CAI ZARAGOZA

La clave del francotirador

Tiene un récord de 43 aciertos seguidos desde más allá de los 6,25 metros y el sábado reta en el Príncipe Felipe a los mejores tiradores de la ACB (Navarro, Bullock, Rakocevic...) en el concurso de triples. Quinteros puede hacerlo

Es un auténtico "killer" desde el perímetro. Su extraordinaria muñeca y su rápida y precisa mecánica de tiro ha maravillado al Príncipe Felipe y ha sido una de las claves de la vuelta de Zaragoza a la elite. Paolo Quinteros es el francotirador de un CAI que entra en la ACB con paso firme, siendo el anfitrión de la Supercopa. Y en esa cita, además de jugarse el primer título del año, habrá tiempo para saber quién es el mejor triplista y el mejor "matador" de la categoría. El escolta rojillo aspira a imponerse desde el perímetro a consumados especialistas de la talla de Navarro, Bullock o Rakocevic por poner solo tres ejemplos. Casi nada.


Pero tampoco es una misión imposible. El argentino únicamente tiene que hacer lo que sabe, es decir, acribillar una y otra vez el aro con sus lanzamientos. Posee un espectacular récord personal de 43 triples seguidos (lo hizo el otro día en un entrenamiento en Logroño) y el público aragonés, que estará de su parte, le empujará para tratar de coronarlo como francotirador de la ACB. "Eso tiene sus pros y sus contras porque te alientan y apoyan, pero tienes la presión de ganar, de no poder fallar", señalaba ayer el de Entre Ríos.


Todos los grandes triplistas tienen su pequeño secreto y Paolo no es una excepción. En su caso es el trabajo, la constancia, la repetición hasta rozar la perfección y ejercicios con los que aplica presión a sus lanzamientos. Desde que era niño no ha dejado de lanzar miles y miles de triples con el fin de perfeccionar su mecánica y aumentar su porcentaje de acierto. Y cuando esa puntería apenas falla se lo pone más difícil a sí mismo. Quinteros realiza un ejercicio habitual entre los tiradores con grandes resultados. Se trata de anotar cinco triples seguidos (a veces son siete y hasta diez) desde cinco posiciones distintas. Pero si falla dos desde la misma posición retrocede a la anterior. Una locura para cualquiera y, sin embargo, una motivación y una herramienta de trabajo para el argentino. "Todo empezó en Argentina con un jugador americano con el que competía por plata. Primero era competencia, pero luego lo adopté como rutina. Es una lucha constante con tu cabeza y cada vez me voy exigiendo más. He llegado a hacerlo con diez seguidas de cada posición. Es una manera de meterme presión y autoexigirme", explicó Quinteros.


Los rivales son de altura y el rojillo asume que si se pone "a pensar en ellos me pondría nervioso, pero tengo experiencia en esto. He ganado dos concursos así en Argentina. Sé como mentalizarme, estoy tranquilo, pero esto no es un entrenamiento y por más muñeca que tengas puedes tener un día malo. Lo importante es pasar ronda".