Que Ángel Lafita salte al prado de la Romareda en el encuentro ante el Valladolid. Ese es el objetivo que persigue el club aragonés. En estos momentos, el Real Zaragoza dispone de una licencia provisional del jugador, pero la ficha definitiva no será diligenciada hasta que la Liga de Fútbol Profesional (LFP) decida. Por consejo de este organismo y de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), Ángel Lafita se entrena en solitario, ajeno a la dinámica de su nuevo y, hasta el momento provisional club, el Real Zaragoza.

El futbolista se marchó de La Coruña a mitad de semana, y viajó a su domicilio en Zaragoza. Augusto César Lendoiro, presidente del club coruñés anunció una demanda contra Lafita, argumentando una rescisión del contrato laboral del jugador al consumar el tercer día sin aparecer en su puesto de trabajo. El futbolista, por su parte, no tiene previsto regresar a La Coruña, quedando toda decisión pendiente del fallo que adopten los organismos oficiales.

El Real Zaragoza pagó antes del cierre del mercado dos millones de euros, cantidad con la que a su juicio recompra los derechos de Ángel Lafita, jugador formado en la Ciudad Deportiva del club aragonés. Sin embargo, el Deportivo de La Coruña considera que la cantidad debería ascender a 3,5 millones de euros. El Zaragoza no aportó el IVA correspondiente a la operación.

El club aragonés espera que los vericuetos legales de recursos y resoluciones encuentren una solución antes del día 19 de septiembre, para que el futbolista pueda estar a disposición del entrenador en la tercera jornada liguera, en la que el Real Valladolid visitará La Romareda. En la próxima jornada, el conjunto que prepara Marcelino García Toral visitará el difícil campo del Sevilla, encuentro que afrontará con bajas en la línea ofensiva. Lafita significará un importante refuerzo para el juego de ataque del Real Zaragoza, dada su versatilidad y dinamismo para desenvolverse tanto en la banda como de enlace con la delantera.