ESQUÍ

La prudencia es regla de oro

Los expertos recomiendan no lanzarse de inmediato sobre el manto blanco. Su consejo es adentrarse en la nieve de modo suave. Para los novatos sugieren la toma de algún curso de introducción. Para los expertos, la realización de los clásicos ejercicios previos

Dicen que una vez que se aprende nunca se olvida. El esquí es un deporte de técnica, habilidad, rapidez y prudencia y una vez que asumes todos estos requisitos, te acompañan el resto de tu vida. Sin embargo, en esta época del año, en la que las nevadas más madrugadoras han teñido de blanco las montañas y toca desempolvar el equipo, los expertos recomiendan no lanzarse a lo loco. Los primeros descensos implican una serie de recomendaciones que deben seguirse a pies puntillas si no queremos protagonizar el disgusto de la temporada.


Los menos avezados en el arte blanco, es decir los novatos, tienen ahora su oportunidad para apuntarse a un cursillo y, bajo las directrices de un monitor, aprender los secretos de este deporte. ¡Qué mejor que comenzar pisando sobre seguro, dirigido por alguien que conoce el terreno!. Luís Rodríguez, director de la escuela de esquí de Astún, sugiere que es una buena idea inaugurar la temporada con un curso que nos sitúe, nos aporte confianza y nos libre de los vicios propios de aquellos que se deslizan por las estaciones nutridos de la ciencia infusa.


Para los que ya han superado esa fase de 'primer contacto' también hay una serie de recomendaciones. Si hicieron caso de lo que propone el manual del buen esquiador, cuando clausuró la temporada anterior enceraron cuidadosamente sus tablas y engrasaron las fijaciones. Ahora, solo habrá que ajustarlas y estamos listos para una aventura que nos acompañará, si la climatología lo permite, hasta el mes de abril. Las pistas están inmaculadamente blancas, nos encontramos con nieve polvo, pero estas bondades no nos eximen de ser prudentes. La jornada debe comenzarse con una exhaustiva serie de estiramientos sin esquís.


Articulaciones y músculos


"Es importante hacer movimientos circulares de rodillas, muñecas y caderas. Además, debemos estirar la espalda y los cuadriceps", afirma Rodríguez. Es importante ya que en las primeras bajadas de la temporada los músculos no están oxigenados y aumenta la probabilidad de lesión en caso de caída. Tal y como reconoce el monitor, los estiramientos sería bueno realizarlos cada día cuando llegamos a pistas. A partir de aquí, la prudencia debe convertirse en la Biblia del esquiador. Dos o tres descensos muy suaves nos ayudarán a familiarizarnos con el terreno y a ganar confianza. Otra de las premisas es "respetar los indicadores de la estación. Precisamente ahora, esto es vital ya que no todos los dominios son esquiables y podemos encontrarnos con alguna sorpresa", sentencia Rodríguez. A pesar de la alfombra de nieve polvo que adorna los centros invernales, es una época propicia para suelos poco compactados. En estos casos, el consejo pasa por esquiar de mismo modo que se haría sobre nieve virgen; con movimientos verticales de extensión y flexión. Otro de los problemas a los que posiblemente tendremos que hacer frente son los que aparecen en las zonas de barrancos. Allí, lo que a simple vista podría parecer liso como una tarima de mármol, en ocasiones es una telaraña de baches que, de no ir con cuidado, nos atrapa sin remedio. Una media flexión de tobillos, rodillas y cintura es el mejor antídoto para salir airoso. Además, la caña de la bota nos hará de amortiguador y nuestra flexión absorberá buena parte de la suma de fuerzas que, de no adoptar la posición adecuada, nos harían salir catapultados.


Estos días, sobre todo en las partes más bajas, habrá pistas rodeadas de zonas verdes que aún no han sido innivadas. "En estos lugares es fundamental ir despacio para evitar salirse de la línea trazada", afirma Rodríguez.


En definitiva, mucha prudencia, paciencia hasta adquirir el nivel de forma que teníamos la temporada pasada y recordar las técnicas que conforman el 'ABC' del esquí son las reglas de oro para que este año repitamos una campaña blanca llena de sensaciones y buenos recuerdos.