REAL ZARAGOZA

Gay da con la fórmula

La progresión del Real Zaragoza la han alimentado los refuerzos invernales, pero también la evolución táctica hacia el 4-4-2.

Ha costado, se han perdido puntos inexplicables por el camino, se ha caminado por el alambre con una imagen espectral, se ha sudado desesperanza?, pero el Zaragoza ha resucitado. Han bastado dos victorias consecutivas para sacar al equipo del fango de la clasificación y, sobre todo, para descontaminar la atmósfera fatalista y escéptica que había generado un Zaragoza de fútbol pobre y camino del matadero. Todo es nuevo ahora. La victoria ante el Sevilla, un triunfo redondo, con argumentos, ha construido la imagen de un equipo renovado. De paso, ha fortalecido la figura de Aurelio Gay, cuyo crédito rozó su final en Tenerife. Ahora respira aliviado por los resultados y por la nueva compostura del equipo. Poco a poco, va engranando las piezas.

 

En el cambio del Real Zaragoza, hay una explicación irrebatible y sustancial: tiene aquello que le ha faltado durante toda la temporada. Ahora hay ladrillos para levantar el edificio. Los refuerzos invernales han elevado notablemente la calidad de la plantilla. Han llegado defensas que defienden y delanteros que atacan. Más allá del fútbol, está lo espiritual. Ha aterrizado gente hambrienta como Suazo o Colunga; un italiano, Contini, que ha transmitido carácter y agresividad a un equipo depresivo; Eliseu, deseoso de reactivar su fútbol tras patinar en el Calcio? Todo esto ha reciclado el negativismo instaurado en el vestuario.

 

Es obligatorio hablar de los nuevos fichajes como la piedra filosofal que ha mutado a un Zaragoza caótico en un Zaragoza resplandeciente, pero conviene no descuidar la evolución táctica marcada por el equipo aragonés en los últimos tres partidos.

 

A base de giros de volante, de experimentos, de resbalones, pasando minutos a bordo del caos, casi a contrapié; José Aurelio Gay le ha dado la vuelta a la pizarra. En menos de un mes, ha desarmado un 4-3-3 inviable en el Real Zaragoza para organizar al equipo en base al 4-4-2 que tumbó al Sevilla. Gay ha ejercido con flexibilidad y ha corregido sus principios tácticos, sin importarle aparcar su esquema favorito, con el que vistió al filial y al Real Zaragoza hasta el minuto 30 del partido de Villarreal.

 

Partiendo de ese 4-3-3, el Zaragoza naufragó ante el Real Madrid (6-0), cuando Gay aún era aún técnico provisional. Además, fue incapaz de golear por sus medios a Deportivo (0-0), Espanyol (2-1) y al colista Xerez (0-0), y se suicidó contra el Villarreal, que lo arrasó con tres goles en apenas 25 minutos. Con ese armazón, el Zaragoza entraba en desorden. Lo abrían las grietas entre líneas, se extraviaba en la presión, carecía de sostén defensivo y su zona de interiores y pivote era incapaz de conectar con la delantera, cubrir campo, cerrar espacios, y de marcar las pautas de juego. Sin los centrocampistas apropiados para funcionar así, con futbolistas como Ander, Lafita y Jorge López fuera de sitio, por esta zona moría el equipo. Arriba, la inanición consumía al triángulo de delanteros, donde el ariete formaba una isla desconectada de los extremos y el centro del campo. Pero Villarreal marcó el punto de inflexión. Gay retiró a los 30 minutos a Jorge López, sacó a Arizmendi, le recortó metros a los extremos y dibujó un 4-4-2. El Zaragoza reaccionó. Los dos delanteros y la presencia de Gabi mejoraron al equipo. Posteriormente, Gay arriesgó más acumulando gente en la delantera y casi se voltea el marcador.

 

Desconfiado aún del 4-4-2, pero ensayando matices, Gay trazó en Tenerife una 4-2-3-1 como esquema de transición, con Lafita de enganche. Este paso intermedio mejoró al equipo, pero la reacción llegó con la entrada de Gabi en el medio y de Colunga junto a Suazo, articulando un 4-4-2. Contra el Sevilla, Gay ya dio el paso y se acercó a un equipo tipo tras un mes de experimentos individuales y búsqueda de conclusiones: Ponzio mejora a Paredes en el lateral, Jarosik se ajusta mejor como central, Ander sufre lejos del último pase, Lafita no responde como extremo puro... Con estos signos y una fórmula ganadora, Gay ya puede desarrollar y perfeccionar su modelo.