REAL ZARAGOZA

Gay: "Aún no hemos hecho nada"

Después de dos victorias consecutivas en siete días, la depresión zaragocista ha mutado por euforia.

Gay, sonriente, ayer en la Ciudad Deportiva
Gay: "Aún no hemos hecho nada"
TONI GALÁN

Después de mes y medio de suplicio, en siete días ha hallado usted la calma.

Estas dos victorias ante Tenerife y Sevilla han generado una tranquilidad necesaria. De todos modos, en los cinco partidos que no conseguimos ganar antes, yo me he centrado mucho en algunos síntomas que daba el equipo y que me hacían albergar esperanzas. Por ejemplo, en casa no encajamos goles. Y fuera, hubo momentos el día del Espanyol y en la segunda parte de Villarreal que el equipo apuntó cosas buenas.

 

Pero la dinámica negativa del equipo no necesitaba de síntomas, sino de victorias y puntos. Esas explicaciones suyas no encontraron nunca oídos abiertos.

Está claro. Me acuerdo del día del Xerez, donde en la segunda parte hicimos oportunidades y presionamos bien. Es verdad que era el colista y que estaban con diez, pero solo nos faltó marcar. Pero, en efecto, al final no ganábamos a nadie. Yo veía mejorías, pero no se traducían nunca en victorias. En Tenerife, paradójicamente, hicimos el peor partido de todos hasta el último cuarto de hora. Y vino la reacción cuando ya no se esperaba.

 

Minutos mágicos aquellos del Heliodoro Rodríguez.

El equipo se vio sacudido por el gol del Tenerife y tuvo una reacción enorme. Con el empate, cambió totalmente. Es como si hubiese descubierto la yugular del rival y se tiró de golpe a morderle. Con el 1-3 vivimos una felicidad enorme. La gente lloraba de alegría. Los jugadores se liberaron del bloqueo mental que llevaban desde hacía muchos meses.

 

¿Ha pensado estos días que en Tenerife usted se quedó a un cuarto de hora de haber sido destituido?

No, en absoluto. Por supuesto, sabía que llevaba varias semanas y no había conseguido ganar ni un solo partido. Y, en esos casos, uno sabe que puede pasar cualquier cosa. Pero nunca tuve temor. En ningún caso se me fue la mente a pensar que ya no iba a seguir cuando acabase ese partido. De verdad.

 

Ganar al Sevilla fue un segundo paso de gran repercusión moral.

Sin duda. Se vio, además, que la gente ya se atreve a hacer cosas diferentes que hasta ahora no se observaban. El domingo vimos pases y combinaciones, controles del balón hechos con soltura. Los jugadores se ofrecían y había movimientos por delante de la pelota.

 

Pasar de la negatividad más absoluta a la euforia total en solo una semana tiene riesgos y necesita mesura. ¿Le preocupa que la gente piense que ya se ha encontrado la solución a los problemas y se relaje?

Tenemos muy claro que aún no hemos hecho nada. Solo hemos dado dos pasos importantes. Pero no se ha decidido nada. Seguimos estando a 2 puntos del descenso y con riesgo de volver a caer si no lo hacemos bien en Valladolid. Esa es la realidad. Los jugadores tienen la receta adecuada para saber administrar este cambio de tendencia. Solo tienen que seguir aplicando la normalidad y la naturalidad con las que estamos trabajando. Y, sobre todo, la prudencia. En todo.

 

El domingo en Zorrilla, ganar es dar un salto doble. Pero perder es retroceder a las arenas movedizas de la clasificación.

Es un partido tremendo. Si ganamos, podemos abrir una brecha con el descenso, siempre pendientes de lo que haga el Tenerife con el Mallorca. Si nos gana el Valladolid, volvemos a dónde estábamos. En cualquier caso, ocurra lo que ocurra, no va a ser definitorio porque quedan muchas jornadas. Pero tenemos claro que, si les ganamos, subimos dos escalones de golpe en la larga escalera que tenemos que remontar de aquí a mayo. Dejaríamos a tres rivales mal parados, con 5 puntos de colchón y probablemente el 'golaverage'. Ganando, daremos un paso muy amplio en nuestras aspiraciones.

 

A diferencia de lo que pasó en Tenerife, esta vez son los vallisoletanos los que arrancan el partido en zona de descenso. Se supone que estarán en un mar de nervios.

Es así. Ellos están en la misma situación mental que teníamos nosotros cuando afrontamos el partido del Heliodoro. Tenemos la ventaja de conocer esas sensaciones terribles y tenemos que saber qué se hace contra un rival que padece ese sentimiento de temor y que, en esas circunstancias, va a salir a morder apoyado por su gente. Este es un partido de verdad. De los de dar un golpe sobre la mesa.

 

Con los nuevos refuerzos, usted sigue buscando su once base y su esquema ideal. ¿En cuanto estima que lo tendrá ajustado todo?

