REACCIONES

Gay: "Hay que esperar a las matemáticas"

Aliviado y feliz, el entrenador del Real Zaragoza celebró la proximidad de la salvación y ensalzó el esfuerzo de sus jugadores en la segunda mitad del Campeonato.

Entre el bullicio generado por Iturralde y sus caprichosos designios, sobresalía, en la huracanada noche de La Romareda, la felicidad de José Aurelio Gay. Una felicidad sosegada, velada, algo tensada quizá por la nerviosa aventura del partido y de la victoria. Pero felicidad. Y alivio. El objetivo se acaricia, es una realidad solo cuestionada por las matemáticas y una catástrofe en la que no se debe ni pensar.


"Espero que sea suficiente, pero hay que aguardar a las matemáticas, a que la salvación sea definitiva. Nos falta un punto para que así sea. Creo que no nos van a hacer falta más, pero nuestra obligación es sumar el máximo, aprovechar nuestra buena inercia y llegar a los 46 puntos", apuntó Gay, sereno. El entrenador del Real Zaragoza pasó por encima del polémico penalti pitado por Iturralde ("me cogió muy lejos, en estas jugadas siempre hay agarrones, pero me fue muy difícil de ver", dijo), antes de focalizar sus palabras en el desarrollo del triunfal partido.


"Hemos jugado un choque muy complicado ante el Espanyol. Los nervios y la ansiedad nos hacen precipitarnos y provocan que no juguemos demasiado bien. Aunque lo importante son las victorias…", subrayó Gay, que defendió lo méritos realizados por su equipo: "Roberto apenas ha tenido que intervenir en un balón rematado arriba. Nosotros tuvimos ocasiones claras con Adrián Colunga, Eliseu y la volea de Gabi. Hemos sido acreedores del triunfo".


José Aurelio Gay desvió el discurso hacia el sudor de sus jugadores. Quiso reconocerles el esfuerzo, el sacrificio de los últimos meses, las curvas sinuosas del camino, la superación de los pasos en falso, el tesón... “Debemos valorar el espíritu de sacrificio de este equipo, especialmente en el trabajo defensivo. En ataque nos cuesta más, pero atrás hemos realizado un trabajo encomiable. Creo que a Roberto solo le han marcado once goles... Ese trabajo defensivo es el que nos ha sacado de ahí abajo”.

Xerez es la próxima estación, quizá la definitiva de la que habla Gay. Un punto o un tropiezo en el pelotón de amenazados del que formó parte hasta hace nada el Zaragoza, significaría, con la calculadora ya apagada, la salvación. El objetivo (casi) cumplido por Gay.