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La SD Huesca, irreconocible a domicilio
El equipo azulgrana era el quinto mejor equipo visitante hasta que ha encadenado cuatro salidas sin ganar, con un punto de doce posibles.
Ahora que la SD Huesca ha sacado lustre a sus números como local, con diez puntos sumados de los últimos 12 en juego, el desplazamiento a Málaga sitúa a los azulgranas ante el objetivo de volver a ser los que eran a domicilio. Hasta la victoria del pasado 8 de enero en Cartagena (0-3), el quinto mejor visitante de la Segunda División. Después, un empate y tres derrotas han estropeado la cara forastera de los de Xisco Muñoz. Se habían mostrado solventes hasta entonces y quieren recuperar este espíritu el domingo en La Rosaleda (18.15, Movistar LaLiga).
Aquella goleada en Cartagonova y la posterior derrota en casa con la Ponferradina (1-2) el 23 de enero marcaron el cambio de paradigma. Desde entonces, el Huesca antaño dubitativo en El Alcoraz ha acumulado victorias ante Mirandés, Lugo y Burgos y un empate con Las Palmas en los que ha mantenido la portería a cero. Y ha caído ante Eibar (2-1), Ibiza (2-1) y Alcorcón (1-0) además de empatar en Oviedo (3-3) un partido en el que encajó tres tantos en la primera media hora y protagonizó después una reacción de mucho mérito.
La principal consecuencia de este trasvase de rendimiento en El Alcoraz y fuera de él se refiere a la incapacidad azulgrana de alcanzar una línea regular que sí se persigue en el tramo final de diez jornadas en las que cerrar la campaña de una manera, como mínimo, decorosa. En este intervalo ha pasado de ser el quinto mejor visitante al cuarto peor, solo superado por Ibiza, Fuenlabrada y Amorebieta. Los de Xisco Muñoz empezaron a perder el paso ante el líder en Ipurua, un Eibar que remontó el gol inicial de Jaime Seoane. Tras el Carlos Tartiere, Ibiza y Alcorcón supusieron dos de las actuaciones más pobres de toda la temporada.
El Huesca también presentaba mejores números fuera de casa hasta el partido de Cartagena. 16 puntos sumados como visitante por 14 en El Alcoraz, una tendencia a la que se ha dado la vuelta ahora con los 24 puntos locales y 17 visitantes. Un receso evidente en un bloque que ya ha perdido en la segunda vuelta los mismos encuentros que en la primera, cuando cayó en los estadios de Las Palmas, Lugo y Burgos. Con Xisco se había mantenido invicto en todas sus salidas hasta Éibar: Ponferradina, Mirandés, Almería, Sporting y Cartagena, en las que sumaron nueve puntos de los 15 en juego.
Ni los propios futbolistas aciertan a elaborar un diagnóstico que explique esta situación. Cuatro partidos imbatidos en El Alcoraz frente a los ocho tantos recibidos en Éibar, Oviedo, Ibiza y Alcorcón. El balance de seis goles a favor en casa y cinco en contra es el único que acerca el rendimiento en uno y otro sentido. La fragilidad defensiva que no se ha solucionado lejos de la capital oscense ha castigado a los azulgranas, que tampoco han sacado todo el rendimiento posible a los goles foráneos que anotan. Han sumado 20, nueve de ellos en las victorias ante Real Sociedad B (0-2), Girona (1-3), Mirandés (0-1) y Cartagena.
Los once restantes se reparten en tres empates y cinco derrotas. El Huesca solo se ha quedado sin marcar fuera de casa en tres de sus 15 desplazamientos: en el derbi aragonés de La Romareda (0-0), Almería (0-0) y Alcorcón hace dos fines de semana. Se abre la puerta de Málaga, donde el conjunto local no gana desde el 20 de noviembre del pasado año, cuando superó a Las Palmas. Desde entonces ha encadenado tres empates y cuatro derrotas, alguna tan abultada como un 0-5 ante el Ibiza.
