fútbol

El Real Zaragoza se pone serio

Análisis de las claves del triunfo del Real Zaragoza contra el Sporting en La Romareda. 

Las imágenes del partido Real Zaragoza - Sporting de Gijón
Las imágenes del partido Real Zaragoza - Sporting de Gijón
Guillermo Mestre

1. Jim cortocircuita al Sporting

Juan Ignacio Martínez reformó el equipo un día más en una semana de esfuerzos acumulados y sacudió el once con seis cambios: Gámez, Nieto, James, Petrovic, Borja Sainz y Álvaro. Esta vez, como principal novedad, Nano Mesa -muy intenso y decidido- permaneció más fijado y abierto en la banda izquierda. También Borja Sainz dio más anchura en el costado derecho. Alicatado por un 4-1-4-1, el plan del Real Zaragoza se centró en desactivarle al Sporting las conexiones entre Pedro Díaz y Fran Villalba, el centro neurológico del conjunto asturiano. Para ello, instaló en defensa un bloque medio, dejando hacer a los centrales del Sporting, con una presión pasiva de Álvaro Giménez, y con Francho Serrano y James Igbekeme concentrados en anular a los centrocampistas visitantes. La idea cuajó y desabasteció de juego al 4-4-2 del Sporting, con Fran Villaba aislado, Djuka anulado y el fútbol asturiano hábilmente condicionado por el Zaragoza hacia las bandas.

2. Robar y correr

El primer efecto del posicionamiento del Real Zaragoza fue la altura de sus robos. Sin necesidad de una presión adelantada, la energía y vitalidad de Francho, James, Nano y Borja Sainz permitió al equipo aragonés anticiparse muy arriba, recuperar siempre con el Sporting abierto y lanzar sus ataques muy cerca del área rival y con verticalidad. Francho y James eran el arco y Nano y Borja Sainz las flechas. El Zaragoza animaba al Sporting a salir, como un fingido cómplice, pero lo torturaba y le emboscaba en el lugar que quería. Tras varios avisos, el Zaragoza se adelantó con un gol con esas formas: robo de Borja Sainz, carrera, desequilibrio y remate. Todo con la misma firma, la de un jugador que afiló al Zaragoza, mucho más profundo y frenético que en días precedentes.

Real Zaragoza vs Sporting - Football tactics and formations

3. La gestión de la ventaja

El Zaragoza se sintió cómodo: atacó mejor porque robó mejor. La calidad de la recuperación fue la clave principal de sus ofensivas. A ello contribuyó la ubicación de James y Francho, dos volantes interiores complementarios, posicionados en las zonas donde su fútbol se inflama de verdad. Perfectamente escalonados, ambos escoltaron a Petrovic ofreciéndole líneas de pase y soluciones, dañando la espalda y los costados de Gragera y Pedro Díaz, el doble pivote del Sporting, constantemente en inferioridad. Con el resultado favorable, el Zaragoza reafirmó su confianza, reforzada y liberada de tensiones: la pelota circuló precisa, rápida, fluida y coherente. La mochila que se quitó el equipo ganando en Burgos era más pesada de lo que parecía.

4. El emperador Francés

Aunque muchas veces se olvida, el talento en el fútbol no solo florece cuando se tiene la pelota en los pies Alejandro Francés posee talento con ella -ahí está la colosal asistencia a Nano Mesa para marcar el segundo y decirle al Sporting que no tenía mucho que hacer en ese partido-, pero, sobre todo, lo posee sin ella. Es un talento defensivo extraordinario y solo los centros cruzado -muy de vez en cuando- le impiden una perfección a la que se va acercado día tras día. Su exhibición y despliegue de atributos defensivos sobrecogió: ganó 8 duelos de 9 y registró 6 despejes, 1 intercepción, y 2 disparos bloqueados. A Djuka, uno de los mejores delanteros de la categoría, muy activo y móvil en su naturaleza, le comió la moral. Es imbatible cuando defiende de cara. Se anticipa, mete los pies rápido, intuye, corta, es veloz, concentrado, competitivo, agresivo y tiene una madera de líder propia de un central de altos vuelos. Cuando el Zaragoza, con 2-0, le entregó la pelota al Sporting, se apoyó en la inteligencia de Francés y en la imponente presencia de Jair para dominar su área y protegerla.

5. Un Zaragoza serio, fuerte y formal

David Gallego no reactivó al Sporting -equipo que apenas rotó y al que se le notó la semana de tres partidos- con Nacho Méndez ni Berto, mientras Jim relevó a los amonestados Petrovic y Nano Mesa por Bermejo y Eguaras. Con el navarro en el campo, el Zaragoza buscó la seguridad y el control. Su victoria no peligró, tuvo el partido bien sujeto, excepto en una breve fase en la que el guión introdujo unas líneas que no le interesaban, con una inconveniente ida y vuelta en la que tenía mucho que perder y nada que ganar. Pero el Zaragoza acabó controlando la situación, cerrando así un partido serio, de nivel, jugado con autoridad y solvencia, de brillos justos, pero oportunos, dando a su juego lo que necesitaba en cada momento. La impresión que deja el equipo es que su musculatura competitiva sigue intacta, ahora respaldada por las victorias. Es, y será, un hueso duro de roer: si mantiene su prestación defensiva actual, subirá como la espuma en la tabla.

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