Vadillo pone rumbo al Granada

El extremo andaluz, que termina contrato y no cuenta para Leo Franco, seguirá jugando en Segunda División

Vadillo se lamenta durante un partido de esta temporada en casa.
Vadillo se lamenta durante un partido de esta temporada en casa.
Rafael Gobantes

Álvaro Vadillo, descartado por la Sociedad Deportiva Huesca para Primera División, ha encontrado destino en uno de los clubes punteros de la categoría de plata. El extremo andaluz, de 23 años, jugará en el Granada. El acuerdo es total y solo lo rompería una oferta de superior categoría nacional o del extranjero. No parece probable que Vadillo encuentre acomodo en la Liga después de que un recién ascendido haya prescindido de sus servicios pero sí se trataba todavía de una pieza apetecible en Segunda por la que han pujado otros equipos como el Cádiz.

Vadillo pertenecía al grupo de futbolistas que, con Jair, Alexander, Kilian o Nagore, terminaban contrato y han terminado marchándose del Alcoraz. La única excepción a la regla la encarna el portero Roberto Santamaría, que ha renovado hasta junio de 2019. Fichado hace dos temporadas, su rendimiento entre una y otra ha sido descendente y muy marcado por los problemas físicos, que en el pasado curso le mantuvieron tres meses sin poder subirse a los planes de Rubi. Así, su cotización ha perdido enteros pese a que el objetivo del futbolista nacido en Puerto Real (Cádiz) era el de relanzar su carrera hacia la elite a imagen y semejanza de futbolistas como Fran Mérida o Rubén Castro en un pasado más o menos reciente.

Incorporado en el verano de 2016, partía como gran referente del proyecto que acabó jugando la fase de ascenso a Primera. Sus números, sobre todo los de la segunda vuelta, fueron más que notables. Vadillo intervino en 35 compromisos y marcó siete goles. Formó una pareja de ataque letal con Samu Sáiz y adquirió el rango de jugador franquicia. En ese sentido, el club azulgrana debió realizar un enconado esfuerzo el pasado verano para retenerlo y ahuyentar los cantos de sirena procedentes de otros clubes de la envergadura del Fútbol Club Barcelona, que lo pretendió para su filial.

Así, el andaluz tendría que haber marcado diferencias en un conjunto que afrontaba la reválida tras rozar con los dedos el salto a la elite. Los números globales son pobres: 21 partidos y poco más de mil minutos en estos meses. Ningún gol. Eso sí, seis asistencias. Con Rubi comenzó como titular y su estrella comenzó a declinar en el choque frente al Real Zaragoza disputado en El Alcoraz el 6 de noviembre. Lesionado a los 8 minutos, dejó su puesto a Ferreiro y tras una anecdótica reaparición cinco semanas más tarde ya no regresó a los terrenos de juego hasta marzo de este año.

Asumió entonces un rol secundario en el esfuerzo final por hacerse con una plaza directa de ascenso. Vadillo se convirtió en un revulsivo de lujo, de manera inevitable a la sombra de Chimy, Gallar o Ferreiro, tres de los futbolistas que seguirán en el vestuario. La dirección deportiva persigue refuerzos para las dos bandas del ataque que presenten experiencia en Primera División y unos números que justifiquen el esfuerzo.

Paradójicamente, el andaluz era uno de los integrantes del plantel oscense con más partidos en Primera, categoría en la que debutó con 16 años como el más joven en la historia del Real Betis. Además, fue internacional sub 19 y sub 21 antes de que las lesiones limitasen su progresión.

Pendientes de Melero y Remiro

Mientras el Huesca trata de retener a su capitán, Gonzalo Melero, por el que ha mostrado un especial interés el Getafe, y está a la expectativa del futuro de Álex Remiro una vez que comience la pretemporada del Athletic, en Argentina se habla de otro portero, Esteban Andrada, como posible incorporación azulgrana. De 27 años, milita en el Lanús, ha jugado en las categorías internacionales de la albiceleste y fue convocado por la absoluta una vez.

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