fútbol

Adiós a Andreas Brehme, un genio a pie cambiado

Muere a los 63 años uno de los futbolistas con mejor currículo en la historia del Zaragoza. Jugó 31 partidos y marcó cuatro goles en el curso 92-93. Se marchó por indisciplina

Fotos de Andreas Brehme, exjugador del Real Zaragoza.
Andreas Brehme, exjugador del Real Zaragoza.
Heraldo

Este martes falleció a los 63 años víctima de un infarto Andreas Brehme, uno de los mejores futbolistas que ha defendido la camiseta del equipo aragonés. Y un tipo diferente. Totalmente diferente: cuando jugaba en el Real Zaragoza, se seguía cortando el pelo en Múnich... Su rubia cabellera brilló en dos finales de mundiales. En la primera, la de México 86, los focos apuntaron a Maradona (3-2), aunque en esa fecha tan señalada no marcara el genio argentino. Cuatro años después, Brehme le dio el triunfo a Alemania frente a Argentina al transformar un penalti más que discutible a cinco minutos del final (1-0). Marcó, curiosamente, a pie cambiado: Brehme teóricamente era zurdo, pero le pegaba tan bien también con la derecha que el disparo más trascendental de su vida lo ejecutó con la diestra. Lanzó con potencia y colocación al palo derecho de Sergio Goicoechea. Golazo y título. Y ante un arquero especialista en atajar penales: Goicoechea había clasificado a Argentina para la final tras haber eliminado a Italia en semifinales deteniendo dos penas máximas a, ahí es nada, Roberto Donadoni y Aldo Serena.

El dato del pelo viene al pelo para definir la singularidad de uno de los jugadores con mejor currículo en la historia del Real Zaragoza. Fue el primer campeón del mundo en defender el escudo del equipo del león. Después llegarían los brasileños Cafú y Edmilson. También lo fueron, pero tras haber militado en el club aragonés, los argentinos Marcelo Trobbiani y Jorge Valdano, y los españoles Gerard Piqué y David Villa.

Lo fichó Zalba en el verano olímpico del 92. Le convenció hablando incluso con la mujer de Brehme, Pilar Tardío, con familia en Utebo e hija de emigrantes en Alemania. Después de haberlo ganado todo con el Bayern de Múnich de Udo Lattek, con Jean Marie Pfaff en la portería, Augenthaler atrás, Rummenigge arriba y Matthaus en todas las partes, se atrevió a jugar en Italia cuando Italia era Italia. Se incorporó al Inter de Milán de Trapattoni, en una aventura en la que le acompañaron los germanos Matthaus y Klismann. Y de allí, del glamur de Múnich y Milán, a Zaragoza.

El alemán jugó 31 partidos y marcó cuatro goles con el Zaragoza. Brehme llegó a un equipo que caminaba hacia la Recopa. Víctor Fernández ya había reunido a casi todos los futbolistas que conquistarían París en 1995. Nayim llegó al final de ese curso, aunque no coincidió con Brehme. Después vendrían Cáceres y Esnáider. Y Belsué, que ya estaba, pero tuvo que esperar a que se lesionara Esteban y Solana pasara la izquierda para demostrar que era el mejor lateral derecho de España. Equipo con gusto por la pelota y en clara progresión. Fue sexto en la liga que el Real Madrid tiró en Tenerife. Una semana después, perdimos la Copa del Rey contra el Madrid... y contra Urío.

Andreas Brehme ya no jugó esa final de Copa porque se desvinculó del Real Zaragoza tras negarse a jugar en el banda izquierda en el partido del 12 de abril frente al Tenerife. El Zaragoza se ahorró los 70 millones de pesetas que tenía firmados para el siguiente curso, pero perdió un gran jugador. Por cierto, Nayim llegó apenas dos semanas después, debutó el 30 de mayo con el Zaragoza frente al Valencia (2-1) y tampoco pudo disputar la final copera que nos birló Urío Velázquez en Mestalla el 26 de junio ante el Madrid (2-0).

Para ese tiempo, para el verano del 93, Brehme ya había regresado a Alemania y así estar más cerca de su peluquería. Firmó por el Kaiserslatern, club que lo dio a conocer en la Bundestiga en 1981 y entidad en la que se retiró del fútbol con 37 años en 1998. Había pasado mucho tiempo. En ese Kaiserslautern de los 80 había coincidido con el decatleta Hans Peter Briegel, un zurdo en este caso zurdo, no como Brehme, un zurdo y derecho. Con la derecha marcó el gol más importante de su carrera. A pie cambiado, como luego transcurrió la vida de este jugador de bandera. Al Zaragoza le perdonó 70 kilos que le habrían venido de perlas después para evitar que le hubieran embargado la casa. Hasta el gran Frank Beckenbauer, seleccionador alemán en Italia 90, lanzó un SOS por Brehme. "Tenemos la responsabilidad de ayudar a Andreas Brehme. El hizo mucho por el fútbol alemán, le dio un título mundial. Ahora es el turno del fútbol alemán de hacer algo por él", dijo el Káiser. El título mundial logrado a pie cambiado...

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