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Blasco: “Ahora sabemos qué quiere el entrenador y nos sentimos más a gusto”
El central de la SD Huesca espera asentarse en los planes de Antonio Hidalgo tras la grave lesión de Rubén Pulido.
Jérémy Blasco quiere aposentarse en la defensa de la SD Huesca. Los azulgranas se han hecho más sólidos de un tiempo a esta parte y acumulan tres jornadas sin recibir goles; la desgracia de la grave lesión de Rubén Pulido exigirá a los efectivos restantes un rendimiento óptimo en la escalera que se aproxima este mes de noviembre. Primero, con la visita del Espanyol el domingo (18.30, LaLiga TV Hypermotion) y después ante Real Zaragoza y Valladolid. Oportunidades para que el francés se suba al tren de la regularidad y participe de esa mejoría general a falta de mayor acierto ante la portería contraria.
Mirando a la propia, los oscenses han echado un candado que quieren mantener en la exigente cita con los pericos. El ambiente de trabajo es otro. Las caras después de la victoria ante el Amoebieta denotan alivio y más seguridad en ellos mismos. El zaguero señalaba este jueves que se viene de una semana “muy positiva” en la que “se han sumado untos y la confianza siempre es buena para el grupo, mentalmente salir reforzados. Ahora nos viene un rival que lucha por estar arriba y con la seguridad no tan alta después de resultados complicados, quizá es el momento para seguir sumando puntos”.
A punto de cumplirse un mes desde la llegada de Antonio Hidalgo al banquillo de la SD Huesca, para Blasco ha sido “la primera vez que vivo un cambio de entrenador y no sabía cómo iba a ser”. El catalán, “transmite otras ideas, tiene una visión diferente y hasta que nos lo ha inculcado a los jugadores y lo hemos podido poner en práctica han pasado dos semanas, ahora sabemos mejor lo que quiere, estamos más a gusto y bien colocados en cualquier momento del partido y se nota”.
Se encuentra “bien físicamente”, y lo sucedido con Rubén Pulido es algo que “nunca se desea, pero así es el fútbol y los males de unos son bienes para otra gente”, dicho esto siempre con un respeto máximo por el compañero. El de Bayona, de 24 años, ha actuado con intermitencia en lo que va de curso. Titular en siete de las 14 jornadas hasta la fecha, se refiere a que “son decisiones de entrenador, intento hacerlo lo mejor posible para ser titular y ellos deciden. Entreno como se debe y hago todo, habrá que seguir y darle duro, y si entro trabajar para ser fijo durante el año”.
Alude a una “madurez” cocinada a partir de su estreno en Segunda División con la Real Sociedad B: La primera temporada con ellos era de adquirir experiencia en la categoría. Fui creciendo poco a poco con momentos peores y refuerzos, y en este tercer año me siento asentado en la categoría, a gusto, soy un jugador de Segunda, ahora sí”.
El francés quiere seguir progresando en una SD Huesca que en el aspecto defensivo es “de los mejores equipos de la liga” y arrastra el hándicap de que “nos cuesta hacer gol, era un tema de confianza y entras en un bucle negativo, no te atreves a finalizar y ahora incidimos en eso”. Confía “en los de arriba como ellos en nosotros atrás. Que se atrevan y seguro que vendrá el gol”.
El Espanyol es ahora el conjunto que se interpone entre los azulgranas y en anhelo de ganar el primer partido en El Alcoraz. Para conseguirlo, Blasco considera que “hemos de centrarnos en nosotros. Llegan con un entrenador nuevo y pueden estar nerviosos, pero nosotros tenemos que pensar en lo nuestro y prepararnos bien, habrá que luchar y jugar de la misma manera”. Aboga por mirar “lo menos posible” la clasificación, “venimos de una semana buena y eso hay que mirar, centrarse en el siguiente partido”.
De cara a los aficionados, el defensa indicaba que “lo que hay que hacer es ayudarnos de la mejor manera, sé que no es fácil para nadie, pero si nos apoyan lo será. Por parte de los futbolistas, hay que darles en el campo para que nos apoyen todo el partido”. Los azulgranas se entrenaron este jueves en la Base Aragonesa de Fútbol con la única ausencia de Abou Kanté, que sigue arrastrando molestias físicas y se quedó en el gimnasio. En principio, sería la única baja frente al Espanyol y volverá Óscar Sielva al once después de haber cumplido en Lezama un partido de suspensión.
