El Real Zaragoza repite errores en la Copa y cae ante el Sevilla de Primera por 0-2

El Real Zaragoza repite errores en la Copa y cae ante el Sevilla de Primera por 0-2

Se acabó la andadura copera por este año. El Real Zaragoza no estuvo a la altura de un Sevilla mermado pero que, aun así, fue superior en la mayor parte del partido de los dieciseisavos de final. Un gol en cada tiempo, para dar forma al 0-2 final, solo fue rebatido durante un rato por los de Juan Ignacio Martínez ‘Jim’, en el inicio del segundo tiempo. Un tramo que sacó a la luz un día más las carencias, miserias y problemas de hondo calado que están horadando día a día la leve carrocería del equipo blanquillo en la liga de Segunda, su verdadero reto.

Fue un duelo de Copa, con formato de ese torneo del KO, pero respecto del Real Zaragoza perfectamente asimilable a su costumbre última en el torneo liguero de plata. A saber: un inicio efervescente de los de Jim, con 20 minutos de iniciativa con el balón pero llena de insustancialidad en los terrenos de verdad; un bajonazo repentino al ver que no eran capaces de hacer cosquillas a un mega Sevilla que puso seis titulares de inicio (Koundé, Diego Carlos -este por lesión en el calentamiento de Rekik-, Augustinsson, Rakitic, Papu Gómez y Ocampos), un regalo defensivo grueso -grosero dicen algunos- de Chavarría y un gol del cotizadísimo central Koundé en el que fue único chut a puerta de los sevillistas antes del descanso. ¿Les suena el guion? Es clavado a los partidos contra cualquier rival de Segunda, Amorebieta, Mirandés, Fuenlabrada, Ponferradina, el filial de la Real o el sursum corda.

Todo esto bajo el manto táctico de cinco defensas, tres centarles, un 5-3-2 idéntico al que Jim propuso por primera vez, sin ningún éxito, el otro día en Miranda de Ebro. Insiste el alicantino por ver si sus muchachos se acostumbran a esta fórmula, tal vez la elegida para tratar de subir un escalón en el escaso nivel de prestaciones de un equipo plano y romo en las funciones básicas del fútbol: nula visión de gol, blandura en la retaguardia con severas penalizaciones y espesura constante en la elaboración de fútbol en la medular. O sea, tres pecados gravísimos en esta disciplina futbolística. Y no sirve de excusa que enfrente estuviera el Sevilla, segundo en la liga de Primera tras el líder Real Madrid. Los de Lopetegui vinieron a Zaragoza con la ley del mínimo esfuerzo. Sabiéndose ganadores a poco que tuvieran un día normal, por más que faltasen piezas sonoras como Navas, Fernando, Lamela, Suso, En Nesiry, Munir, Delaney o el exblanquillo Bono.

Una acción reseñable en ataque dejó el pobre Zaragoza en toda la primera parte, un remate de volea de Sainz en el área tras un saque de banda que peinó Zapater. El balón se le fue alto, en el minuto 7, cuando aún se soñaba con ver algo distinto. No hubo nada más que escarceos del apagado Narváez y algún balón colgado que nadie remató jamás ante el poderío sevillano. El equipo visitante tampoco dejó una imagen brillante, ni mucho menos. Fue un Sevilla comodón, de manejo de pelota sencillo, a la espera de que el higo se cayera de la higuera por sí solo. Y así sucedió. A la media hora de juego, en medio del aburrimiento, un centro al área aragonesa, lo despejó de cabeza Chavarría demostrando

una vez más que sus fundamentos defensivos dejan mucho que desear. Fue una asistencia perfecta a Koundé, un zaguero que se va al ataque permanentemente y que aprovechó el ‘pase’ del lateral blanquillo para fusilar desde la frontal a Ratón. Los de Primera, los buenos, no fallan eso.

Solo Rakitic, en una pifia garrafal de Lluís López en el 39, con caída cómica incluida, probó suerte por segunda vez en los sevillistas. El balcánico echó el balón muy alto y se esfumó la ocasión. El intermedio fue un alivio para los espectadores, pues la calidad del juego no levantó emociones jamás. En las filas zaragocistas, los centrales Lluís López, Jair y Clemente mostraron algún rozamiento en el mecanismo defensivo. Los laterales, el joven Ángel López -nervioso- y Chavarría, no dieron ninguna profundidad a lo que requiere el libreto del 5-3-2. En la media, Petrovic tan escaso como habitualmente. Zapater, con poca participación. Y Adrián González, con detalles de que puede ser más titular de lo que lo es de normal. Arriba, Sainz y Narváez, un dúo sin pólvora.

