El nuevo Real Zaragoza pisa el estadio de la Romareda

Debutan Ruiz de Galarreta, Pedro, Cabrera, Rubén y Diogo. No es seguro que juegue Mario. Basha está lesionado y Muñoz llama a Suárez.

El nuevo Real Zaragoza pisa el estadio de la Romareda
El nuevo Real Zaragoza pisa el estadio de la Romareda
A. Navarro

El fútbol vuelve a la Romareda esta noche y reaparece como una luz ilusionante y tranquilizadora después de cuatro meses de zozobras. Es un amistoso, el partido de presentación del equipo, el tradicional Trofeo Ciudad de Zaragoza-Memorial Carlos Lapetra, todavía con la plantilla en precario... Pero todo esto da igual, es secundario, cuando se observa que no hace ni 25 días se llegó a temer porque la pelota no volviera a correr jamás por la hierba del estadio con el histórico equipo blanquiazul como protagonista.


Este es el verdadero valor del duelo de hoy entre el Real Zaragoza y el Villarreal. El viejo club aragonés, el que se convirtió en bandera y emblema de la tierra en 1932, respira y está de nuevo en disposición de intentar reconducir el errático camino al que lo abocó el nefasto agapitismo desde 2006. Nada más y nada menos.


Es más un día simbólico y de sensaciones que un partido útil y clásico de final de pretemporada. La causa es palmaria: el equipo sigue estando en mantillas a causa del enorme retraso que acumula su planificación como consecuencia de los líos societarios que se solucionaron in extremis con la llegada a la propiedad de la Fundación Zaragoza 2032. Será más llamativo dar un repaso a la renovación del palco de autoridades que analizar las hechuras del equipo ante el Villarreal. Hoy, supondrá un impulso moral más natural darse cuenta de que empieza una nueva era, con vitola de seriedad y responsabilidad desde los puestos de mando, que hacer una evaluación consistente de lo que el bloque provisional y experimental que sigue manejando Víctor Muñoz a estas alturas de verano pueda dar de sí.


Christian Lapetra se estrenará como presidente zaragocista en la butaca de honor en el partido que honra la memoria de su padre, Carlos, el futbolista más grande que dio Aragón. Todo una alegoría, nada más adecuado para dar el pistoletazo de salida a lo que se desea que signifique la reconducción de la arruinada SAD, a medio plazo, hacia el puesto natural que le corresponde al Real Zaragoza en el fútbol español. Fernando Sainz de Varanda Alierta, a su lado, trasladará de nuevo a la tribuna el espíritu de su abuelo Cesáreo, quien sacó al club de una crisis económica, también de duras vivencias, en los años cincuenta y lo elevó al cielo de los títulos, promoviendo la construcción de este entrañable estadio que sigue siendo el templo de los zaragocistas a la espera de tiempos mejores. Es el reencuentro del fútbol, a modo de entremés previo a la competición, en el que se va a rasgar el pasado y va a comenzar a escribirse el futuro.El equipo, aún a mitad de hacer

Abajo, en la hierba, solo se podrán apreciar algunas de las mutaciones que la plantilla ha de sufrir hasta cuajar un equipo totalmente renovado. No ha dado tiempo a más, pese a las jornadas vertiginosas que Martín González, el nuevo director deportivo, está llevando a cabo en la búsqueda de los refuerzos que den consistencia a un bloque que resultará irreconocible dentro de 20 días respecto del que acabó la anterior campaña en junio.


Con los minutos que Víctor Muñoz decida en cada caso, podrán mostrarse por primera vez a la afición el centrocampista Ruiz de Galarreta, el mediapunta Pedro y los defensas Rubén y Cabrera, además del retorno sorprendente de Carlos Diogo. Sin embargo, de los recién llegados, se echará en falta al lesionado Basha y es probable que Mario aún no sea alineado. Aunque el central canario llegó el jueves a Zaragoza y se entrena con normalidad cada día, su presentación oficial no se hará hasta mañana lunes, cuando se remate toda la documentación contractual.


Muñoz tiene apañada la zaga, pero le faltan piezas en la medular, en la portería y, sobre todo, en los flancos ofensivos. Entre 7 y 9 jugadores habrán de venir todavía hasta el día 31. Por eso, piezas como Paglialunga, Barkero o Porcar, que abandonarán el equipo en breve, hoy estarán aún en el campo. Incluso Adán Pérez y Alcolea, canteranos de los que se quiere prescindir momentáneamente; o chicos del filial y juveniles de los que han protagonizado una pretemporada inaudita. Esta vez, Muñoz sí ha decidido rescatar a Diego Suárez del equipo B para que refuerce la desierta vanguardia.


Enfrente, el potente Villarreal de los viejos conocidos Marcelino García Toral, Cani o Dorado, al que hay que agradecer su disposición por venir a ayudar gratis para que este torneo pudiera ser un hecho.