El nuevo proyecto de Manolo Jiménez en el Real Zaragoza comenzará a rodar al final de la semana con el viaje a Navaleno para la primera concentración de la pretemporada. El de Arahal es el capitán de un barco que se salvó del naufragio y consiguió llegar a la orilla la temporada pasada.

Sin embargo, el timón comandado por Apoño y Micael la temporada pasada se ha quedado huérfano con Adam Pinter como único jugador capaz de jugar en esa posición -en su variante más defensiva-. Zuculini y Dujmovic tampoco continúan en el club blanquillo lo que hace que urja la llegada de refuerzos, como en muchas otras posiciones.

El húngaro se ganó la confianza de Jiménez siendo el comodín en el mediocentro y en la defensa. Sin embargo, Pinter carece de la visión de juego y el carisma que Apoño insufló desde su llegada.

Las negociaciones con el malagueño siguen paradas y Zuculini, a pesar de que es del gusto del entrenador, y Micael siguen deshojando la margarita de su futuro. Mientras tanto, a cuatro días del primer entrenamiento del Real Zaragoza, el conjunto de Jiménez siguen sin el timonel que guíe al equipo dentro del campo.

La opción de Márquez se marchó rumbo a Mallorca mientras que Montañes sigue siendo el preferido para cubrir la zona más adelantada del centro del campo.

Un proyecto con una hoja de ruta marcada, pero sin director que maneje los hilos en el campo.