REAL ZARAGOZA

No. El gol de Aketxe no entró por la escuadra de la portería de Poussin

El golpe franco directo que supuso el 2-3 y la derrota del Real Zaragoza el sábado ante el Eibar a falta de solo 4 minutos para el 90 superó al portero más de un metro hacia dentro del poste derecho.

Momento exacto en el que el balón entra en la portería del Real Zaragoza en el 2-3, tras el golpeo lejano de Aketxe y el intento en vano de Poussin por parar la pelota.
Momento exacto en el que el balón entra en la portería del Real Zaragoza en el 2-3, tras el golpeo lejano de Aketxe y el intento en vano de Poussin por parar la pelota.
José Miguel Marco

¿Entró el gol de Aketxe por la escuadra de la portería que defendía Poussin, el portero del Real Zaragoza el pasado sábado? ¿Fue un golazo imparable del pateador vasco o se trató simplemente de un potente disparo, clásico en ese futbolista desde hace años, que era parable de haber estado más acertado el guardameta zaragocista?

El debate está abierto desde el mismo momento en el que el mediapunta del Eibar anotó el 2-3 que volteaba el marcador del todo el pasado sábado por la noche en La Romareda y otorgaba el triunfo a los guipuzcoanos en el minuto 86, después de que el Real Zaragoza se hubiera ido al descanso con una ventaja de 2-0 que no supo sujetar. 

Los hay que opinan que el golpeo de Aketxe no tenía remedio para el portero francés, que era una falta perfecta e infalible, tanto en potencia como en colocación. Otros, por el contrario, desde el primer impacto visual en las mismas gradas del estadio, afirman que existe un porcentaje elevado de error en la maniobra del cancerbero zaragocista, que podía haberlo detenido de haber estado más rápido, más perspicaz y más ilustrado respecto del autor del lanzamiento de la falta por parte del Eibar.

La imagen que acompaña esta pieza, excelente instantánea de José Miguel Marco captada sobre el mismo césped de La Romareda, pone luz en buena medida a las múltiples disquisiciones abiertas. Han pasado más de 24 horas desde la bofetada sonora que recibió el zaragocismo con el 2-3 obrado por el Eibar en un segundo tiempo catastrófico de los futbolistas que dirige Fran Escribá y, seguramente, muchos seguidores agradecerán ver esta fotografía, tan rotunda como cristalina. 

No. El balón no entró por la escuadra de la portería que defendía Gaetan Poussin desde 16 minutos antes, tras haber tenido que sustituir al, de nuevo, lesionado Cristian Álvarez. La pelota rebasó la línea de gol y se convirtió en el tercer gol eibarrés justo por debajo del larguero y a más de un metro de distancia del palo derecho del portal zaragocista. Poussin llegó ligeramente tarde a la posición. Y extendió el brazo con esas centésimas de retardo que, en este tipo de faltas y remates secos y potentes, suele ser vital para salvar un gol o letal para no poder/saber salvarlo. Esto último se aprecia, naturalmente, mucho mejor si el análisis se ejecuta a través del vídeo. Pero, el lugar por donde se coló el balón en la red lo deja rubricado bajo notario esta fotografía de Heraldo de Aragón

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