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La nueva SD Huesca prueba su medicina
El equipo azulgrana explota el juego aéreo pero también sufre cuando el rival cuelga balones al área, como ha sucedido en los dos primeros amistosos.
La semana ha dejado el estreno de la SD Huesca en los dos primeros amistosos veraniegos, saldados con un empate ante Osasuna Promesas (1-1) y una derrota ante Osasuna (4-3). Dos oportunidades para poner en práctica lo que el conjunto dirigido por Cuco Ziganda lleva ensayando desde el comienzo de los entrenamientos el pasado 6 de julio. Sobre todo, para que se vaya configurando el estilo que practicará durante la temporada que arranca dentro de 19 días en el estadio del Levante. Los azulgranas, todavía con la plantilla incompleta, han mostrado filo ofensivo y fragilidad defensiva con el patrón del juego aéreo como moneda común.
Ziganda quiere un Huesca abierto, en el que cobre importancia el papel de los extremos, y también cuenta con futbolistas para interpretar el juego por dentro. Ambas tendencias se han puesto en liza ante los dos equipos rojillos. El sábado frente a Osasuna, los oscenses enviaron 22 balones al área de Osasuna, los mismos que su rival. 16 de ellos en la primera mitad, cuando el entrenador situó a Soko en la banda derecha y Marc Mateu en la izquierda, con Ratiu y Florian como laterales largos, y seis en la segunda. Joaquín Muñoz y Juan Carlos Real bajaron la pelota al suelo con Gerard Valentín e Ignasi Vilarrasa cubriéndoles las espaldas.
Así, el Huesca se puso al mismo nivel de un equipo de Primera División en un tramo el verano aún temprano, que iguala las fuerzas y también avanza tendencias. Osasuna fue más eficaz y, como también el Promesas, hizo daño y lo recibió de un modo similar. Escriche marcó frente al Promesas el primer gol del verano al rematar un centro preciso de Valentín y tras un envío previo de Mateu en el otro extremo. El propio Mateu asistió a Patrick Soko para el 0-1 con Osasuna y los otros dos goles de este amistoso, obra de Joaquín Muñoz y David García, presentaron una naturaleza diferente: el primero, tras una combinación con Escriche y el segundo, de un fuerte disparo desde fuera del área.
Osasuna, como tres días antes su filial, hizo daño en el juego aéreo. En el empate con el Promesas, Rabadán hizo el 1-1 a la salida de un saque de esquina. Javi Martínez remató un centro de Kike Barja desde la izquierda para iniciar la remontada navarra el pasado sábado en Mendigorría. Barbero anotó el 3-2 en otro cabezazo tras una acción similar y Chimy Ávila el 4-3 después de hacerse con el rechace fruto de un error defensivo. Al margen de que se trate de partidos de preparación, entrenamientos con uniforme, y de la mayor entidad del contrincante, los cinco goles encajados en dos citas revelan una cierta inconsistencia atrás. También lógica a falta de que se incorporen dos centrales más y con experiencia en Segunda.
En ataque, la SD Huesca ha contado con cuatro goleadores diferentes y de distinta naturaleza. Un delantero (Escriche), dos extremos (Soko y Joaquín) y un canterano (David García). El sábado, Cuco Ziganda alineó juntos por primera vez a dos puntas, Escriche y Kevin Carlos, y dio la alternativa durante la segunda mitad a Abou Kanté, aunque su paso por el partido fue discreto. Sin Sandro Ramírez en las dos primeras citas del verano, el juego ofensivo se sujeta por varias esquinas. También resalta la labor de los jóvenes. Si Hugo Anglada brilló en los 90 minutos que jugó ante el Promesas y compone de momento una pareja de nivel con Jorge Pulido, David García se reivindicó en Mendigorría.