En el descanso, Lopetegui, muy gesticulante con los suyos, dejó fuera al filial Romero, una isla como delantero centro, y metió metralla con Mir. No le gustó al vasco lo que vio. Jim dejó todo tal cual. De entrada, el Zaragoza volvió a salir con gas nuevo, tras la charla crítica de la caseta. Zapater inició una sobresaliente jugada por la izquierda, regate incluido, y su centro en el minuto 49 lo erró de cabeza Petrovic en el área pequeña. Ahí pudo llegar el 1-1, pero siguió vigente la ceguera de este equipo ante los marcos contrarios. El público, con ganas de disfrutar, aunque sea con cuestiones menores, se vino arriba y el partido se calentó en un par de roces entre jugadores, con Narváez siempre en la salsa.

En el 56, una internada de Sainz aumentó la presión zaragocista jaleada desde las tribunas. Su disparo raso en el área dio en Diego Carlos y se fue al lateral de la red, córner a dos palmos del gol. Este tramo del choque era otra cosa. Más digerible que todo el primer periodo. Al menos había rasmia, algo de vida. Qué menos se puede pedir a un local. Lopetegui reaccionó insertando a otro titular, Jordán, en la línea media sevillista y Jim replicó cambiando el sistema al 4-4-2, introduciendo en el campo a Álvaro Giménez y Bermejo y retirando a Jair y Adrián, que se fue con gesto muy torcido.

A los pocos segundos de esos cambios de pizarra, en el 62, Giménez erró el posible empate delante del portero Dmitrovic. Le pasó el balón Bermejo -eran los dos nuevos- y en vez de disparar, trató de controlar y perdió la posesión de una pelota de gol. Eran ya tres oportunidades claras de marcar del Real Zaragoza que, como es hábito, se habían ido al limbo. Tremenda la incapacidad ofensiva final de los de Jim. Y para que nada cambie en las rutinas, el rival, en este caso un Sevilla de altos vuelos, en la primera vez en la que tuvo un balón franco en su delantera, logró el 0-2 y la puntilla para este Zaragoza etéreo.

Fue en el minuto 69, tras una salida desde atrás de Petrovic en la que el balón le sobrepasó por lentitud. Ocampos asistió al hueco a Mir, pitado desde su salida por su pasado oscense, que encaró solo a Ratón y lo supero por raso. El gesto hacia el público, que venía cantado, le sobró al ariete. Los males zaragocistas, los de cada día, seguían repitiéndose como las letanías y los rezos de un rosario. Infalibles. Siempre iguales. Inquebrantables. Solo que aquí, los misterios (no gozosos) no son misterios. Son certezas. Jim puso en danza al joven Puche, quizá pensando a futuro pues Azón no estuvo en la citación a la vez que se anunciaba por el club otro caso de covid, lo mismo que pasó hace 72 horas con Francés e Igbekeme. El fútbol de la pandemia. También a

Francho y al singular Yanis. Movimientos para dar forma al acta. Sin más. Como los últimos de Lopetegui, metiendo a un joven con el 43 a la espalda.

El partido feneció con una metáfora, quizá una moraleja. Puche lanzó un centro-chut que Álvaro Giménez remató alto, solo bajo los palos. Imposible fallar ese gol… menos para el actual Real Zaragoza. Así se dijo adiós a la Copa un año más, de este serial en Segunda donde esta competición es un estorbo, un imposible para el ramplón Zaragoza. El 0-2 quedó bien al final, pues Mir, por dos veces (una tras una pifia de órdago de Ratón), y Ocampos tuvieron más goles en su revólver en el último cuarto de hora, lo que hubiese dado forma a una goleada dolorosa. Ahora, los cinco sentidos a la liga, donde de no mediar una reacción inmediata en Ponferrada este domingo, vienen curvas.

Ficha técnica

Real Zaragoza: Ratón; Ángel López, Lluís López, Jair (Álvaro Giménez, 61), Clemente, Chavarría; Petrovic (Francho, 75), Zapater, Adrián González (Bermejo, 61); Sainz (Puche, 75) y Narváez (Yanis, 79).

Sevilla FC: Dmitrovic; Montiel, Koundé, Diego Carlos, Augustinsson (Acuña, 65); Gudelj (Óliver Torres, 65), Rakitic; Papu Gómez, Óscar Rodríguez (Jordán, 60), Ocampos (Quintana, 82); e Iván Romero (Mir, 46).

Árbitro: Pizarro Gómez (Comité Madrileño). Amonestó a Diego Carlos (51), Narváez (51), Gudelj (59) y Petrovic (72).

Goles: 0-1, min. 30: Koundé. 0-2, min. 69: Mir.

Incidencias: Tarde muy fría en Zaragoza, con 6 grados pese al día soleado al inicio del choque (18.00), que fueron dos menos menos al anochecer. El césped de La Romareda presentó un buen estado. Asistieron a las gradas alrededor de 18.000 espectadores.

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Partido Real Zaragoza-Sevilla, en directo
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