Zaragoza acoge este sábado (12.00) la sexta edición del descenso del Ebro de natación en aguas abiertas. Más de 30 nadadores se darán cita en el azud de Vadorrey, por donde la prueba discurrirá de forma íntegra por primera vez. Los participantes se dividirán en categoría absoluta (nacidos en 1998 y anteriores) y máster (1996 y anteriores), teniendo que completar un circuito de 1.500 metros. Además habrá espacio para los principiantes, que recorrerán 750 metros sin competir.

En años anteriores, el descenso se iniciaba en el Club Náutico y concluía en Vadorrey, pero, tal y como señala Juan José Lersundi, director técnico de la Federación Aragonesa de Natación, "se decidió cambiar el itinerario para que coincidiera con la parte acuática del Triatlón Ibercaja Ciudad de Zaragoza", que tendrá lugar este mismo domingo. Asimismo, Lersundi destaca que "el azud es un emplazamiento ideal para medir la capacidad de los nadadores".

Habrá una parte de subida y otra de bajada, y la competición estará controlada en todo momento por los miembros del comité aragonés de árbitros. "Es importante que haya vigilancia para evitar cualquier tipo de incidencia", adelanta, y subraya que se pretende fomentar un mayor uso de las aguas abiertas en la Comunidad: "Tenemos excelentes espacios para practicar deportes náuticos y hay que tratar de aprovecharlos más".

En ese sentido, Lersundi añade que no se atreve a hacer "pronósticos" sobre posibles vencedores, dado que "los tiempos que se marcan dependen de muchos factores y no tienen nada que ver con los de piscina cubierta". Además, "hay muchas diferencias de edad, de forma que los más veteranos tienen desventaja con los jóvenes".