El vestuario del Real Zaragoza se aferra al milagro

Los jugadores siguen hablando de ganar los tres partidos para intentar entrar en la promoción, que está a cinco puntos.

Los jugadores del Real Zaragoza, durante un entrenamiento
Los jugadores se agarran al milagro

Con el Real Zaragoza a cinco puntos de la promoción a falta de tres partidos, nadie confía ya en la posibilidad de que el equipo se reenganche a la zona alta. Nadie, salvo los propios jugadores, que todavía creen -o eso dicen- que no está todo perdido. A lo largo de la semana, todos y cada uno de los miembros de la plantilla que han hablado en público han defendido el mismo argumento: ganando los tres partidos, aún se puede aspirar a entrar en las eliminatorias por el ascenso; perdiéndolos, todavía se puede caer al descenso.


"Matemáticamente podemos optar a todo por abajo o por arriba, por eso lo más practico es salir a ganar. Somos el Real Zaragoza y tenemos la obligación de salir a ganar en todos los sitios. Ahora estamos en tierra de nadie y estamos a expensas de lo que suceda en otros campos", aseguraba este jueves César Arzo, quien cree que cualquier opción de mirar hacia arriba pasa por este domingo: "Nuestro cuento de la lechera pasa por ganar en Murcia. El golpe será cuando veamos que no lo podemos alcanzar".


También Álvaro, el miércoles, defendía la idea de que es difícil, pero todavía posible. "Estamos a cinco de abajo y a cinco de arriba. Quedan nueve puntos por jugar, así que si ganamos todos tendremos opciones de ascender y si perdemos todos, de descender. Lo que tenemos que hacer es ganar este fin de semana para dejar zanjado lo de abajo y tener opciones de entrar en la fase de ascenso", aseguraba el central.


Leo Franco, el lunes, tampoco daba nada por perdido. Ni por ganado. "No estoy tranquilo por lo de abajo pero, al mismo tiempo, tampoco pierdo la esperanza de poder mirar hacia arriba", reconocía el portero y capitán del Real Zaragoza. Ni siquiera Roger, justo después del duro golpe que supuso ceder el empate ante el Sabadell tras ir ganando 2-0, renunciaba a la posibilidad de remontar el vuelo: "No queda otra que seguir trabajando e intentar ganar los tres partidos que quedan. Matemáticamente no hay nada decidido y hay que seguir luchando a tope".