El partido que este lunes jugará el Huesca en Cádiz marca esa umbral dentro del calendario que conduce al desenlace. Por delante quedarán diez jornadas que decidirán el resultado, y los de Rubi no quieren bajarse de la zona de ascenso directo donde siguen instalados, por lo que vencer en terreno andaluz se presenta como clave, y si pueden surgir suspicacias sobre el estado de los azulgranas tras cinco jornadas sin vencer, su entrenador contesta de manera clara: “Si dijera que veo mal al equipo, estaría engañando”. Porque Rubi asegura ver “mucha hambre” en su vestuario. “Nosotros no renunciamos a ninguna plaza. Vamos segundos, pero no decimos que no a ir primeros, que es nuestra ilusión. Por desgracia o no, somos un cuerpo técnico muy optimista, y que traslada realismo pero también optimismo y allí estamos, a peleando al máximo”, aseguraba en su comparecencia previa al desplazamiento a Cádiz.

“Estamos bien, preparados para las batallas finales, porque después de Cádiz vamos a entrar en los famosos diez partidos, donde todo el mundo dice que se decide todo, y es verdad”, añadía el técnico, que, en función del resultado del Carranza, planteaba tres situaciones, pero ninguna excesivamente negativa para los intereses oscenses. “Ganar en Cádiz nos supone minimizar la pérdida de puntos que hemos tenido últimamente y poner esa diferencia de 5 o 6 puntos sobre el tercero. La otra es con un empate, que también nos permitiría afrontar los últimos partidos con un colchón pequeñito, de solo tres puntos, y la última con dos derrotas, en la que diríamos adiós al colchón y tendríamos que ser uno de los mejores equipos de las últimas jornadas”, exponía el técnico.

Lo hacía consciente de la dificultad que entraña su visita de este lunes, aunque admitía a la vez que a estas alturas de la competición no hay enfrentamiento sencillo. “En casa no ha encajado ningún gol en la primera parte,  es el equipo menos goleado de la categoría, pero yo creo que somos dos conjuntos muy igualados, y que tenemos las mismas opciones de ganar que pueden tener ellos”, decía Rubi, que volvía a hacer referencia después al desarrollo que esperaba en el Carranza. “Se espera un partido duro, de muchísima intensidad, de un punto de notarse lo que hay en juego, y con una afición que intentará empujar para bien. Nosotros tenemos ganas de reivindicarnos en un escenario importante. Ver un Huesca que va a intentar crear muchas dificultades al Cádiz, y estamos seguro que lo vamos a hacer”, añadía, esperando que el equipo haya aprendido de los errores de las últimas jornadas.

Ayudará a ello el hecho de que su pizarra recupere jugadores importantes, tras semanas con numerosas bajas. “Si me preguntan si prefiero haber perdido tres o cuatro puntos y aguantar las últimas jornadas con toda la plantilla, pues igual te digo que sí. Esa ha sido nuestra penitencia, partiendo de que tenemos mucha confianza en todos los futbolistas”, explicaba en sala de prensa. No obstante, quería quedarse con las opciones que habían tenido prácticamente todos sus hombres. “Hemos utilizado 18 jugadores de campo diferentes. Es decir, los únicos que no han salido de inicio han sido Luso y Rescaldani. Oportunidades han tenido todos, y eso como entrenador me gusta, poder decirles que han tenido todos oportunidad”, confesaba.

Los regresos, especialmente de hombres como el Cucho o Melero le permitirán dibujar un Huesca más reconocible, aunque Rubi asegura que a excepción de contra el Rayo Vallecano, él ha mantenido siempre un sistema similar. “Lo que pasa que hay partidos, en los que depende de quien juegue, parece que tengas dos delanteros o un hombre de banda y un punta. Hemos utilizado las dos variantes y nos ha ido bien con los dos”, explicaba, añadiendo que “lo importante es que la gente o los jugadores que han dado un plus este año lo tienen que volver a dar, y que los tenemos disponibles. Luego esas variaciones, como los dos puntas o un banda, que si esos jugadores están bien, os puedo decir que importa poco lo que haga el entrenador”.

Pese a esta mala racha, el equipo atesora en esta segunda vuelta un punto más que en la primera, pero Rubi dice no atender a estadísticas de ese tipo. “No lo considero comparable, como tampoco creo que haya mirar a la temporada anterior, ni hace dos. La primera vuelta no es igual que la segunda, no son lo mismo la salida a Sevilla y a Lorca que a otros sitios en los que se juegan mucho”, argumentaba, como también decía hacer oídos sordos a aquellos que sacan al Huesca de las quinielas por el ascenso después de esta mala racha. “Son los mismos que hace dos meses decían que el Huesca estaba en Primera División. La hemeroteca traicionaría a muchos en ese sentido. Pero si quieres que te diga la verdad, lo veo hasta mejor, porque nosotros en las primeras jornadas de liga teníamos un 0,5% en las apuestas para subir, en Navidad teníamos un 12%, hace un mes un 24%. Ahora igual volvemos a tener un cinco. Pero la apuesta que vale es la de que si cuando quedan dos o tres jornadas estás arriba, no lo puedes dejar escapar, y sino, pelearemos la promoción, que hay que conseguirla primero, antes que un ascenso directo”, dijo, para asegurar que está muy tranquilo porque tiene a toda la plantilla “a punto para estas once batallas y vamos a afrontarlas y pelear, como mínimo en puntuación de ascenso directo”.