FÚTBOL

"Lo importante es vivir"

Miguel García asumió ayer su retirada del fútbol profesional, tras el infarto sufrido.

El ex zaragocista Miguel García, poco antes de la rueda de prensa ofrecida ayer en Salamanca.
"Lo importante es vivir"
J.M.GARCíA/EFE

Once días después de sufrir un infarto en pleno partido que estuvo a punto de costarle la vida, el jugador del Salamanca Miguel García reclamó ayer controles más estrictos a los futbolistas profesionales. "No sé qué pasó. Todavía no me han sabido decir exactamente a qué se debió. Tenía informes perfectos de cuando estaba en el Cádiz, justo cuando ocurrió la muerte de Antonio Puerta. Las pruebas del corazón habían salido perfectas", recordó el ex jugador zaragocista, que se retira del fútbol activo a los 31 años.


Cuando militaba en el Zaragoza B, hace ya siete temporadas, Miguel García sufrió un trombo en el brazo derecho, aunque entonces superó sin problemas todas las pruebas cardíacas a las que fue sometido, en especial durante su estancia en el Cádiz, y ahora no se puede explicar la causa de la parada que le provocó la muerte en El Helmántico durante 25 segundos. "Ese es el tiempo que se tardó en llevar el desfibrilador hasta el centro del campo y reanimarme. Gracias a esos segundos, puedo disfrutar de una segunda vida", reconoció.


El futbolista albaceteño sólo ha visto una vez las imágenes de su desvanecimiento, cuando se encontraba ingresado en el Hospital Clínico Universitario de Salamanca, porque las echaron en las noticias". "Desde entonces, no he querido volver a verlas", apuntó después de haber asimilado su situación "de la mejor manera posible".


"El fútbol es secundario -añadió Miguel García-, y más aún teniendo a la familia a mi alrededor y tras el susto que les he dado", sentenció el jugador durante la conferencia de prensa que prometió hace una semana, cuando recibió el alta médica. A Miguel García se le implantó un 'stent' (endoprótesis vascular) en una de sus arterias y, desde que abandonó el hospital, ha guardado reposo absoluto en su domicilio, donde ha reflexionado sobre la "cada vez más exigente Liga española", "los esfuerzos que a veces el cuerpo no es capaz de asimilar" y las posibles causas de su infarto.


Miguel García achacó las molestias que padeció en el primer tiempo del partido entre el Salamanca y el Betis, antes de sufrir la parada cardiorrespiratoria, a la camiseta térmica que llevaba bajo la indumentaria de su equipo y que se quitó en el descanso. "Sentí una sensación rara", admitió quien en aquellos momentos esperaba recuperarse en el vestuario y no tener ningún problema para afrontar la segunda parte.


En el minuto 57, sin embargo, el jugadir cayó desplomado sobre el terreno de juego; y ahora, tras celebrar su vuelta a la vida, le toca asumir que ya no será posible continuar en la alta competición, aunque desearía seguir vinculado al fútbol. "Es lo único que sé hacer", subrayó con resignación, aunque también añadió que en la vida "el fútbol no lo es todo", y que "lo importantes es vivir".


El jugador se marchó de la rueda de prensa con el semblante sonriente, muy entero, aunque con cierta emoción. Era el momento de los agradecimientos, pero también de la despedida.Al menos, el Salamanca, su actual club, le respetará a Miguel García el contrato que concluye al final de la temporada.