REAL ZARAGOZA

Mala cara en los viajes

Tras dejar escapar un triunfo claro en Albacete por culpa de la falta de acierto ante la portería rival, Marcelino hizo pública una preocupación que le genera desasosiego hace días: a domicilio, los delanteros no rinden como en casa.

Marcelino, con gesto de desolación y preocupación en el banquillo del Real Zaragoza.
Mala cara en los viajes
E.M.

Que el Real Zaragoza no funciona bien cuando juega fuera de La Romareda es una certeza que viene de largo. Marcelino García Toral heredó esa nociva característica del equipo blanquillo, presente y letal en los últimos tiempos, y uno de sus objetivos es, desde su fichaje en mayo, acabar con ella. Este año en Segunda División, donde la vitola de favorito parecía favorecer un cambio en esta mala tradición, no está logrando mejorar esa deficiente solvencia de los zaragocistas cuando juegan fuera de casa. Sigue siendo un suplicio.


Como dijo el propio Marcelino en la rueda de prensa posterior al partido del sábado en Albacete, esto “no es una opinión, son datos objetivos; números puros y duros”. El entrenador del Real Zaragoza, por dos veces, citó hace 48 horas la preocupación que tiene al observar el rendimiento de su equipo a domicilio. Fue, seguramente, a causa del dolor y la frustración contenida que le generó el empate en Albacete en un choque donde, no solo se debió ganar, sino golear con holgura y poderío.


No se refería Marcelino esta vez a la calidad del juego del equipo, que en esta ocasión fue más que aceptable en la mayor parte de los minutos del encuentro ante los manchegos, sino a la traducción de ese juego en cifras, porcentajes, goles y puntos. Ahí, el Real Zaragoza de los primeros cuatro meses y medio de competición no alcanza el nivel necesario para garantizar el ascenso a final de curso. Van pasando las semanas y, la ansiada mejoría que al principio se pensaba llegaría con el discurrir de la liga, no aparece por ningún sitio. “Fuera de casa, nuestro porcentaje de acierto ante el gol está clarísimo que no es bueno. Y, como sigamos así, ya es preocupante”, declaró abiertamente Marcelino en el estadio Carlos Belmonte. No puede ser más palmario el análisis, cuando es el propio entrenador quien denuncia los hechos. Las matemáticas, ciencia exacta, no suelen dejar resquicio a la filosofía.

Marcelino redundó en su idea apenas 5 minutos después: “Como sigamos en esta línea, la falta de gol a domicilio nos va a preocupar mucho más. Es un aspecto muy mejorable. Pero que muy mejorable”, espetó con tono de reproche.


El preparador asturiano volvió a apuntar directamente a los delanteros cuando sacó a la luz sus dudas. “Situaciones como la de Albacete no se pueden repetir. Tenemos que marcar más de un gol y sentenciar los partidos”, manifestó Marcelino, aludiendo a los múltiples yerros de los puntas ante la portería albaceteña que, sobre todos los demás errores, hicieron que el Zaragoza no se trajera los 3 puntos anteayer del Carlos Belmonte. “Solo hemos marcado más de uno gol en Tenerife y Las Palmas, además del día que metimos 4 en Sevilla, donde parece que agotamos todas las existencias”, concluyó el astur entre sonrisas enmascaradoras de su pesar.

 

Fuera, no hay ritmo de ascenso

El Zaragoza solo ha sumado 9 puntos de los 27 que ha disputado hasta ahora fuera de su estadio. Ese 33% de rentabilidad queda bastante por debajo de lo que los precedentes estadísticos indican como necesario para ocupar al final una de las tres plazas de ascenso a Primera (habrá que aproximarse lo más posible al 50% si en casa se sigue con los actuales porcentajes de solvencia hasta la conclusión del campeonato). En este deficitario dato, que Marcelino tiene bien escrutado, mucho tiene que ver la carencia de gol en varios de los partidos jugados a domicilio, incluso por encima de los errores defensivos que otros días fueron letales.


11 goles ha anotado el equipo en sus 9 viajes. Pobre cifra, mucho más si se tiene en cuenta el potencial ofensivo que presenta la plantilla. Si de ese bagaje se descuentan los 4 que se hicieron en el Pizjuán al débil filial sevillista, el balance es digno de estudio (ver datos anejos). Los áureos puntas zaragocistas tienen desde hoy deberes por hacer de aquí a junio: golear también lejos de Zaragoza.