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Nacho Ambriz: "El responsable soy yo"
El técnico de la SD Huesca lamentó los "errores que cuestan partidos" y estaba "apenado por la afición" tras la derrota con el Tenerife (1-2).
Nacho Ambriz asumió en la sala de prensa su cuota de responsabilidad por la derrota ante el Tenerife (1-2), la cuarta en ocho jornadas, y por el discurrir de la temporada lejos de las cotas que se esperaban. El entrenador mexicano de la SD Huesca buscó razones para un partido decepcionante y trató de explicar sus decisiones tras el descanso, con los relevos de Juan Carlos y Nwakali en el centro del debate. A su entender, "estábamos muy abiertos entre Kelechi y Seoane y lo estaban aprovechando. Quise más orden y Juan Carlos participaba poco. Si hay un responsable soy yo".
Ambriz estaba "apenado con la gente que quería ver un buen partido. Nos empatan rápido y cometemos errores que cuestan los puntos", repitió en más de una ocasión en la sala de prensa del estadio. Analizó que "los rivales nos toman la medida y se echan atrás. Lo estamos trabajando pero los resultados no me agradan. Cuatro derrotas son muchas, no lo tenía planeado y no es nada grato para la afición ni para mí". Sigue distinguiendo entre "ocuparse" de los problemas y "preocuparse" por ellos: "Me ocupa todo, no me preocupa. Noches largas, cosas que se hacen bien y mal... Pensaba que habíamos recuperado la confianza pero ahora queda calma. Queda por mejorar y todos hemos de poner de nuestra parte", añadió Nacho Ambriz.
El técnico sabe que "cometemos fallos y regalamos varias pelotas, el equipo no mantiene el equilibrio emocional. Si hay un responsable, soy yo". Los azulgranas no estuvieron "precisos" y el rápido empate del Tenerife "fue un mazazo y algo no hacemos bien, la pelota no fluye y no generamos". Para Ambriz, "no es que falten herramientas, nos queda trabajo. No soy de quejarme, me gusta trabajar y que el Huesca entienda lo que le pido".
También se le preguntó por Seoane y no quiso individualizar en su análisis: "Toma la batuta para sacar la pelota, no puedo culpar a un solo jugador. Estudiaré cómo ha de fluir el equipo". Desde ahora, el derbi de La Romareda cobrará un protagonismo inevitable y el mexicano lo entiende como una oportunidad para la "revancha": "De haber ganado se llegaría con más energía. Esto es una bofetada. El Zaragoza comete sus errores y es quizá una oportunidad de revancha".
El primer partido tras el final de las restricciones reflejó una entrada de 6.826 espectadores, a uno 500 del récord fijado en el Huesca-Barça de la campaña 18-19. El regreso de peñas como Alcorazados se dejó notar pese a la decepción final y a la despedida con algunos pitos al equipo. Asimismo, se estrenó la nueva tienda oficial del estadio.