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Cinco años del ascenso en Lugo: la Ítaca a la que la SD Huesca quiere regresar algún día

Se cumple un lustro de la victoria que abrió por primera vez las puertas de la máxima categoría.

La expedición azulgrana que tocó la gloria en Lugo hace doce meses posa con los aficionados.
La SD Huesca posa con los aficionados aquel 21 de mayo de 2018.
Rafael Gobantes

Los caprichos del calendario determinaron que la SD Huesca acudiese a Lugo un día antes de celebrar el quinto aniversario del día en que todo cambió. El 21 de mayo de 2018 llamó a las puertas de la Primera División con la victoria por 0-2 en el Anxo Carro. El mismo escenario donde el pasado sábado se impuso por 1-2 y rompió una muy negativa racha de partidos sin ganar fuera de casa cuando la permanencia en Segunda ya era un hecho desde la semana anterior. Dos hitos de muy diferente relevancia que retratan lo que el club consiguió entonces y el presente que le observa ahora, con la élite lejos y una situación económica precaria.

De los protagonistas de entonces solo permanece en la plantilla el capitán, Jorge Pulido, que descansó este fin de semana y en ese duelo para la historia marcó su primer gol con el equipo oscense, el segundo de una noche en la que la SD Huesca estuvo acompañada en las gradas por más de 400 aficionados. Pero el club no quiere deslizarse por el tobogán de la nostalgia. Pulido va más allá y lo ha señalado en sus redes sociales. Ha recordado que aquel fue “el día”, en mayúsculas, y ha mirado más allá: “Tocamos el cielo, dimos a conocer al mundo lo que supone el no reblar y pudimos ver como unos pocos tienen la fortaleza de millones”.

Han transcurrido “cinco años de alegrías, tristezas, pero sobre todo, cinco años de aprendizaje”, y el capitán azulgrana ha añadido que “ahora toca volver a empezar, y estoy seguro que esos 200.000 mil corazones y 9.000 gargantas nos ayudarán a luchar por todos nuestros sueños”. Un guiño a lo que está por llegar sin perder de vista ese pasado glorioso. Un lustro con dos ascensos a la máxima categorías y sus descensos al año siguiente; una temporada, la 21-22, decepcionante a todos los niveles y la posterior, a punto de terminar, en la que se ha abrochado el objetivo de la salvación con menos holgura de la que hizo prever el rendimiento del equipo de Cuco Ziganda en la primera vuelta.

Los oscenses bajarán el telón el sábado ante el Eibar en El Alcoraz (21.00, LaLiga SmartBank TV), y dispondrán de la ocasión de batir a los armeros y alcanzar así los 55 puntos. Superarían en uno el bagaje de la campaña anterior y también se pone en juego la clasificación más alta posible. La SD Huesca se podría mover, en el mejor de los casos, en torno al puesto 12º; en el peor, caerse hasta la 18ª posición. El trabajo tras amarrar la permanencia matemática con el empate frente a la Ponferradina no se detuvo y el horizonte claro se situó en un seis de seis que empezó a cumplirse en Lugo con el triunfo forastero 220 días después.

Para volver a empezar se han se cuadrar cuentas y el club azulgrana empezará a poner negro sobre blanco la planificación estival con el límite salarial rebasado y una deuda que se quiere terminar de compensar en tres etapas, de los casi seis millones de pérdidas hasta el superávit. Hasta 23 futbolistas cuentan con contrato en vigor; no así piezas clave como Andrés Fernández y Juan Carlos Real, además de Florian Miguel, Kento, Tomeo o los cedidos Obeng y Javi Martínez. También se deberá tratar el futuro de los jugadores a préstamo en otros clubes y el presumible ascenso de Las Palmas brindará 1.350.000 euros a las arcas azulgranas debido al acuerdo por Sandro Ramírez.

¿Qué fue de los héroes de aquel ascenso?

De los 18 jugadores que viajaron a Lugo cinco años atrás, cuatro compiten en Primera División: Chimy y Moi Gómez en Osasuna, Remiro en la Real Sociedad y Melero en el Almería. Jair milita en el Real Zaragoza, Ferreiro en el Cartagena, Vadillo en el Eibar y Gallar en el Málaga. Camacho, Aguilera y Sastre han colgado las botas. Cucho Hernández y Akapo compiten en el fútbol estadounidense; Brezancic, en Serbia y Alexander González, en Venezuela. Luso Delgado ha jugado con La Almunia en Tercera RFEF y Roberto Santamaría en el Tudelano. El hacedor de aquel sueño, Rubi, dirige al Almería en pos de la permanencia.

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