La última entrevista de Violeta: "Dimos mucho por el Zaragoza, pero el Zaragoza nos dio todo"

Hace mes y medio, con motivo del 90º aniversario del Real Zaragoza, HERALDO reunió a Violeta y Aguado, los dos jugadores de la historia del club con más partidos. 

José Luis Violeta y Xavi Aguado dialogan en la plaza de España de Zaragoza.
José Luis Violeta y Xavi Aguado dialogan en la plaza de España de Zaragoza hace un mes y medio.
José Miguel Marco

Hace un mes y medio, con motivo del 90º aniversario del Real Zaragoza, HERALDO reunió a José Luis Violeta con Xavi Aguado para un conversación entre mitos. Una charla en la que el León de Torrero pronunció su amor al club aragonés por última vez de forma pública. 

Nadie ha jugado tantos partidos como ellos en el Real Zaragoza. Algunos (pocos…) han defendido con tanto ardor el escudo del león. Violeta y Aguado, Aguado y Violeta. Los dos, 473 partidos por barba, referencias eternas del club aragonés. Igual que Iríbar en el Athletic de Bilbao (614 partidos), o Messi en el Barça (778), o Raúl en el Real Madrid (741), o Górriz en la Real Sociedad (599)… Todo eso representan José Luis Violeta Lajusticia y Xavier Aguado Companys, historia viva del Real Zaragoza.

Dialogan con la devoción con que un padre le hablaría un hijo, con el respeto y cariño con que un hijo escucharía a su padre. Hablan de casi todo Violeta y Aguado. Caminan por Independencia hacia la plaza de España, allí donde se celebraban los triunfos de antaño del club que representa el sentimiento mayoritario de los aragoneses, de la entidad que sigue estando en el top 10 de la Primera División, de nuestro Real Zaragoza. Los dos arrancan con un deseo. «Antes de que me lleven definitivamente a mi barrio (Torrero es el barrio del León de Torrero, además de camposanto zaragozano), quiero ver al Zaragoza en Primera», disparó al corazón Violeta. Aguado replicó con la misma contundencia: «Pues yo quiero que cuando me muera, me incineren y esparzan las cenizas en La Romareda». Oído esto, el periodista tragó saliva y decidió que lo mejor era callarse. El diálogo entre los dos mitos zaragocistas, desde luego, prometía.

(Violeta). Yo fui futbolista por casualidad.

(Aguado). José Luis, por casualidad no se juegan 473 partidos en un club como el Real Zaragoza…

(V.). Quiero decir que perfectamente pude no haber llegado. Desde los 14 a los 18 años no jugué al fútbol.

(A.) Qué me dices…

(V.). En serio, Xavi. Trabajaba en Ciclos García, en la calle de Don Jaime. Tenía una bici y me gustaba el ciclismo. Pero enfermé. Comencé a jugar a fútbol en el River y vino Paco Cubero para ficharme para los juveniles del Zaragoza. Y aquí me quedé para siempre, salvo una breve cesión en el Calvo Sotelo de Puertollano.

(A.). Mi historia también es curiosa. Comencé jugando al baloncesto en Badalona, en la Penya. Era compañero de Tomás Jofresa. Luego me pasé al fútbol. Me fichó el Sabadell y me tocó hacer la mili en Zaragoza. Vine cedido. Recuerdo que estaba en la Base Aérea y vinieron a hacerme el reconocimiento médico a la base el doctor Villanueva y José Antonio Iniesta, un mando de la base que era directivo del Real Zaragoza en los tiempos de Zalba.

(V.). Tuve la suerte de quedarme definitivamente en un equipo sensacional, como eran Los Magníficos. Solo entrenar con ese equipo era increíble, una gozada. Imagínate jugar… Se ofrecían todos, había una calidad enorme en todos los puestos. Qué decir de la delantera, con auténticos monstruos del fútbol. Pero también había futbolistas buenos en todos los puestos. Ganamos los primeros títulos en la historia del club, el Zaragoza era el equipo de moda del fútbol español en los años 60. También hicimos cosas importantes en Europa. Recuerdo el día del Leeds. Sinceramente, pienso que si el Real Zaragoza hubiera sido la base de la selección española que acudió al Mundial de Inglaterra 1966, hubiéramos hecho algo gordo.

(A.). ¿Eran mejores Los Magníficos o Los Zaraguayos?

(V.). Qué pregunta, Xavi…

(A.). En serio, ¿quiénes eran mejores?

