REAL ZARAGOZA

Horas de vértigo

No por anunciado a lo largo de las últimas semanas deja de ser novedoso que el Real Zaragoza llegue este verano a la última jornada del mercado de fichajes (la de hoy lunes, 1 de septiembre) con infinidad de frentes abiertos. El habitual orden y la calma de tiempos pasados, cuando el club blanquillo casi nunca fue protagonista de contrataciones y bajas postreras en su plantilla, ha dejado paso este año a un vendaval de posibles operaciones de entrada y salida de jugadores que, antes de las 12 de esta medianoche, deberán quedar solucionadas en positivo o negativo, sin posibilidad alguna de enmienda a partir de ese presionante hito horario.


Hoy se acaba el plazo estipulado para cerrar las plantillas en el fútbol europeo después de 63 días de libre circulación de fichas (la veda se abrió el 1 de julio). Y Agapito Iglesias, máximo responsable del accionariado del Zaragoza y protagonista en primera persona de la totalidad de gestiones de este atípico verano -apoyado en su mano derecha y orientador, Pedro Herrera- afronta 15 horas vertiginosas, de auténtico "broker" futbolístico, pegado a media docena de teléfonos evaluando la fluctuación de los valores que son de su interés. Desde la hora del desayuno hasta las 23.59 y 59 segundos, el empresario soriano ha de ser capaz de sacar de la plantilla a Diego Milito y Sergio García, como asuntos prioritarios que proporcionen liquidez a las arcas de la entidad, y de fichar al interior diestro Jorge López y un portero para ofrecer a Marcelino, su entrenador, las piezas indispensables que el asturiano le solicitó en su plan de mínimos para llevar al equipo a Primera División.


Además, Agapito sigue intentando desesperadamente soltar lastre y reducir el grupo al gusto de Marcelino, dando salida a piezas prescindibles -por caras- como son los casos de Ayala y Luccin. Ahí también podría incluirse a Ewerthon, pero su marcha estaría siempre ligada al oneroso fichaje del internacional brasileño Nilmar, por lo que, al tratarse de una carambola a tres bandas, parece más improbable su ejecución en un plazo tan reducido de tiempo.


En esas 15 horas hiperactivas y llenas de vértigo, Agapito está obligado a finiquitar un mínimo de cinco operaciones para cumplir con el guión que le presentó Marcelino en su día y que exige un máximo de 22 jugadores en la composición final de la plantilla (20 de campo y 2 porteros). Así, el fichaje del interior del Racing, Jorge López, y del guardameta que falta por venir, tendrán que ir acompañados del adiós de Sergio García, Diego Milito y Luccin. Si, además, Agapito es capaz de lograr alguna salida más, el equilibrio del vestuario y del presupuesto se lo agradecerán.


Parece una tarea ardua y de complicado cumplimiento, pero ese es el peaje de dejarlo todo para el final, de jugar una partida de póquer a todo o nada en una mano final digna de la más intrigante película de suspense o, tal vez, de un "thriller". Sea como sea, la jornada de este lunes va a ser larguísima, densa, excitante y, muy probablemente, de aspecto interminable hasta la hora bruja del cambio de día.


Complicado panorama


Los movimientos ajenos del mercado, escasos como nunca a causa de la grave crisis económica que afecta a la economía española -y europea- continúan sin favorecer los intereses zaragocistas. Ayer, el valecianista Joaquín anunció, tras muchas dudas, que ha decidido seguir en el cuadro "ché". El sábado, el internacional llegó a solicitar su exclusión de la alineación y de la convocatoria del Valencia porque su salida parecía inminente. Al final, todo ha quedado frustrado, como ya sucedió con Villa o el villarrealense Cazorla en su día. Y si el Valencia no vende y no consigue dinero, es imposible que vaya a fichar a Diego Milito.


En otro escenario, el ansiado Jorge López fue titular ayer con el Racing y terminó ovacionado por el público de Santander, que no quiere que se vaya. El Zaragoza tendrá que pagar el dinero que, según el Racing cuesta su cláusula de rescisión -3 millones- si quiere sacarlo del club cántabro.


En el caso del portero Asenjo, el Valladolid cedió ayer al arquero Jacobo al Getafe para suplir la larga baja del lesionado Ustari. Eso convierte al deseado guardameta en una pieza casi imposible que solo saldrá por 8,5 millones, o sea, su cláusula más el IVA.


Y en Brasil, el ariete Nilmar ha sido convocado, cuatro años después de la última vez, por la selección absoluta para jugar los partidos de clasificación del Mundial. Es decir, su cotización ha subido un grado más en apenas horas.