Desde que dio el salto al fútbol profesional, la SD Huesca ha contado en sus filas con futbolistas que en un pasado más o menos reciente habían ganado títulos europeos. El club azulgrana ha reunido a campeones de Europa como Antonio Núñez, con el Liverpool en 2005, o Rubén Yáñez con el Real Madrid en 2016 y 2017. O a un Shinji Okazaki que conquistó la Premier League con el Leicester en 2016. Lo que no ha sido común es encontrar futbolistas que hayan levantado trofeos continentales tras su paso por el club azulgrana. Algo que puede darse dos veces con Rafa Mir y Sergio Gómez.

El delantero cartagenero, enrolado en las filas del Sevilla, se proclamó el pasado 31 de mayo campeón de la Europa League. Los hispalenses superaron a la Roma en la tanda de penaltis tras el 1-1 del tiempo reglamentario y Mir, que ha cumplido allí su segundo curso, lo tuvo que ver desde el banquillo. No participó en el encuentro celebrado en el Puskas Arena de Budapest, pero ha contribuido al título con tres apariciones ante el PSV en la fase de grupos y el Fenerbahce en los octavos de final. Mir jugó en la SD Huesca cedido por el Wolverhampton inglés durante la segunda vuelta de la temporada 19-20 y la 20-21 en Primera, donde sus 13 goles llamaron la atención de un Sevilla que lo fichó en propiedad por unos 15 millones de euros.

Compartió vestuario con Sergio Gómez, enrolado en la SD Huesca en esas dos mismos ejercicios a préstamo del Borussia Dortmund. Míchel Sánchez lo empleó en varias posiciones y tras pasar por el Anderlecht belga se le presentó la oportunidad de su vida al recibir la llamada del Manchester City, con el que puede proclamarse vencedor de la Liga de Campeones este sábado si derrota al Inter de Milán en Estambul. Aunque Pep Guardiola le ha utilizado poco y no aparece en el once tipo de los ‘citizens’, ha contribuido en cinco compromisos europeos ante Sevilla y Copenhague en la fase de grupos y el Leipzig en los octavos de final.

No son los primeros. Muchas décadas atrás, el aragonés Tomás Moreno fue pionero en jugar para el Huesca, entonces denominada Unión Deportiva Huesca, fichar por un grande, el FC Barcelona, en 1951 y ganar la ya extinta Copa Latina, precedente de la Copa de Europa que estaba organizada por las federaciones española, francesa, italiana y portuguesa. Lo hizo en 1952 en París, donde los blaugranas se impusieron al Niza por 1-0.