Los plazos avanzan con una velocidad implacable y la cuestión del lateral zurdo es la que más urge en una Sociedad Deportiva Huesca que ya trabaja a contrarreloj, con el cierre del mercado invernal encima. Este jueves a medianoche será el momento de colgar los teléfonos y dar por concluidas las negociaciones y el club azulgrana quiere que, al menos, lleguen tres futbolistas más. El lateral es el prioritario, y tras él un jugador polivalente que pueda actuar en banda y, si se dan las circunstancias, otro defensa. Las negociaciones siguen abiertas y se encuentran todavía algunas resistencias por vencer.

Un nombre se mantiene en la agenda azulgrana, si bien la resolución favorable a los intereses del Huesca es compleja. Brian Oliván, al que también se pretendió en verano, sigue siendo el preferido por la dirección deportiva. Si antes de que arrancase la temporada fue el club gaditano el que rompió toda posibilidad, es ahora el jugador quien pone trabas a una oferta que el club oscense califica de "importante" y que contemplan con mejores ojos los rectores de la entidad amarilla.

El problema reside en que Oliván, nacido en Barcelona hace 24 años y que todavía no se ha estrenado en Primera, quiere incluir en el contrato que le vincule con los aragoneses una cláusula por la que pueda desligarse de la entidad automáticamente en caso de descenso a Segunda División. La postura del defensa choca frontalmente con el parecer del Huesca, que no comparte esta visión del corto plazo y quiere cerrar con el jugador un contrato de larga duración del mismo modo que ha hecho en este mercado invernal con Enric Gallego.

Cádiz, Huesca y el futbolista tratan de alcanzar un entendimiento que no parece sencillo. El club andaluz va a fichar a otro lateral zurdo, el uruguayo Luis Alfonso Espino y contaría con tres piezas en esta demarcación, las dos citadas más José Joaquín Matos, por lo que ha de dar salida a alguna de ellas mediante un traspaso o cesión. Brian Oliván debutó en Segunda en la campaña 2014-15 en las filas del Real Valladolid y después lo fichó el Granada para cederlo al Cádiz en el verano de 2016.

Los cadistas pagaron por él 500.000 euros al año siguiente, la misma cantidad que solicitaban al Huesca el verano pasado y que acabó anulando (o postergando) la operación. Oliván ha sido de manera irregular el lateral zurdo del Cádiz, puesto que nunca ha sido un jugador intocable para el técnico Álvaro Cervera. Matos fue el titular al comienzo del curso y el catalán le ha arrebatado el puesto desde la décima jornada.

El Huesca ha manejado alternativas que podrían retomarse si la opción de Oliván no cuaja. Una de ellas es Carles Planas, lateral zurdo del Girona con pasado en la cantera del FC Barcelona y el Celta de Vigo. Sin embargo, el defensa de 27 años acumula dos campañas en las que su rendimiento se ha visto mermado por las lesiones y lleva sin jugar con los de Eusebio Sacristán desde finales de noviembre por un problema en los isquiotibiales que no termina de remitir y que ha hecho a los rectores azulgranas recapacitar sobre la idoneidad de su incorporación.

Francisco Rodríguez tiene a su disposición a 21 futbolistas después de que se hayan producido cuatro bajas y dos altas en lo que va de mercado invernal. Han llegado el delantero Enric Gallego y el centrocampista Yangel Herrera y ya no se dispone de Rúben Semedo, Lluís Sastre, Serdar Gürler y Samuele Longo a la espera de que se resuelva la salida de Rajko Brezancic. Tampoco puede contar con el lesionado Luisinho Correia. Con cuatro fichas libres, el margen de maniobra el grande y el tiempo cada vez más limitado. Se avecinan días frenéticos.