La llegada de Remiro a la SD Huesca se atasca y la cesión de Gürler ya es oficial

El Athletic no quiere ceder al guardameta hasta que éste no renueve su contrato que finaliza el 30 de junio. Gürler se marcha al Goztepe

Remiro, durante un entrenamiento con la SD Huesca
Remiro, durante un entrenamiento con la SD Huesca
Verónica Lacasa

El abrazo de bienvenida a Álex Remiro tendrá que seguir esperando. La cesión que un día antes parecía cerrada a falta de unos últimos retoques y a la cual se esperaba dar oficialidad a la mayor brevedad, este jueves se complicó ante las reticencias del Athletic. El acuerdo entre la Sociedad Deportiva Huesca y el guardameta navarro está cerrado. Sin embargo, la entidad vizcaína, con la que tiene contrato hasta el final de la temporada, se resiste a dejarle marchar si antes no renueva y, a tenor de las declaraciones de su presidente Aitor Elizegi, recién llegado al cargo, no hay prisa ya que estaría dispuesto a alargar las negociaciones a lo largo de todo el mes de enero. En El Alcoraz, así, se abren dos vías, seguir esperando a que el futbolista y su entidad se den la mano o buscar otra alternativa dentro de una demarcación que desde el club se entiende prioritaria reforzar.

La historia entre las tres partes viene de lejos. El portero fue uno de los artífices la temporada pasada del ascenso a Primera División de los altoaragoneses, con los que jugó a préstamo. Al terminar la campaña, éste regresó a Bilbao convirtiéndose en uno de los grandes anhelos de los azulgrana durante el verano, un deseo que no se vería cumplido a pesar de los contactos en parte por la marcha de Kepa Arrizabalaga al Chelsea, que sobre el papel le abría las puertas de la titularidad en San Mamés, y en buena medida por la negativa a prolongar su vinculación con los leones, en la que se mantiene hasta ahora y que le llevó a no contar finalmente para su entonces entrenador Eduardo Berizzo, en una decisión consensuada con la junta directiva, y que se ha mantenido ahora con Gaizka Garitano en el banquillo.

La llegada a la presidencia de Elizegi y de Alkorta a la dirección deportiva parecía haber insuflado oxígeno a la situación, pero en el Athletic no acaba de cuajar la idea de enviar un refuerzo al que hoy por hoy es un contrincante directo por la salvación. Tampoco convence en el entorno rojiblanco, en el que su posible salida ha generado revuelo, el hecho de que se le vaya a dar la opción de rodarse en Primera División a un jugador que podría acabar el 1 de julio en la acera de enfrente toda vez que la Real Sociedad es uno de los clubes que lo tienen puesto en su punto de mira desde hace tiempo.

Natural de Cascante, a sus 23 años Remiro no había dejado de crecer campaña tras campaña hasta el momento actual. Se inició en el fútbol con el Aluvión de su localidad natal. Siendo cadete llegó a la estructura del Athletic y debutó en Tercera División como juvenil con el Baskonia. En la 2014-15 pasó al Bilbao Athletic de Segunda División B con el que también jugó en Segunda División. De cara a la 2016-17 fue cedido al Levante. Con los granotas comenzó como titular, pero acabó perdiendo esta condición y en enero regresó a San Mamés para pasar a formar parte del primer equipo, aunque no llegó a disfrutar de ningún minuto, haciendo en el verano siguiente las maletas rumbo a Huesca.

Con los azulgrana durante el curso pasado se convirtió en una de las sensaciones. Disputó 41 encuentros en los que recibió 38 goles.

Remiro estaba llamado a ser el primer refuerzo de la SD Huesca en el mercado de invierno y destinado a ser el titular dentro de una demarcación que hasta la fecha ha generado más que dudas y por la que ya han pasado tres jugadores, Werner, Jovanovic y Santamaría. De ellos, el primero tiene sus días contados en El Alcoraz para regresar al Atlético de Madrid, entidad a la que pertenece, y tampoco el serbio puede presumir de que su continuidad esté asegurada.

Werner arrancó el curso la vitola de titular, aunque a sabiendas de que el Huesca deseaba incorporar otro guardameta más con Remiro como preferencia. Su regreso se intentó por activa y por pasiva, pero ante las dificultades se acabó optando por otro proyecto de futuro, Jovanovic. El cancerbero se situó bajo los palos por primera vez en la jornada siete ante el Girona y ahí continuó, a excepción de en la Copa, donde el elegido fue Werner, hasta la visita a Mestalla en el último partido del año. Tanto contra el Valencia, como el sábado pasado con el Betis, Roberto Santamaría es el que ha tenido que asumir la responsabilidad. El de Pamplona ha debutado en Primera División a los 33 años ofreciendo buenas sensaciones y todo parece indicar que seguirá siendo de la partida mañana en Butarque frente al Leganés.

Gürler, cedido al Goztepe

Junto al de Álex Remiro, el otro foco de la SD Huesca en el mercado de invierno en las últimas horas estaba puesto en la salida de Serdar Gürler. Y su marcha se oficializó este jueves. El futbolista jugará lo que resta de temporada y la siguiente cedido en el Goztepe SK, club de la Superliga de Turquía, según anunció la entidad altoaragonesa a través de un comunicado. El extremo internacional abandona así la plantilla de la SD Huesca en el mercado de invierno y regresa a la competición de su país en un acuerdo hasta junio de 2020 que incluye una contraprestación económica para el club oscense y una opción de compra para el club turco al final de la cesión.

Gürler llegó el pasado verano a la capital oscense con la expectación creada al ser el jugador más caro de la historia del club, que desembolsó por su pase más de dos millones de euros. Sin embargo, su rendimiento no ha sido el esperado. El futbolista solo ha sido titular en la Liga en cinco ocasiones y no ha marcado ningún gol. En sus últimas actuaciones el rol que le ha reservado Francisco ha sido el de revulsivo en las segundas partes. La última vez que se vistió de corto fue en la visita del Villarreal cuando entró en el campo en el minuto 68.

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