real zaragoza

Real Zaragoza-Racing: más premio que empuje

El equipo de Escribá vuelve a ser efectivo, con un gol en dos lanzamientos a puerta, pero no pasa del empate por su escaso fútbol. Faltó clarividencia en la medular y determinación en los metros finales.

PARTIDO DE LIGA REAL ZARAGOZA - RACING DE SANTANDER / LA ROMAREDA / 15/09/2023 / FOTO : OLIVER DUCH[[[FOTOGRAFOS]]]
PARTIDO DE LIGA REAL ZARAGOZA - RACING DE SANTANDER / LA ROMAREDA / 15/09/2023 / FOTO : OLIVER DUCH[[[FOTOGRAFOS]]]
Toni Galán

Hasta este viernes, al Real Zaragoza no le habían hecho falta los goles de sus delanteros. Los hombres de segunda línea (Maikel Mesa, Francho…), los defensores (Jair y Francés) e incluso los rivales (Piña y Alcalá se marcaron en propia puerta) acercaron el pleno de victorias sin necesidad de que los atacantes marcaran las diferencias; pero en el duelo de anoche ante el Racing de Santander sí se extrañó la aportación de la vanguardia.

Fundamentalmente, la de un Sinan Bakis que sigue sin estrenar su cuenta y este viernes, como ocurriera en la visita a Cartagena, acusó cierta ansiedad en los metros finales. Tanto en la definición, marrando varias ocasiones claras, como en la toma de decisiones.

El fútbol del otomano va más allá de sus números. Tiene capacidad para jugar de espaldas y descargar hacia sus compañeros, pero ayer, en muchas fases, frenó las progresiones del equipo por no adaptarse a las necesidades del encuentro.

Unas necesidades que, dicho sea de paso, tampoco se correspondieron con el planteamiento de Escribá. Con la apuesta inicial de juntar al propio Bakis con Maikel Mesa ante un rival que ahogó la salida de balón zaragocista y se sintió cómodo en su campo, ante la escasa movilidad de estos dos referidos atacantes.

Durante la primera mitad, Germán Valera fue el único recurso ofensivo del Zaragoza. Solo él aportó verticalidad a los avances lentos, previsibles, que apenas intimidaron a un Racing con las ideas claras en la presión -un uno para uno que borró a Aguado- y futbolistas de calidad para salir tras robo, como se vio en la combinación que entre Íñigo Vicente y Grenier que acabó en el 0-1.

Falló Santiago Mouriño en la salida y el Zaragoza se vio, por primera vez en la temporada, por debajo en el marcador. Escenario nuevo e inesperado que los aragoneses superaron gracias a un nuevo alarde eficacia -un disparo y un gol en 45 minutos- pero que en la segunda parte no pudieron culminar con el triunfo.

La salida de Azón le hizo ganar metros al Zaragoza. El cuadro blanquillo se plantaba en campo contrario con mucho menos esfuerzo, pero el canterano, único delantero centro que ha visto puerta esta temporada, tampoco fue capaz de hacer buena alguna de sus llegadas al área.

El choque finalizó con solo dos disparos entre los tres palos de los aragoneses. Un registro que, aunque en anteriores compromisos había bastado para ganar, ayer descubrió ciertas carencias futbolísticas. Y no solo de los hombres de arriba, como el señalado Bakis o un Vallejo alejado de su versión incisiva, sino también de los encargados de abastecerles de balones.

A los atacantes les faltó determinación y versatilidad -la que después sí pusieron Mollejo e Iván Azón- y a los centrocampistas clarividencia para dominar a un Racing agazapado, esperando la oportunidad de rascar un empate que les supo a gloria.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión