REAL ZARAGOZA

Las primeras doctrinas

Dentro de la provisionalidad de la plantilla, Aguirre intenta sentar un puñado de bases tácticas en el equipo.

Javier Aguirre observa desde la banda el trabajo de sus jugadores
Las primeras doctrinas
ELENA MUñOZ

Transcurridas tres sesiones de entrenamiento centradas en la pelota, pueden extraerse las primeras conclusiones sobre el entramado táctico del futuro Real Zaragoza que permite una plantilla eventual, amorfa, salpicada de necesidades y piezas sobrantes. Del Real Zaragoza que se moldea en Navaleno y San Leonardo de Yagüe al que comenzará la temporada contra el Levante dista un universo, aunque Aguirre confía en aprovechar los cimientos sobre los que construye día tras día el equipo, especialmente en el sistema defensivo, su principal foco de trabajo.

 

1 El 3-4-3 como fórmula.

La sobredosis de defensores de la plantilla, abundancia localizada principalmente en las posiciones de central y lateral izquierdo, está condicionando el trabajo con balón de Aguirre. Durante los primeros entrenamientos técnico-tácticos, el mexicano se ha decantado por el 3-4-3 como figura radical del equipo. Su uso ha sido recurrente. Dicho esquema es el que le permite una mejor utilización de los recursos actuales de una plantilla con muchos centrales y pocos hombres interiores de centro del campo hacia delante.

Aguirre ha insistido en una formación básica con Lanzaro y Contini de marcadores y Mateos como líbero. Por delante de ellos, dos pivotes de corte defensivo, como Ponzio y Pinter, acompañados en la zona intermedia por Abraham como carrilero izquierdo y Kevin Lacruz en el derecho. Este emplazamiento del joven zaragozano es una de las notas destacadas de los primeros entrenamientos. Las condiciones óptimas del canterano se ajustan al mediocentro de elaboración, pero Aguirre, ante la ausencia de laterales derechos específicos, lo ha reubicado. Más adelante, el trío ofensivo: Juan Carlos como extremo izquierdo, Edu Oriol en el flanco derecho, y Uche y Braulio alternando en una punta solitaria y referencial.

¿Tiene fundamento a largo plazo este esquema o es producto de la transitoriedad de la plantilla? Aguirre ya ha utilizado en su carrera y en el Real Zaragoza durante la pasada temporada la defensa de tres. Es una alternativa coherente con su trayectoria como entrenador, especialmente en la selección mexicana. El paso del verano y los frutos del mercado aclararán este aspecto.

 

2 Jugada enjabonada desde atrás.

La base de la jugada constituye una de las principales preocupaciones de Javier Aguirre en las primeras horas de trabajo. El técnico mexicano insiste diariamente en este aspecto, tanto en los ejercicios especializados como en los simulacros de partido. Más que la pelota, el mexicano insiste en sacar el juego zaragocista desde posiciones defensivas. Uno de los centrales, casi siempre Mateos o Contini, es el encargado de conducir el balón hacia la línea de creación, hasta casi enlazar con uno de los dos pivotes. Simultáneamente, en función del perfil, el lateral correspondiente se estira por su banda y la defensa gana metros. Aguirre quiere que la jugada salga limpia, sin riesgos y de forma mecanizada.

3 El pivote: punto de aceleración.

La jugada parte de la defensa, pero la encauza uno de los dos pivotes con los que suele trabajar estos días Aguirre. Dicha función le corresponde fundamentalmente a Leo Ponzio. Él o Pinter son los encargados de desaguar el juego e imprimir velocidad y verticalidad al balón. Resulta destacado el mimo con el que Aguirre cuida a Pinter. Su labor correctora es constante con el húngaro, tanto en cuestiones posicionales como técnicas. Mientras Ponzio suele fijarse más al medio, Pinter obtiene libertad ofensiva.

4 Ajustando el repliegue y las coberturas.

Javier Aguirre le ha dedicado un tiempo generoso al movimiento de coberturas y al repliegue como base del sistema defensivo. Cómo taponar desde una banda el hueco abierto en una defensa basculada y cómo debe descolgarse un pivote a la posición de central son las cuestiones principales trabajadas por el entrenador y su inseparable ayudante, Manuel Vidrio. El mexicano reclama a sus jugadores atención, velocidad y una precisa sincronización en esta importante tarea.

5 Las bandas como eje.

Otro capítulo destacado en la libreta de Aguirre es el juego de bandas. El técnico se esfuerza en transmitir la relevancia de los flancos. Busca velocidad, transiciones rápidas y avivar la jugada desde los costados. El mexicano ensaya un mecanismo táctico en el que los extremos parten desde la banda hacia dentro, apoyando a los pivotes o el delantero y liberando espacio para la incorporación del lateral. Abraham está siendo protagonista en este aspecto, estirándose por la izquierda y surtiendo de centros la zona de influencia del delantero.