Penúltimo desplazamiento de la temporada. El Real Zaragoza viaja hasta Mallorca para seguir trazando su épica remontada hacia la salvación. Heroica epopeya que requiere de un nuevo triunfo a domicilio, conquistando en esta ocasión el mismo escenario en el que se consumó el último descenso zaragocista. Tintes de drama para un choque en el solo vale ganar.

El hacer los deberes a última hora, al límite y sin espacio para corregir los errores, no permite el uso de excusas varias en caso de debacle. No obstante, cabe remarcar las numerosas ausencias que los aragoneses sufren para afrontar el encuentro. Falta de gente importante que, por una razón u otra, no pueden estar sobre el verde del Estadio Iberostar. Álvarez, Micael, Pintér, Obradovic y Aranda no han viajado con el resto del equipo. Los dos primeros por sanción, los otros tres debido a molestias físicas. Por ello, los jugadores del filial Kevin, que podría actuar como lateral derecho, Ortí, delantero suplente, y Joel, que probablemente se quede sin vestir, completan la expedición.

Evidentemente, las bajas condicionaran notablemente el once inicial que alinee Manolo Jiménez. Guardado en el más estricto secreto, el técnico solo ha querido insinuar que podría haber alguna variación en el esquema. Por ello, los cambios a realizar obedecerán al que se espera un choque trabado, disputado por dos conjuntos que han encontrado en la destrucción del sistema rival su principal sustento futbolístico. Algo comprensible lanzando un vistazo a los banquillos, espacio en el que discípulo, Jiménez, y mentor, Caparrós, se volverán a encontrar para, en esta ocasión, batirse por un sitio en Primera División.

Duelo por la salvación

Si la motivación del Real Zaragoza ante el duelo es máxima, los baleares lo viven con similar mentalidad. Así lo demuestran los precios estipulados en las entradas, que los abonados mallorquinistas pueden adquirir por un coste que varía entre los 3 y los 5 euros. Medidas para fomentar el ambiente en un campo cuyas pistas de atletismo restan intensidad al apoyo de su afición. De ganar, el Mallorca se aseguraría matemáticamente la permanencia por una temporada más. Objetivo que quiere zanjar lo antes posible tras haber coqueteado con el descenso en el tramo inicial de la temporada, sufrir la dimisión de su primer entrenador, Laudrup, y finalmente encontrar el camino de la mano de Joaquín Caparrós.

En el capítulo de altas y bajas, el técnico utrerano posee buenas noticias desde la enfermería. Tras una semana convulsa, en la que parecía que no iba a poder contar con varios futbolistas importantes, finalmente solo tendrá que suplir las ausencias de Kevin, Álvaro y Nunes. Chico, Martí, Bigas y Tissone, que estuvieron entre algodones, se han recuperado a tiempo y podrán participar en el choque si así lo estima su entrenador.

Luis García y el ejemplo

El encuentro, además, supondrá el reencuentro de Luis García con el club en el que militó hace siete temporadas. Aquel curso, los mallorquinistas protagonizaron una de las remontadas más célebres del fútbol español, recortando al Levante nueve puntos en las últimas seis jornadas. Espejo en el que quiere mirarse el Real Zaragoza, convencido de que, como grita insistentemente su afición, “sí se puede”.

Posibles alineaciones

RCD Mallorca: Aouate, Cendrós, Crespí, Ramis, Cáceres, Tissone, Pina, Nsue, Pereira, Castro y Víctor

Real Zaragoza: Roberto, Lanzaro, Da Silva o Kevin, Paredes, Abraham, Dujmovic, Zuculini, Apoño, Luis García, Lafita y Postiga