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La SD Huesca pierde en El Alcoraz 16 jornadas después
El Alavés se impuso por 0-1 en un partido muy igualado que se definió en una acción aislada en la segunda parte.
No hubo 16º partido consecutivo sin perder en El Alcoraz. La SD Huesca de Ziganda cayó por 0-1 ante el Alavés y se quedó sin batir la marca establecida con Rubi en la 2017-18. En la actual temporada la ha igualado que no es poco. La anterior derrota, un 2-3 con el Cartagena, se remontaba al 21 de agosto. Es decir la racha de quince encuentros llevaba vigente más de siete meses. Se quebró ante un rival que pugna por el ascenso en un duelo de patrón no muy diferente al habitual, mucha defensa y poco ataque. Hasta los últimos veinte minutos el aroma era de empate si alguna acción puntual no cambiaba el ritmo. La tuvieron los vitorianos en su única aproximación seria de la segunda parte y no la desaprovecharon.
El golpe definitivo llegó cuando los locales -que en el computo global engarzaban ocho careos puntuando- más dominaban después de que el primer periodo hubiese sido solo apto para los muy cafeteros. El resultado dificulta mucho pensar en llegar a cotas cercanas al ‘play off’ como la séptima plaza e invita a centrarse en capturar cuanto antes los cincuenta puntos de la salvación. Se llevan 43, restan ocho jornadas y en la próxima hay que recibir el domingo al Burgos de nuevo a las 14.00.
Ziganda vistió a su equipo con el esmoquin de los partidos de casa, apostó por lo más parecido a un once de gala. Hubo siete novedades respecto al 0-0 frente al Villarreal B de la semana anterior. Solo siguieron Andrés, Blasco, Sielva y Obeng. Vilarrasa suplió al sancionado Miguel, Timor dejo su sitio a Salvador, regresaron Juan Carlos y Valentín, y no importó que Jorge Pulido y Joaquín hubiesen estado entre algodones toda la semana. Fueron titulares. Tras un golpe, el malagueño, que llegaba con problemas en un tobillo, tuvo que pedir el cambio antes del descanso. Lo suplió Lombardo, con protagonismo en aumento.
Lo mejor de la primera parte fue el resultado, el empate sin goles que al menos dejaba todo abierto. El juego resultó una continuación del de Villarreal, falto de ritmo y emoción, muy centrado en evitar lo que pudiese proponer el rival y poco atento a lo que el Huesca -que acumula dos jornadas famélico en ataque- sea capaz de generar. Con dos defensas aguerridas, no hubo continuidad en ninguno de los dos lados. Muchos golpes, empujones y caídas, poco balón a ras de césped. El único cosquilleo, y de temor, se sintió ya en su desenlace con dos ocasiones seguidas del Alavés.
Se intentó llegar a meta mediante las acciones a balón parado. Sielva botó dos faltas en un tramo inaugural en el que hubo cierta alternancia en la zona del campo ocupada, pero ambas acabaron en las manos de Sivera.
El meta babazorro había sufrido en el primer minuto un resbalón que Valentín quiso castigar con un tiro cercano a la medular que se fue muy desviado. El otro disparo local fue de Sielva que culminó por encima del larguero una contra que se fue enredando y que había arrancado Valentín.
El cambio de Lombardo por Joaquín no varió en exceso el panorama, casi al contrario, aunque es justo decir que coincidió con un momento en el que los esfuerzos previos ya se dejaban notar. El francés se fue a la banda y junto a Obeng se colocó Juan Carlos.
El Alavés gozó de cuatro saques de esquina, pero ninguno dio problemas. Los sustos llegaron en el desenlace, en el que el control fue vasco. Jason, en primer término, probó a Andrés con un tiro en el que Vilarrasa lo dejó muy solo y después peinó un centro de Rioja que se paseó por la línea de gol.
El Huesca arrancó el segundo acto punzando. En una falta similar a las del comienzo del choque, Sivera tuvo que despejar ante Sielva y, en un córner sacado por Juan Carlos, Obeng cabeceó en el palo corto y en el largo Jorge Pulido no llegó por poco.
Las zancadillas y golpes, eso sí, continuaron y el árbitro González Francés decidió que había llegado la hora de mostrar las amarillas. En cuestión de cinco minutos vieron tarjeta el local Lombardo y los visitantes Sedlar y Salva Sevilla.
El Huesca pasó a ser más dominante, pero entonces se encontró con el muro que levantaron Sedlar y Abqar, torres físicas y rápidas, sobrias, que cometen pocos fallos. Para tratar de derribarlas se cambió la línea de ataque. Se fueron Juan Carlos y Obeng por Javi Martínez y Carrillo, que tuvo minutos un mes después. Acto seguido llegó el mazazo del 0-1 en un centro lateral de Rubén Duarte en el que Tenaglia remató fácil de cabeza.
Ratiu y Vilarrasa se fueron al suelo con problemas físicos y para el desenlace entregaron sus testigos a Kanté y Mateu. El equipo se recolocó en un 3-5-2 y pasó claramente a la ofensiva frente a un contrincante que desistió de tener el balón y se atrincheró. Carrillo tuvo un cabezazo, se intento con las faltas, los córners y los centros de Mateu. A uno, ya en la prolongación, casi le saca partido Jorge Pulido. Forzó un saque de esquina, al que subió Andrés, pero que se quedó en nada.
Ficha técnica
SD Huesca: Andrés, Ratiu (Mateu, 78), Blasco, Jorge Pulido, Vilarrasa (Kanté, 78), Valentín, Salvador, Sielva, Juan Carlos (Javi Martínez, 71), Joaquín (Lombardo, 32) y Obeng (Carrillo, 71).
Deportivo Alavés: Sivera, Tenaglia, Abqar, Sedlar, Duarte, Jason (Javi López, 87), Blanco, Sevilla (Toni Moya, 61), Luis Rioja (Balboa, 90+3), Guridi (Laguardia, 90+3) y Miguel (Villalibre, 61).
Goles: 0-1, min. 73: Tenaglia.
Árbitro: González Francés (Comité de Las Palmas). Amonestó con amarilla a los locales Lombardo (54) y a los visitantes Sedlar (53), Salva Sevilla (58), Guridi (80).
Incidencias: Partido correspondiente a la 34ª jornada de liga de Segunda División disputado en El Alcoraz ante 5.413 espectadores. Más de 200 aficionados del Alavés.
