Real Zaragoza

Del parón a la cuenta nueva

Dos semanas de parón… y cuenta nueva. Manolo Jiménez ha trabajado durante dos semanas por fin con buena parte del material del que dispone para afrontar la temporada –le han faltado lo internacionales y los ‘tocados’- y ha podido dar forma al espíritu de su equipo.


El despegue liguero ha servido para apuntar: la suma de tres puntos en Barcelona y el aprendizaje de que un pequeño error –también cada acierto- se paga con el partido. Que es una forma simple -sencillísima- de explicar lo que ha pasado en los dos duelos de La Romareda.


El trabajo va a dar fruto. Porque el Real Zaragoza dispone de columna vertebral solvente y el empeño del entrenador ha sido adaptar las piezas en el puzzle. A ello une labores específicas, como la que desveló Álvaro González: contrarrestar el juego aéreo, un débito clásico de la formación blanquillo, una herencia que ya se había puesto de relieve la temporada pasada; cuestión en la que se empeña con paciente dedicación el entrenador sevillano.


La solidez defensiva garantiza un salto para un equipo que necesariamente va a ganar en creatividad con la llegada de Apoño y que ha de aprovechar el estado de forma que ha demostrado Hélder Postiga. El ariete portugués regresa a Zaragoza con el ánimo fortalecido tras sus actuaciones con Portugal, con dos goles en sus citas con Luxemburgo y Azerbaiyán. Jiménez podrá echar mano también de los recién llegados Sapunaru y Babovic, e incluso Movilla, si fuera necesario


Es el ambiente con el que el Real Zaragoza afronta su retorno a la competición. El domingo, a las 19.50, en Anoeta. Con respeto, pero sin complejos. Toca volver a conjugar el verbo ganar.