CAI ZARAGOZA

La guerra de dos mundos

El CAI y La Palma, próximos rivales, encarnan la cara y la cruz. Líder contra colista; 10.000 abonados contra 250.

La competición depara múltiples situaciones y comparaciones, algunas más odiosas que otras. El próximo viernes comparecerán en el parqué del Príncipe Felipe dos equipos que encarnan las dos caras más salvajes y desiguales de la liga LEB Oro. CAI Zaragoza contra La Palma. El opulento líder contra el escuálido colista. Un plantel aristocrático contra una colección de nombres con sordina.


Si el baloncesto fuera una ciencia, el conjunto canario no tendría la más remota posibilidad de victoria. Todos los indicadores actúan en su contra. Todos. Desde el aspecto deportivo hasta el económico, pasando por el social. La reedición más fiel del David contra Goliat y el duelo más desequilibrado que se puede presenciar en la categoría.


La Palma es la copia asimétrica del CAI. Los aragoneses comandan la tabla con un intimidatorio balance de 14 triunfos y tres derrotas, los mismos números que su contrincante... pero a la inversa. 14 tropiezos han recluido a los isleños en las catacumbas, con el descenso como horizonte probable.


Curro Segura ha engrasado una máquina que tritura enemigos y navega en la excelencia estadística. Nadie anota más (1.479) ni encaja menos puntos (1.212). En el otro extremo, La Palma, cuya canasta se ve perforada con suicida asiduidad (1.477), holgadamente el líder de este negativo apartado.


La realidad prosigue tozuda con el pronóstico casero. La escuadra entrenada por Domingo Rodríguez cuenta por bofetadas los nueve choques que ha disputado como visitante. Un condenatorio cero de nueve, agravado por un hecho delator: su derrota más suave ha sido por siete puntos (en San Sebastián y en La Laguna). El resto, palizas sonrojantes.


La antítesis de la fiabilidad de un CAI que en su pabellón ha firmado un traspié en nueve choques (frente al Breogán). Las ocho victorias locales se han producido por una diferencia abismal: un promedio de 21 puntos.


Repasar la composición de ambas plantillas ayuda a comprender la kilométrica distancia entre las dos entidades. Por un lado, una suma de talentos con pasado en la ACB y de probada calidad. Por el otro, una nómina de retales a la que se acaba de añadir Perico Sala, un base de infausto recuerdo para el CAI. Resulta sintomático que únicamente tres jugadores de La Palma repitan respecto a la pasada campaña. Una incomodidad que no ha padecido Curro Segura, con la base de seis estandartes que continúan. En definitiva, la guerra de dos mundos.