SEGUNDA DIVISIÓN
Otro 1-1 insuficiente del Real Zaragoza, que debió ganar en Lugo pero volvió a fallar goles claros
Jim revolucionó el once inicial en busca de revulsivos pero los males del equipo se repitieron y las virtudes no emergieron como se esperaba.
El Real Zaragoza se abona al 1-1 y lo consumó por tercera jornada consecutiva, esta vez en Lugo, con un partido del mismo corte y confección que todos los demás de la liga. Juan Ignacio Martínez ‘Jim’ revolucionó el once inicial, con Nieto, Sainz, Azón, dejando de nuevo a Francés como lateral… sin utilizar a Narváez, Álvaro Giménez, Chavarría y Gámez, pero no obtuvo respuesta adecuada ni diferente. El equipo sigue fallando innumerables ocasiones claras ante los porteros rivales y encaja siempre el primer gol del partido en cuanto los adversarios pisan el área con algo de intención. Todo sigue igual, en definitiva.
La primera parte respondió a pies juntillas a lo sabido hasta ahora de este espumoso Zaragoza que amaga y no da, que a veces es tan bonito como inerte. En el minuto 1, en la primera jugada, Nano ya había fallado un gol hecho, solo ante el portero Vieites. Aquello de ‘no quieres taza, pues toma taza y media’. Fue un recordatorio inmediato de los duendes que tienen a los zaragocistas ciegos ante las porterías rivales. Y en el 12, de nuevo Nano, en una buena galopada individual desde la banda, se metió solo hasta el palo derecho del marco local y, ni disparó, ni supo dar el pase atrás a Azón para empujarla. Otro caso para darse de cabezazos con la pared. Y en el 17, Zapater, solo al borde del área pequeña, cabeceó en carrera, a placer, un centro de Nieto en una contra. Se cantó gol incluso desde las butacas de la afición lucense. El balón se le marchó fuera al ejeano por centímetros. Alucinante. Otra dosis de impotencia anotadora.
Y el guión prosiguió según lo conocido. En la primera clara que generase un aturullado Lugo en los primeros 20 minutos, que fueron de dominio aragonés por completo, iba a llegar el primer gol del partido. Y así fue. Después de un amago en el 24 del lateral Campabadal, con un centro-chut que tocó Cristian Álvarez arriba del todo para evitar problemas, en el primer disparo entre palos de los rojiblancos Chris Ramos marcó el 1-0, en el 27. Fue la primera vez que Gerard Valentín, reconvertido en extremo derecho y mejor jugador gallego, pudo en el encare con Nieto. Su centro templado lo cabeceó Ramos a placer, como un gigante ante la blandura por alto de los centrales blanquillos, en especial Lluís López. Ya estaba el partido cuesta arriba. Otra vez a remar contra corriente. No aprenden los de Jim.
El detalle más positivo de la primera parte fue que el empate llegó enseguida, pues en el 30 Azón, siempre Azón, provocó un penalti claro, por patada-zancadilla de Ros en un control de espaldas en el área. Sainz, que estrenaba titularidad, se encargó de transformarlo en el minuto 31 con suavidad, después de engañar a Vieites con la cintura. Con el 1-1 se reiniciaba el duelo, pero con la sensación zaragocista de haber desperdiciado clarísimas opciones para tenerlo resuelto. Lo suyo era un 1-3 o 1-4 para entonces. Y, de nuevo, como en Fuenlabrada, solo de pena máxima supo anotar una diana.
De ahí al descanso el Lugo creció. Valentín le hizo dos desbordes tremendos a Nieto, en uno de los cuales casi se repitió la acción del gol, pero Chris Ramos remató con el pie alto a quemarropa en el 40. Antes, Barreiro, había probado los reflejos de Cristian Álvarez con un chut raso potente desde el punto de penalti, que el argentino detuvo en dos veces, bien. El Zaragoza sufrió porque en el cuerpo a cuerpo era de inferior pesaje y envergadura, siempre perdía los duelos, muy blandito. Antes del pitido de García Verdura para el intermedio, Sainz remató mal una dejada de Zapater en el 42 y Nieto, en una falta, cabeceó cruzado fuera, por un metro. Como siempre, el Anxo Carro dejaba la sensación de que faltaban muchas cosas por ver en la segunda parte.
