Frenar al Barcelona y aprovechar las ocasiones que se dispongan. La receta para intentar ganar al conjunto culé resulta tan sencilla como nutritiva. A pesar de la notable diferencia que existe entre catalanes y zaragocistas, los de Manolo Jiménez han borrado la palabra imposible de su diccionario y afrontan el choque ante el vigente campeón de Liga con la determinación de conseguir algún punto que le ayude en su remontada.

Tal y como va siendo habitual, el Real Zaragoza no podrá volver a repetir la alineación que jugó en Gijón. Mateos, Apoño y Luis García serán baja por sanción. Ausencias de notable importancia, especialmente en los dos primeros casos. Tanto el defensa como el centrocampista se han asentado durante los últimos encuentros como piezas fundamentales en el equipo, papeles que deberán ser asumidos por otros compañeros.

Sin duda, la zona más sensible es la zaga. Buena parte de la reacción zaragocista reside en una mayor seguridad en la retaguardia. Algo que, en parte, se ha logrado a partir de la alineación de la hasta hace poco inédita pareja Mateos-Paredes. Para suplir al madrileño, el entrenador blanquillo probó este miércoles a Da Silva y Lanzaro. El italiano, recién salido de una lesión, presenta la duda de su estado físico. El paraguayo, por su parte, fue apartado por Jiménez debido a su notable bajón debido a la acumulación de partidos. Carencia de la que se podría haber recuperado tras unas jornadas de descanso.

Con el guaraní en el teórico sistema defensivo, el entrenador del Real Zaragoza dio un paso más en su búsqueda de soluciones para frenar la poderosa ofensiva barcelonista. El de Arahal ordenó a Lafita representar el papel de Messi y Da Silva ejecutó una defensa al hombre encaminada a frenar al argentino. Una fórmula que, sin embargo, no repitió con Lanzaro en el equipo. Los laterales, en todo momento, fueron para Abraham por la izquierda y Álvarez por la derecha. Seguramente, las opciones definitivas.

Trivote defensivo

Claro que la defensa no solo se reduce a la línea de atrás. Por delante, el único que parece fijo es Adam Pintér. El húngaro se ha ganado la plena confianza del técnico gracias a su rigor táctico y a la solidez que aporta a la zona amplia. Sin embargo, Dujmovic, que estaba actuando junto a él en las últimas fechas, podría no repetir en esta ocasión. En su lugar, Zuculini aportaría un mayor despliegue físico. Cualidad válida para intentar entorpecer a la sala de máquinas azulgrana, una de las más reputadas de todo el mundo. Micael, en el teórico lugar de Apoño, cerraría la transición defensa-ataque.

Mantener la portería a cero será, sin duda, el auténtico reto ante el conjunto de Pep Guardiola. En Liga, el último equipo que consiguió resistir todas las embestidas azulgranas fue el Villarreal. Una hazaña que fue lograda el ya lejano 28 de enero. Desde entonces, solo el Milán, en el partido de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones, consiguió algo similar. Aquel empate a cero en San Siro es el único lunar en la trayectoria reciente de un conjunto que ha conseguido ganar 11 de sus últimos 12 partidos.