Víctor Fernández y Manolo González: las vueltas que da la vida
Víctor Fernández y Manolo González se estrenarán este domingo (18.30) en los banquillos del Real Zaragoza y el RCD Espanyol. Nadie imaginaba hace un mes que esto pudiese ocurrir. Bueno, Víctor quizá sí. Después de todo, conoce demasiado este club. No necesita estar dentro para palpar las sensaciones. Huele el peligro. La amenaza que sobrevolaba sobre Julio Velázquez desde la sonada derrota frente al Cartagena, y que acabó devorando al técnico castellano tras los siguientes malos resultados encajados.
La llamada del Real Zaragoza no pilló de imprevisto a Víctor, que ya se había ofrecido en noviembre y seguía con las orejas tiesas. Alerta. Viviendo feliz y tranquilo -con su mujer y el perro, como dijo en la emotiva rueda de prensa de presentación- pero sin olvidarse del equipo y un posible regreso, en circunstancias alejadas de las que motivaron su salida hace ya tres años y medio, en agosto de 2020.
La pandemia, aquel inexplicable desplome, lo dejó vacío. Pensando -como también reconoció este pasado lunes- que el ascenso frustrado lo había aniquilado como entrenador; pero la vida da muchas vueltas y la suya estará eternamente ligada al Real Zaragoza.
Otras veces fue Víctor Fernández quien recurrió al club. Ahora es el club –sus dirigentes– el que ha recurrido a Víctor. A la persona que debe devolver el ánimo a los aficionados y, sobre todo, al equipo. Desde ya. Porque el próximo curso empieza por el presente. Por ganarle a un Espanyol que se presentará en el municipal como tercer clasificado, como uno de los conjuntos con más recursos dentro y fuera del terreno de juego, pero con las dudas que se han llevado a Luis Miguel Ramis por delante.
Ramis, sí. El apellido que siempre se vincula a Juan Carlos Cordero, que también sonó por aquí en plena crisis de Fran Escribá, y acaba de ser sustituido en el cuadro perico por Manolo González. Sube desde el filial y tiene pasado en el Badalona, el Peña Deportiva de Ibiza y el CD Ebro, con el que, casualidades de la vida, llegó a actuar como local en La Romareda, en aquella eliminatoria de Copa del Rey contra el Valencia.
El domingo por la tarde vendrá como visitante. En un contexto singular. De expectación. De emociones. De desafío entre dos entrenadores tan distintos como necesitados. Porque ambos se juegan más que tres puntos. Se juegan caer de pie en su estreno. Y eso, aun valorando sus trayectorias, aun considerando que el uno va y el otro ya vuelve, es más importante de lo que parece...