La revolución de Jim no hizo efectos visibles. Sainz estuvo apagado por su banda, mal ayudado por Francés, que no es un lateral al uso en ataque. Azón, peleó sin remate. Nieto, al final, fue superado por Valentín, su misión principal esta noche. Así que en el inicio del segundo tiempo entraron Gámez por Nieto, para jugar por el lado zurdo, y Narváez por Azón, como ariete puro.
El juego fue más alborotado por parte de los dos equipos tras la reanudación. El Lugo achuchó por arriba, con Jair y Francés erigiéndose en colosos de cabeza varias veces (en esto, se mejoró). El Zaragoza, como también suele ser habitual, bajó sus prestaciones en ataque. Ya no pisó el área de Vieites con asiduidad, durante largos ratos, nada. Manejó el balón muy lejos del peligro. Vada relevó a un nervioso Nano a falta de 25 minutos, el canario acaba todos los días con las pulsaciones a doscientos… y sin gol. Ni unos ni otros había hecho una sola ocasión clara para marcar en el minuto 20 de la segunda parte. Dato claro.
En el minuto 68, el Real Zaragoza despertó con una doble ocasión. Sainz dejó un centro raso cerrado a placer para que Francho la empujara, pero el canterano no entró al balón a tiempo, dudó. Y en la continuación, Eguaras, solo en la corona del área, lanzó fuerte con la derecha, fuera rozando el palo derecho a media altura. Ahí debió estar el 1-2. O poco después. Porque Narváez remató solo en el segundo palo un centro de Gámez, tras un buen control, y Vieites sacó con el pie en parada de balonmano en el 70. Y un minuto más tarde, Vada, solo pisando ya el área, voleó con todo a favor alto por centímetros. Regresaba la pesadilla de la impotencia… de la falta de calidad y poso para golear a los rivales. Por ocasiones, el partido era de nuevo de 1-5, sin exagerar. El Zaragoza espabiló y echó atrás del todo al Lugo a través de los cambios de Jim, pero volvió a ser penalizado por su nula destreza en el arte del estoque futbolístico, el gol.
Por los pelos, se salvó el Real Zaragoza de su mal fario de nuevo, pues el Lugo marcó un gol en el 77… que fue anulado por fuera de juego a Barreiro. Menos mal. Por alto, se la habían merendado de nuevo los zagueros blanquillos. Álvaro Giménez solo asomó en los últimos cinco minutos, por si sonaba la flauta en un partido ya con dos equipos muy deshilachados. Los últimos ataques aragoneses fueron desperdiciados de origen, con un errático Bermejo que, desde el banquillo, tampoco es capaz de aportar nada. El 1-1 fue el marcador final. Tercero seguido para los zaragocistas. Escaso botín. A paso de rey, como en el ajedrez, no se llega lejos jamás. No logra salir del vagón de cola el equipo de Jim pese a que sigue con sus ‘sensaciones’ en todo lo alto. Y ya empieza octubre...
Ficha Técnica
CD Lugo: Vieites; Campabadal, Alende, Ros, Lebedenko (Canella, 80); Gerard Valentín (Carrillo, 87), Xavi Torres (Ricard, 80), Señé, Chris Ramos (Cuéllar, 87); Hugo Rama (Seoane, 54); y Barreiro.
Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Francés, Lluís López, Jair, Nieto (Gámez, 46); Eguaras, Francho (Álvaro Giménez, 85), Zapater; Nano (Vada, 64), Sainz (Bermejo, 79); y Azón (Narváez, 46).
Árbitro: García Verdura (Comité Catalán). Amonestó a Nano (63) y Xavi Torres (69).
Goles: 1-0, min. 27: Chris Ramos. 1-1, min. 31: Sainz, de penalti.
Incidencias: Noche fresca en la ciudad lucense, con 17 grados tras un día muy nublado y húmedo. Llovió en la última media hora. El césped del Anxo Carro presentó un aspecto aceptable y la iluminación, mejorada respecto de años precedentes. En las gradas, asistieron al partido 2.100 espectadores.