(V.). Éramos diferentes. Los Magníficos tenían mucha calidad, pero Los Zaraguayos también eran muy competitivos. Manolo González (tercer futbolista con más partidos jugados en el Real Zaragoza, con 382 presencias) y yo jugamos en los dos equipos. Por un lado, Marcelino, Santos, Villa, Canario, Lapetra, Reija… Qué decir, jugadores de locura. Pero en Los Zaraguayos estaba Nino Arrúa, Lobo Diarte, Javier Planas, García Castany… Otro equipo impresionante en todos los sentidos, con una capacidad competitiva extraordinaria. Sinceramente, a Los Zaraguayos solo nos faltó un título. Porque ese equipo mereció un título. Yo no pude jugar la final de Copa contra el Atlético de Madrid.

(A.). Yo me sentí muy arropado desde que llegué a Zaragoza. La afición, la gente del club, todo el mundo. Ya debuté en la primera jornada en Atocha. Recuerdo que se lesionaron Fraile y Juliá. Maneiro apostó por Pablo Alfaro y por mí como centrales. Hice muy buenas migas con Pablo. Fue un año muy duro. Cesaron a Ildo Maneiro y subieron a Víctor Fernández. Entonces, cuando llegó Víctor, ya era jugador del Real Zaragoza. Había venido cedido del Sabadell, pero el presidente Zalba ejerció rápidamente la opción de compra.

(V.). Qué listo, Zalba… Recuerdo cuando me dijo que el Real Madrid de Bernabéu me quería fichar. Yo le dije que si le hacía falta al Zaragoza, me quedaba en el Zaragoza. Y en el Zaragoza me quedé para hacer otro gran equipo, Los Zaraguayos.

(A.). Decía que mi primer año en Zaragoza fue durísimo. Llegó Víctor Fernández, me llamó y me dijo que tenía plena confianza en mí. Salvamos la temporada como pudimos, consiguiendo la permanencia en la promoción con el Real Murcia. La victoria en La Romareda (5-2) es, sin ninguna duda, mi triunfo más importante con la camiseta del Real Zaragoza.

(V.) Pero con el Zaragoza ganaste también la Copa del Rey y la Recopa.

(A.) Sí, pero nada de eso hubiera ocurrido si no nos hubiéramos salvado. El equipo ganó después la Copa del Rey y luego la Recopa, jugamos muy bien al fútbol, con jugadores de enorme calidad, como Esnáider, Nayim, Poyet y muchos de ese gran equipo. El Negro Cáceres también fue muy importante. Me ayudó a mejorar muchísimo. Tenía una salida de balón magnífica.

(V.). Yo también jugué durante mucho tiempo con un central sensacional, como Manolo González. Comencé jugando en el centro del campo, pero acabé atrás con Manolo. Me llamó la selección española. Allí me llevaba muy bien con Iríbar, una persona magnífica, además de un portero formidable. Con Iríbar, no veías portería, solo veías portero. Recuerdo que esperaba siempre, que se tiraba solo como último recurso. Buenísimo.

(A.). Además de los jugadores de la Recopa, yo creo que con el mejor jugador que he jugado es con Savo Milosevic, que era una barbaridad de delantero. Como rivales, Ronaldo jugando al espacio, y Romario.

(V.). ¿Y Stoichkov?

(A.). Muy bueno también, pero me creaba menos problemas. Además, teníamos el mismo representante, Minguella. Recuerdo cuando me quería fichar Paco Roig para el Valencia… Pero siempre decidí quedarme en el Real Zaragoza.

(V.). Yo también me siento muy orgulloso de haber jugado siempre en el Real Zaragoza, incluso cuando me llamó el Madrid de Bernabéu. Ahora, los tiempos han cambiado mucho y los jugadores van de aquí para allá.

(A.). Es cierto. Yo tampoco me arrepiento de haberme quedado. También formé una familia en Zaragoza. Mi hijo Marc juega ahora en el Andorra de Primera RFEF, cedido por el Zaragoza. Todos deseamos que regrese la temporada próxima. También es zaragocista como yo.

(V.). Y como yo…

(A.) Todos queremos mucho al Zaragoza, José Luis. Dimos mucho por el Zaragoza, pero el Zaragoza nos ha dado todo.

(V.). Desde luego. Y volvería a hacer todo lo que hice. Yo nací para jugar en el Real Zaragoza. Y estoy absolutamente seguro de que lo volveré a ver jugar en Primera División.

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