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Víctor Muñoz: "Alberto Zapater tiene que estar muy orgulloso"

Víctor Muñoz, el entrenador que le dio plaza en el primer equipo, efectúa un retrato de Alberto Zapater desde sus orígenes como futbolista del Real Zaragoza.

Víctor Muñoz, durante un entrenamiento del Real Zaragoza
Víctor Muñoz, durante un entrenamiento del Real Zaragoza
A. Alcorta

En el verano de 2004, el entrenador aragonés Víctor Muñoz (Zaragoza, 1957) tomó una decisición clave en el Zaragoza contemporáneo: el juvenil Alberto Zapater ascendía de un salto al primer equipo para hacer la pretemporada.

¿Recuerda la primera vez que vio jugar al fútbol a Zapater?Jugando un partido, no. Nunca lo había visto antes de ponerlo a entrenar con el primer equipo. Yo hablé con los entrenadores del juvenil y del filial para que me sugirieran algunos futbolistas con proyección de cara a la pretemporada y completar el grupo. Y fue en esos días cuando fui descubriendo a Alberto.

¿Qué detectó en él?Un chico que tenía unos valores y unas capacidades muy interesantes. Así que no tardó en debutar en partido oficial en aquella final de la Supercopa contra el Valencia. Vi un jugador que podía ayudarnos y jugar muchos partidos con el Real Zaragoza.

¿Y entre esos valores y capacidades, cuáles le impresionaron más?Él, pese a su juventud, era capaz de rendir en los ejercicios de entrenamiento al mismo nivel que gente mucho más experta y veterana. No desentonaba para nada entre todos ellos. Vi que tenía ya el nivel suficiente. No es cuestión de que destacara más en un aspecto u otro del juego. Era más bien un todo. Pero sí que era un futbolista aplicado, con una técnica interesante y un golpeo muy bueno.

El salto de Zapater fue muy importante: del juvenil a un equipo campeón de títulos. ¿Tan convencido estuvo Víctor Muñoz de que ahí había un futbolista profesional?Sí, conforme lo fui viendo y entrenando, más claro tuve aún que el Zaragoza necesitaba tener un centrocampista como Zapater y que era un jugador para muchos años.

¿Hasta qué punto se vio representado en esa figura de futbolista aragonés, centrocampista, zaragocista y joven que usted ya había encarnado tiempo antes?Mi caso es verdad que fue muy parecido. Yo a los 18 años salté del Boscos al Zaragoza, y en año y medio estaba debutando con el primer equipo. Gracias al trabajo de los entrenadores de la casa y de la confianza de Lucien Muller pude hacerlo. Siempre estuvo presente esa comparación.

¿Qué hay más allá del Zapater futbolista?Zapater, por su carácter, siempre ha estado a disposición de todo y de todos. Se ha hecho querer y respetar. Siempre ha estado abierto a ayudar a su club y a la gente de su club. Ha sido, en este sentido, un gran compañero, pero, sobre todo, un ejemplo de ser zaragocista y ser deportista.

¿Cree que ha sido principalmente su zaragocismo lo que ha estirado su carrera?Él tenía ese sueño de ayudar todo lo posible a ascender a Primera. No se ha conseguido, desafortunadamente. Sabiendo lo terco que es, estoy convencido que le hubiera gustado más que ninguna otra cosa conseguirlo y por eso hubiera querido seguir. Al final, por cuestiones técnicas y de confección de plantilla, no puede ser así. Los responsables del club han considerado que no debe estar Es una decisión muy respetable.

¿Cree que podía seguir alguna otra temporada más?Yo no tengo suficientes datos y elementos de juicio para responder a eso. Yo lo he visto jugar esta temporada. Pero aquí no cuenta lo que has hecho este año, sino lo que puedes hacer el próximo. Zapater puede aportar experiencia y conocimiento. Cosas te va a dar. Pero hay una planificación que tiene otros objetivos y tiene sus razones. Ahora hay que darle las gracias a Alberto y entender que este tipo de decisiones son normales en el fútbol y en otros aspectos de la vida.

¿Cómo cree que vivirá su despedida de La Romareda?El reconocimiento es muy merecido. Zapater ha conseguido lo que muchos desean. Jugar en el equipo de su vida, vestir sus colores. Ha cumplido el sueño de muchos chicos de la casa. Ha podido jugar en el Real Zaragoza. Y lo ha hecho al principio y al final de su carrera, si es que toma finalmente la decisión de no seguir jugando. Zapater lo ha conseguido. Eso es muy bonito. Y tiene que estar orgulloso y feliz de lo que ha hecho en su carrera por el Real Zaragoza.

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