El único pensamiento en el vestuario del Huesca es, ahora mismo, el partido del domingo frente al Reus. Un rival que según decía este jueves David Ferreiro tras acabar la sesión de entrenamiento, “no marca muchos goles, pero tampoco encaja”, por lo que para el atacante gallego, la clave puede estar en golpear primero. “Tenemos que hacer nuestro partido, no pensar en nuestro rival, y si conseguimos adelantarnos, tenemos mucho ganado”, valoraba. Eso supone romper también con la dinámica que ha seguido el equipo en las últimas jornadas, en las que ha recibido goles muy pronto, lo que se presenta como el principal fallo a corregir para volver a la senda del triunfo. “Los primeros diez o quince minutos nos está costando. Estamos encajando, y después vamos a contracorriente. Debemos defender como un equipo, todos desde arriba”, consideraba el jugador.

Ajustar la intensidad defensiva y sobre todo, mantener la tranquilidad, son para el extremo, las claves para volver a puntuar de tres en tres, apelando a que la posición privilegiada sigue siendo la del Huesca. “Es un orgullo para nosotros llevar tantas semanas como líderes, y no creemos que sea casualidad. Está claro que los rivales van a intentar jugar con eso, con el posible nerviosismo, pero nosotros estamos muy tranquilos, porque sabemos dónde estamos y a dónde podemos llegar”, defendía el gallego, trasladando la presión a sus perseguidores. “Los que tienen que estar nerviosos son ellos, porque están por detrás y su objetivo era el ascenso desde el primer minuto. Nosotros hemos conseguido luchar por ello a base de esfuerzo y entrenamiento durante todo el año. Por eso vamos a intentar aprovechar esta oportunidad y luchar hasta el final”, consideraba Ferreiro en la sala de prensa de El Alcoraz, donde comparecía tras algo más de hora y media de entrenamiento a puerta cerrada.

“El equipo sigue trabajando, corrigiendo errores. Estamos contentos y tranquilos, porque llevamos siete puntos con el tercer clasificado. Pero ganar reforzaría la moral y las ganas de seguir arriba. Ahora todos los partidos son difíciles, porque todos los rivales se juegan algo. Se vio contra el Almería, que nos costó mucho, aunque al final lo teníamos controlado. Por circunstancias solo pudimos sacar un punto, pero eso no impide que vayamos a Reus con toda la ilusión”, añadía el extremo. De la lectura de ese encuentro extraía Ferreiro que los rivales cada vez conocen más al Huesca, pero se quedaba con la actitud del equipo durante muchos minutos. “Hicimos lo difícil, que era remontar el partido. Teníamos el encuentro bastante controlado hasta las desafortunadas jornadas en las que nos quedamos con dos menos. Pero volvimos a ser el Huesca que todos queremos ver”, apelaba al gallego, dibujando clara la fórmula para ello: “Apretar desde el minuto uno, no encajar goles y ser el bloque sólido que nos ha llevado hasta las posiciones en las que estamos”.

Por tanto, no le preocupa las tres jornadas que acumula el conjunto azulgrana sin vencer, considerándolo algo razonable e incluso esperable. “Esto podía pasar. Todos los equipos lo sufren. Es lo normal en esta categoría y sabíamos que podía ocurrir, pero habíamos construido un buen colchón. Esos siete puntos que nos permiten estar contentos y seguir disfrutando de lo que estamos haciendo. Porque estamos peleando con equipos de Primera División: Granada, Rayo, Cádiz, Oviedo... Pueden dar miedo, pero estamos bien, fuertes, no queremos más presión que la del trabajo que nos permita seguir como lo estamos haciendo”, decía.

En el plano personal, la valoración de Ferreiro era positiva. “Estoy bien, muy contento porque el míster me está dando muchos minutos y confianza, que es lo importante. Yo lo doy todo, y quiero participar también con goles, que están cerquita, pero no terminan de llegar. Yo solo quiero ayudar. Si es de inicio bien, y sino desde el banquillo. Poder sumar como se ha hecho durante todo el año y seguir en esta línea, porque estamos haciendo algo bonito para toda la ciudad. Nosotros los sabemos y también estamos muy ilusionados, explicaba el jugador.

Su presencia en el once este domingo se da por segura con las numerosas bajas del conjunto, aunque el jugador restó importancia a las ausencias, haciendo prevalecer el valor del grupo. “Todos los equipos tienen bajas y sanciones. Tenemos que trabajar, porque tenemos una plantilla amplia y sabemos que el que entre lo hará bien. Todos hemos disputado minutos y estamos preparados para jugar cuando toque”. No obstante, admitía que la ausencia de Melero se notará, esperanzado en la posible retirada de su sanción por Apelación este viernes. Aplaudía también la presencia de Chimy, al que sí se le permite jugar. “Es una gran noticia, porque hace un gran trabajo de presión y contagia a todo el equipo con su garra”.

También tuvo unas palabras para la afición, que se desplazará hasta Reus. “Nos están ayudando mucho. El otro día cuando estábamos con diez no paraban de animar y apoyar. Junto tenemos que transmitir nuestra calma a la afición, porque entre todos conseguiremos llegar al objetivo”, concluía Ferreiro.