PREVAFERSA VALLADOLID 31 - 31 CAI ARAGÓN

Licencia para soñar

El CAI Aragón empata en Valladolid y se consolida a la cabeza de la Liga Asobal.

Continúan danzando los jugadores del CAI Aragón al final de los encuentros. Magnífico indicador. Nada más sonar la sirena, todos los días se reúnen en el centro de la pista para festejar su felicidad. Lo hicieron en casa ante el Pilotes Posada y el Torrevieja. También fuera, en Éibar y en Logroño. Ayer repitieron la ceremonia en Valladolid, en la cátedra del balonmano. Sí, empató el CAI Aragón. Después de cuatro victorias consecutivas, casi sabe a poco; pero confirmó su condición de aspirante a casi todo. Se dejó el primer punto de la temporada; pero tramitó definitivamente su licencia para soñar.


En fondo y forma, el CAI Aragón completó un partido soberbio. Nunca fue sencillo jugar en Valladolid. La afición comparece arremangada en la Huerta del Rey. Además, el conjunto de Juan Carlos Pastor identifica palmo a palmo su pista. Para ganar en Pucela no solo hay que jugar bien: hay que bordar el balonmano. Ayer, el conjunto aragonés igualó desarrollando un gran encuentro. Gobernó el partido durante casi todo su desarrollo, aunque fueron los pucelanos los que disfrutaron de la bola definitiva.


Krivokapic, ex jugador del CAI Aragón, tuvo el triunfo en su mano. Jugó el último ataque el Valladolid con portero-jugador, con siete jugadores, sobre una defensa aragonesa de cinco hombres más el portero. Defendió bien el conjunto naranja, que forzó un lanzamiento desequilibrado de Krivokapic que salió fuera. Luego, llegó la danza tradicional en el círculo central. En la celebración, además del punto, se festejó el juego exhibido. Fue mejor el cuadro de Mariano Ortega en casi todos los tramos del encuentro. El primer tiempo lo dominó por completo, con un intenso 6-0 defensivo que solo supieron leer Fernández y Rentero. Malumbres siempre significó un obstáculo, con 16 paradas de todos los colores. En ataque, Larsson dirigió con maestría, hilando un balonmano que nunca pudo ser detenido por la retaguardia rival. La renta de tres goles plasmó la clara superioridad aragonesa al descanso.


El Valladolid reaccionó alimentado por Tvedten. Rentero, Raúl Entrerríos y Bilbija le dieron la vuelta al marcador. Pero el CAI Aragón no se entregó jamás. Aparecieron Maqueda, Arrhenius y un sensacional Koch-Hansen, que incluso marcó un gol que no concedieron los árbitros. El choque entró en ebullición. Bilbilja encontró un agujero en el corto de Malumbres. Grebenar respondió de forma fantástica, anotando tres goles en los instantes finales. Larsson fue excluido en el último minuto. Empató Entrerríos. Ruiz Casanova falló en inferioridad el último ataque aragonés. Krivokapic tuvo la bola del partido. No hubiera sido justa la derrota naranja. No perdió. Si no perdió en Valladolid, ya no sé dónde va a perder. Solo nos supera el Ciudad Real. Odio los despertadores por muchos motivos. Entre otros, porque me niego a despertar de este maravilloso sueño.