HOMENAJES

Las mil caras de la Quebrantahuesos

La cicloturista brindó ayer un reconocimiento a la figura del escritor Miguel Delibes.

La pasada edición de la Quebrantahuesos.
Listos en Sabiñánigo
áLVARO CALVO

Tiene el deporte en general, y el ciclismo en particular, la enorme virtud de unir ámbitos humanos que parecen muy alejados, distantes. Las grandes pruebas deportivas disfrutan de la posibilidad de ofrecer una imagen con múltiples perfiles.


Es verdad que resulta de por sí admirable que diez mil personas se citen en la Quebrantahuesos y en la Treparriscos -su hermana menor- para completar una jornada trepidante. Para enfrentarse a un recorrido asombroso, escalofriante, que hace honor a su nombre, quebrantahuesos.


Pero, con su enorme dimensión, consolidada a lo largo de años de trabajo, la Quebrantahuesos no es solo eso. Ayer, una multitudinaria prueba cicloturista era capaz de ubicar entre miles de bicicletas a Miguel Delibes. Le hacía un hueco a un escritor ilustre y a un apasionado del deporte. Herencias que supo dejar en sus hijos.


El día previo a la prueba cicloturista supo hallarle acomodo a la figura de uno de los más grandes literatos.


El acontecimiento, ya consolidado, se abre en abanico para desarrollar proyectos de toda índole. Como la iniciativa de promover homenajes. Una idea que ha acercado a Sabiñánigo un buen puñado de figuras de primera línea del ciclismo.


La cicloturista ha brindado su reconocimiento a protagonistas como Miguel Induráin, Federico Martín Bahamontes, Toni Rominger, Fernando Escartín, Pedro Delgado, Zoetemelk, Joane Somarriba, Chiapucci... También se ha acordado de los deportistas discapacitados. Y la QH se ha acercado, por ejemplo, a Merckx o Lance Armstrong, propuestas que al final no pudieron concretarse.


Tuvo Miguel Delibes una reconocidísima pasión por la caza, un ámbito que plasmó en obras maravillosas como el clásico "Diario de un cazador"; pero le cautivaba también el fútbol -era natural seguidor de su Valladolid-, y se dejaba seducir por la bicicleta, por el Tour de Francia y las batallas alpinas con los escaladores como protagonistas.


Ese profundo cariño por el deporte dejó sello en sus hijos. Juan, que hoy disfrutará del encanto de la Quebrantahuesos, conjuga el amor al deporte y el amor a la naturaleza. Biólogo e investigador, ha volcado sus inquietudes también en la caza y en la pesca y dirige un canal temático dedicado a estas discicplinas deportivas.


Por sus reportajes han pasado, sin ir más lejos, ciclistas como Fernando Escartín y Alberto Contador, que coincidieron en un coto en Ciudad Real.


Después de la emoción de hoy, Juan Delibes se empeñará, como el resto de los ocho mil quinientos participantes en la espectacular prueba, en cumplir con la exigencia de acabar.


La prueba reúne miles de historias, empeños de deportistas que a lo largo de meses se han sacrificado con una sola ambición: cruzar hoy en Sabiñánigo la línea de meta de la Quebrantahuesos.