Después de apuntalar la delantera con las llegadas de Bienvenu y Rodri, el Real Zaragoza había dejado pendientes parte de sus deberes para el último tramo del mercado invernal. Manolo Jiménez quería al menos un mediocentro para cerrar la plantilla, pero las graves lesiones de Javi Álamo y Franco Zuculini -se perderán lo que falta de temporada- obligan al club aragonés a realizar un esfuerzo mayor del previsto durante las últimas horas del plazo de fichajes.

El Real Zaragoza de Agapito Iglesias, acostumbrado a acuerdos de última hora e incorporaciones casi a la desesperada, se mueve bien en la tensión del final del mercado. Sin embargo, la situación en la que se queda el equipo tras confirmarse la rotura de ligamentos de ambos jugadores no solo fuerzan a los dirigentes blanquillos a fichar bueno, bonito y barato, sino además, rápido.

Por si fuera poco, el fichaje más factible, el del argentino Cirigliano, se ha complicado en las últimas horas después de que el centrocampista haya manifestado que no desea jugar en España. Por motivos personales, el jugador prefiere la liga italiana, a pesar de que el Real Zaragoza ya había acercado posturas con River, que aceptaba una cesión hasta el 30 de junio con opción de compra.

Casi descartada la contratación de Cirigliano, el club aragonés busca alternativas para reforzar el centro del campo, mermado por los contratiempos y por la ausencia de Romaric, concentrado con su selección en la Copa de África. El fichaje de un mediocentro es la prioridad, sobre todo después de confirmarse la llegada de Adriá Carmona, un jugador zurdo que puede desenvolverse tanto en la media punta como en la banda izquierda. 

Tampoco sería descabellada la llegada de otro defensa -tras el fichaje de Fernández- que refuerce la línea defensiva, en la que las bajas y sanciones han obligado al técnico andaluz a improvisar alineaciones en más de una ocasión, pero en las oficinas del Real Zaragoza tienen claro que la prioridad más inmediata es la del centro del campo.

Bajas federativas, la última opción

Si el club aragonés no es capaz de hacer los deberes en las escasas horas que restan para el final del mercado de invierno, otra opción es la de tramitar las bajas federativas por lesiones de larga duración de Zuculini y Álamo. Esta maniobra daría al Real Zaragoza un mes más de plazo para realizar incorporaciones, aunque, eso sí, limitadas al mercado nacional, Primera o Segunda División.