos días de descanso activo que ha llevado a cabo.

Diego Milito, la cruz

La única situación negativa en el apartado médico la protagoniza Diego Milito. El goleador se recupera muy lentamente de la fortísima contusión y esguince del tobillo izquierdo que se produjo el pasado viernes tras una entrada accidental de Diogo en el último entrenamiento previo a jugar con el Huelva. La zona afectada - la base del peroné- es un lugar delicado y que genera bastante dolor en los primeros días de la rehabilitación y es en ese momento donde se encuentra ahora mismo Milito.

Salvo que su evolución evidenciase una mejoría acelerada, algo inesperado a estas alturas, lo normal es que el bonaerense vuelva a quedarse fuera de la convocatoria. Dados los problemas físicos que arrastra Diego desde hace semanas, tampoco hay demasiada prisa por forzar su reaparición y se va a actuar con él con suma cautela.