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Gueye: la voluntad no basta
Dos meses y medio después, Pape Gueye volvió a ser titular en el RealZaragoza. La implicación del africano no disimuló sus carencias ni las de un equipo incapaz ofensivamente
Con la voluntad no basta. La élite del fútbol exige unos mínimos que Pape Gueye sigue sin cumplir. Dos meses y medio después, Fran Escribá le brindó este domingo la oportunidad –probablemente la última– de ser titular, y el jugador africano respondió con lo mismo de siempre: una implicación que no disimula sus carencias ni, mucho menos, el error cometido con su fichaje.
Su regreso a la titularidad fue lo que más lo acercó al gol. Después, víctima de la insuficiencia ofensiva del equipo y de sus propias limitaciones, vivió lejos del área o de la pelota; lejos del peligro que se le requiere a cualquier delantero centro.
Gueye no dispuso de ninguna ocasión clara. Ni siquiera durante una primera parte en la que el Real Zaragoza encontró múltiples espacios por los costados del Albacete, pero, una vez más, adoleció de falta de clarividencia en los metros finales.
Escribá quiso explotar la profundidad de Carlos Nieto y Fran Gámez, pero las internadas de los laterales se perdieron entre la indecisión, entre combinaciones flemáticas con Vada y Bermejo o centros laterales que no encontraron destinatario, en este caso a Gueye.
El senegalés fijó a los centrales, tanto en juego lanzado como en las acciones de estrategia, pero no llegó a protagonizar ni un solo disparo a portería; ni un solo arranque de ese goleador que se supone que un día fue.
Cierto es que el escenario no fue ideal, que Pape Gueye fue a caer este domingo en el Real Zaragoza más plano de los últimos encuentros, pero eso no debe obviar su incapacidad hacia el desmarque, su torpeza para generarse espacios y posiciones cómodas de remate.
Su partido hay que valorarlo por lo hecho durante ese primer tramo en el que el equipo, volcado hacia las bandas (especialmente a la derecha), tuvo más presencia en campo contrario. Luego, en la segunda mitad, el Zaragoza fue otro y Gueye, debido al cansancio, también.
En el Ramadán
A la evidente falta de ritmo del jugador, que no aparecía en el once inicial desde el 14 de enero, en el Estadio la Cerámica de Villarreal, hay que sumar que se encuentra haciendo el Ramadán. Como musulmán, Pape Gueye cumple con el rito sagrado; con un periodo de reflexión y ayuno que sirve como metáfora de su contribución sobre el campo, sobre una Romareda que este domingo aguantó sin silbarle hasta que fue sustituido en el minuto 79.
