Pasadas las 20.15, hora insular, llegó el Real Zaragoza al Hotel Sheraton de Costa Adeje, su cuartel general hasta el sábado. Una hora costó recorrer a la expedición los 90 kilómetros que separan el lugar del aeropuerto norte de la isla, el mítico Los Rodeos. Nada más llegar, José Aurelio Gay atendió a los medios de comunicación destacados en la isla. "Las pretemporadas suelen ser en verano pero yo creo que este pequeño 'stage' nos va a venir muy bien", comenzó reconociendo el entrenador.

Gay habló de sus objetivos en estos intensivos tres días y medio de trabajo y comunión de ideas en Canarias. "Hay que acelerar el proceso de adaptación de los nuevos. Vamos a hacer una convivencia de cuatro días, con reuniones y entrenamientos. Para los que acaban de venir al equipo es lo mejor. Juntarse en un hotel y meterse en un sitio muy tranquilo, muy específico, para facilitar al máximo su integración", apuntó.

"En Zaragoza, terminas de entrenar y cada uno se va a su casa. En una concentración como esta, vamos a estar juntos desayunando, comiendo, cenando, reuniéndonos todos los días. Eso va a favorecer la compenetración de los nuevos y de los que ya estaban en la plantilla", siguió argumentando. "Incluso podemos esgrimir que en la península está habiendo temperaturas muy bajas y, si nos venimos aquí el sábado, la diferencia climatológica sería enorme. Vamos a jugar a las 4 de la tarde hora canaria y eso necesita una aclimatación", abundó más.

Se apreció a un Gay esperanzado, satisfecho por poder dirigir esta estadía en Tenerife. "Desde hace un mes, estamos toda la semana hablando de todo menos del partido del domingo. Es producto de los cambios que está habiendo, de las bajas y los fichajes. Tengo claro que, aquí, este partido lo vamos a poder preparar lo mejor posible, como si de una final o de un título se tratara", dijo.

Gay habló también desde el prisma particular, sobre su futuro y riesgos tras 5 partidos al frente del equipo sin conocer la victoria. "Yo no me juego nada, es el Real Zaragoza, el club, quien se lo juega. Yo tengo claro que debo de seguir. Y más con las decisiones que he tomado. Estamos reconstruyendo la plantilla y me parecería raro no seguir cuando estamos dándole una nueva imagen al equipo y necesitamos tiempo para cuajar. En el club me han transmitido seguridad y confianza. Estoy acostumbr ado al nombre de Víctor Muñoz, es mi amigo", explicó convencido entre risas.