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El Huesca dice adiós a Benasque y a la primera parte de la pretemporada
Los azulgranas regresan a casa tras una semana aprovechada para progresar en aspectos físicos y tácticos, y para estrechar lazos en la plantilla.
La planificación inicial incluía un último entrenamiento por la mañana este jueves antes de emprender el regreso a casa. Sin embargo, finalmente, gracias al buen sabor que habían dejado las ocho sesiones de trabajo previas realizadas en el campo de Los Escuadros, el cuerpo técnico optó por sustituirlo por una actividad de rafting a la que solo acudieron los jugadores y que sirvió para desentumecer. La SD Huesca ya ha dicho adiós a la que ha sido su duodécima estancia en Benasque, un ‘stage’ que ha resultado útil para meter carga física a la plantilla y progresar en aspectos tácticos.
En la que es la segunda campaña con Cuco Ziganda al frente del banquillo azulgrana, el técnico navarro se ha propuesto evolucionar el juego del equipo. A la fortaleza física construida en su primera temporada, le quiere añadir más presencia ofensiva. En los entrenamientos, el balón ha estado muy presente y desde el principio ha ensayado conceptos como el inicio del ataque desde portería así y dos sistemas muy concretos que ya venían siendo los de cabecera, el 4-4-2 y el 5-3-2. Ha explorado las posibilidades de diversos jugadores como Loureiro, que ha hecho de central y de lateral, Soko, que ha actuado en ocasiones de segundo punta, Kanté, al que ha testado en banda, o Valentín y Mateu, que han sido carrileros, y poco a poco ha ido ampliando la exigencia. Los ensayos arrancaron con partidillos a medio campo. Después el terreno de juego fue creciendo hasta alcanzar el campo completo justo el miércoles, el último día.
El técnico ha mantenido múltiples charlas grupales y también reuniones individuales para explicar a cada jugador lo que espera de él. Entre los mensajes que les ha dejado figura el hecho de que “todos parten de cero”. También la petición de que cada uno de lo mejor si mismo. “Unos podrán despuntar por su calidad y otros por su capacidad física, pero si no lo damos todo ninguno lo hará”, es una de las frases que ha dejado.
El club valora de forma muy positiva las estancias en Benasque, gusta el entorno, sus posibilidades y también lo que implica dentro de su política de hacer provincia. En lo estrictamente deportivo, según apunta Fernando Sarasa, el jefe de los servicios médicos del club, “el entrenamiento en altura, tiene una gran importancia a nivel fisiológico, ya que permite trabajar en deuda de oxígeno, para el mismo movimiento que haces al nivel del mar, tienes que hacer más esfuerzo. Todo tu sistema cardiovascular y muscular trabaja en un estrés mayor para que luego, cuando bajes al nivel del mar, estés más fuerte”.
El grupo que se bajó del autobús el viernes pasado estaba compuesto por 26 jugadores y el que se volvió a subir también. Eso sí, las caras no fueron exactamente las mismas. El lunes se incorporó a la concentración Escriche una vez concluido su permiso por haber terminado más tarde la temporada con el Albacete y el miércoles se fue Kevin Carlos, cuya cesión al Yberdon se ultima. El siguiente en sumarse al equipo será Andrei Ratiu, cuyas vacaciones se alargaron por su convocatoria con Rumanía.
El equipo entrenará el viernes en la Base Aragonesa de Fútbol y guardará descanso los dos días siguientes. La semana que viene comenzará una nueva fase en el camino hacia la próxima liga, la de los amistosos. El martes a las 19.30 se mide a Osasuna en la localidad navarra de Lerín.