Yo creo que estamos cerca, pero aún falta algo. Seguimos en un proceso de búsqueda. Por eso dije que necesitábamos tiempo. A varios de los nuevos los hemos subido al tren en marcha. Vienen sin una buena preparación física. Le está pasando a Suazo, a Jarosik, ahora a Edmilson. No sé cuánto tiempo necesitamos. No me propongo fechas. Lo que tengo claro es que, cuando las cosas salen bien, hay que tender a repetir el equipo.

 

Ha variado de sistema. Del 4-3-3 pasó al 4-2-3-1 y terminó el domingo con el maldito 4-4-2 de la anterior etapa. Usted no tiene prejuicios y no es nada cabezota.

Los sistemas son solo números. De alguna manera hay que colocarse en el campo. Pero lo más importante es el estilo. Partí con el 4-3-3 porque el equipo encajaba muchos goles y pensé que, con tres centrocampistas por dentro, ayudaría más a la línea defensiva. En casa lo conseguíamos, pero fuera no. De repente, vi que cuando quitaba un jugador del medio campo y sacaba un atacante más, el equipo parecía encontrarse más cómodo. Por eso he cambiado. Voy a ser siempre flexible en estos aspectos.

 

Contini es una pieza vital, vistas sus primeras actuaciones.

Es italiano. Nos ha transmitido seguridad, solidez y contundencia. Italia debe ser el único país donde los niños quieren ser defensas. Contini disfruta defendiendo. En España, salvo Puyol y tres más, se aprecia a los defensas sufrir en su tarea. Este disfruta. Es de los que te pone los dientes en la nuca. Y no se lo vamos a prohibir. Es algo que necesitábamos. Y, sobre todo, ha empezado a hablar desde el primer día. Pregunta el significado de las cosas: quiere conocer cómo se dice ancho, largo, salir, replegar? Eso es fundamental.

 

Suazo ha gustado en los dos últimos partidos, pero no en la faceta para la que fue fichado, que es marcar goles. ¿Cómo analiza su primer mes aquí?

Mientras que los goles los metan otros, es bueno que Suazo destaque por sus pases, sus paredes y sus apoyos al centro del campo. Pero cuando nos falten los goles, habrá que recordarle que él ha venido para marcarlos. He de reconocer que, el primer día, él mismo me advirtió que le gustaba venirse a la media punta. Creo que es uno de los delanteros centros más generosos que he visto nunca. Por ahora, tira poco a puerta y pasa mucho. Hemos encontrado un filón con él porque tiene una visión de juego espectacular. Devuelve muy bien las paredes y se gira rápido para buscar la siguiente acción. Pero yo le animo constantemente a que mire a puerta porque tiene un gran disparo. Está excesivamente generoso. Quiero que termine algunas jugadas más. Con seguridad, vamos a necesitar sus goles.

 

Edmilson es el medio centro que usted pidió hasta el último día del mercado. ¿Qué espera de él?

Ahora está muy justo de forma física. Muy justo. Está haciendo más sesiones de trabajo que el resto para acelerar su proceso de adaptación. Cuando esté bien, nos aportará experiencia, desplazamiento y salida de balón con las dos piernas y juego aéreo en las dos áreas. En un par de semanas, espero que pueda ser ya titular. Mientras, le iremos dando minutos.

 

¿Y los demás?

Jarosik, muy bien atrás. En el medio, se le hace muy grande el campo. Tiene un gran juego aéreo, mucha presencia. Le veo muy seguro y se complementa bien con Contini. De la gente de arriba, Eliseu es un hombre que puede jugar por las dos bandas y da mucha profundidad. Es verdad que hay muchos momentos donde no aparece en el área, pero quizá sea porque yo le estoy pidiendo mucho trabajo defensivo y no estaba acostumbrado. Y Colunga tiene cosas en ataque propias de genio. Le vamos a ver muchas veces quedándose solo delante de los porteros. Tiene que corregir un defecto serio, que es el trabajo de contención. Se abstrae por completo y eso no puede ser.

 

Por último, háblenos del resto, de los que ya estaban cuando los refuerzos han llegado. ¿Cuál es la reacción de los veteranos ante esta gran revolución del equipo?

Pasaron momentos difíciles semanas atrás, pero yo les veo muy bien ahora. El mercado de invierno amenazaba a cualquiera de la plantilla y eso se notó. Una vez que se ha cerrado, les veo tranquilos. Todos saben que, cuando se trae a tanta gente nueva en nuestra situación, es para jugar. Pero creo que ellos pasaban por un momento tan difícil anímicamente, que estaban esperando que alguien viniese a sacarles de aquí. Un entrenador o varios jugadores, da igual. Estoy seguro de que hubo un momento en el que se vieron incapaces de salir adelante por la dinámica tan mala que alcanzó el equipo. A algunos de ellos, este cambio les ha hecho mucho bien. Son muy buena gente. Es un vestuario muy sano.

 

¿Estas dos victorias han difuminado la sombra de Víctor Muñoz para siempre?

Ese es un tema olvidado. Son cosas que pasaron en su momento y que ahí quedan. He tratado de comerme el coco lo menos posible para que no me afectara. Nunca he perdido el rumbo con la posible llegada de Víctor Muñoz.