REAL ZARAGOZA

La campaña arranca a cámara lenta

Escasa respuesta de los abonados en la primera jornada de renovación.

Ni la carta que Eduardo Bandrés envió en junio para pedir apoyo, ni el fichaje de un entrenador de renombre como Marcelino, ni la rebaja de un 30% del precio de los abonos respecto a la temporada pasada, han surtido efecto entre los aficionados blanquiazules. Ayer fue el día elegido por el Real Zaragoza para que diera comienzo la campaña de renovación de plazas para 2008-2009, con unos resultados bajos.


Los interesados fueron citados en las oficinas que tiene el club en Eduardo Ibarra. Sin embargo, la respuesta fue reducida. A las 12 del medio día la asistencia era nula.


La tienda oficial del Real Zaragoza había recibido visitas e incluso había vendido objetos como gorras y llaveros, pero nadie había utilizado su nueva tarjeta para conseguir el 10% de descuento anunciado como una de las nuevas ventajas para este año. La equipación del 75º aniversario pendía de unas perchas bajo el cartel de oferta, sin que nadie se interesara por ellas. Un simil con lo que estaba ocurriendo al otro lado de la pared, donde se encuentran las oficinas.


Sin multitudes


A pesar de que también están de "rebajas", con unos abonos que van desde los 205 euros los más baratos a 690 euros los más caros, la imagen que se ofrecía era bien distinta a la de la temporada anterior. En la campaña 2006-2007, el Zaragoza fue el equipo revelación de la liga, consiguiendo un sexto puesto en la tabla. El club aragonés afrontaba el 2007-2008 como un año de ensueño, con las miras puestas en la UEFA y con grandes oportunidades de repetir un campeonato similar que le clasificara directamente para competiciones europeas. Los fichajes eran de renombre: Ayala, Oliveira, Matuzalem... Todo hacía presagiar un año histórico para el 75 aniversario del club, un año para el recuerdo.


Pero el optimismo que llenó las oficinas del Real Zaragoza en la campaña de abonados, pasó a decepción cuando el equipo fue eliminado en primera ronda de la competición europea contra el Aris de Salónica, y las cosas en liga iban cada vez peor. El resultado: el descenso a Segunda División. Este año, con la lección aprendida los aficionados son cautos, y por el momento no se han dejado invadir por la euforia.


Algunos como el joven Sergio Lumbreras aprovecharon para acercarse ayer hasta las oficinas para darse de baja. "Aunque no vaya al campo seguiré los partidos por radio", explicó. Cierto es que aquellos pocos que decidieron acudir el primer día a renovar los abonos confían en el ascenso del Zaragoza. Ese fue el caso de Andrés Corella, quien aseguró que "hay que estar a tope para ascender". Óscar Fortón afirmó que "había ido el primer día por comodidad, por si había más gente más adelante".


Aún así, las filas han dejado paso al vacío, un hueco que el club espera llenar con el paso del tiempo. La fecha de renovación se extenderá hasta el 20 de agosto. Después de ese día, con el fin de atender la demanda de nuevos solicitantes y de los antiguos abonados que deseen cambiar de localización, el Real Zaragoza pondrá a disposición los asientos que queden libres.


Además, para favorecer la renovación en los primeros días, el club ofrece la posibilidad de conseguir un abono gratis para quienes lo hagan antes 31 de julio, entrando en un sorteo de 50 carnets.