Raúl Goni ha recuperado el ánimo con el paso de los días. Tras la derrota en Cornellá hace cuatro días, el aragonés era uno de los más afectados por culpa de aquella maldita jugada que, tras un increíble error en cadena, supuso el 1-0. "No queda otra alternativa que venirse arriba. En el campo, esa jugada se vio como algo muy desafortunado. El uno que no le da, yo que pienso primero que no llego y, luego, que no le doy; el otro que hace un despeje que sale mal... forma parte de lo que ocurre cuando un equipo está en una dinámica negativa, que es lo principal que debemos cambiar cuanto antes", explicó Goni.

El internacional sub-21 avisó ayer de las dificultades que encierra -y oculta peligrosamente- el partido ante el colista Xerez. Ante la enorme necesidad de victorias y puntos que agobia al Real Zaragoza, muchos son los que contemplan el duelo ante los azulinos como un triunfo seguro y obligado. Y ahí radica la principal trampa ambiental en la previa a este enfrentamiento. "Que nadie se crea que este partido ante el Xerez está ya ganado. Nadie debe pensar que, por muy colistas que sean, nos lo van a poner fácil. Ellos van a salir a por todas porque, como nosotros, están intentando romper una trayectoria muy adversa que les ha colocado en lo más bajo de la clasificación. El Xerez también cree que éste es el partido ideal para romper su dinámica negativa", avisó Goni con total franqueza.

El zaragozano dijo que, en el vestuario blanquillo, no cabe ni un átomo de confianza en las circunstancias con las que se va a afrontar esta auténtica final ante el Xerez. "Creo que ningún compañero mío piensa ahora que este vaya a ser un partido fácil de ganar. Al contrario, sabemos que vamos a tener que hacerlo mucho mejor que los últimos días para poder vencer. Es una evidencia que nos está costando muchísimo ganar", reconoció.

Según apuntó Goni, los futbolistas del Real Zaragoza son conscientes de enorme valor que tiene el triunfo en este encuentro ante el Xerez. Saben que no tienen comodines para volver a cometer un error fatal y que, todo lo que no sea una victoria, podría generar un agravamiento en la fractura social que se ha manifestado en el zaragocismo en las últimas semas. "Es, por supuesto, el partido más importante de todos los que hemos jugado hasta ahora. Venimos de una racha muy negativa, todos los sabemos. Y necesitamos ganar este partido porque es en casa y, sobre todo, porque es ante un rival directísimo, al que tenemos al lado en la clasificación. Hay que salir cuanto antes de abajo porque, si tardamos en hacerlo, aumentarán los nervios y será más difícil remontar", argumentó el central canterano.

Como corolario a su tesis llena de advertencias y autocrítica, Goni dejó claro que él ve con esperanza el futuro y que, con la ayuda de los refuerzos, el grupo está en condiciones de rehabilitarse tras su penoso inicio de temporada. "Debemos demostrar el domingo que el Real Zaragoza es un equipo que quiere y tiene que seguir en Primera División. Eso se tiene que ver en todas las acciones del partido. Y yo creo que vamos a ser capaces de sacar adelante los tres puntos, estoy convencido", concluyó.