Nuevo revés en La Romareda. El empate sumado ayer ante el Cartagena, equipo recién ascendido a la Segunda División, parece un botín exiguo, insuficiente, para las aspiraciones del Real Zaragoza en el curso actual. El equipo sigue marcado por los rigores de la clasificación, a tres puntos de la zona del descenso, cuando sólo restan 10 jornadas para que finalice el campeonato y cuando le aguarda, además, un calendario de máxima exigencia en el tramo decisivo de la temporada. "Ahora mismo sólo pienso en el partido del lunes ante el Fuenlabrada, en recuperarnos, en poner el equipo más competitivo posible", advirtió Juan Ignacio Martínez, entrenador del cuadro aragonés, una vez acabado el duelo contra el Cartagena. "Sin embargo –añadió el técnico–, somos el Real Zaragoza y no le vamos a tener miedo a ningún rival".

Resultado al margen, Jim valoró positivamente "el grandísimo esfuerzo" realizado por sus jugadores, recordando que salen al campo "muy tensionados, con un estrés competitivo importante", lo que supone un lastre de envergadura para poder desplegar su verdadero potencial. Además, el preparador del Real Zaragoza también recordó que "siempre hay un rival enfrente", y que la actuación del Cartagena "tiene su mérito" porque acudió a La Romareda "con la intención de hacer su partido" y acabó sumando un valioso punto en rodeo ajeno.

"Nosotros hemos tenido ocasiones para marcar, al menos dos muy claras. Sin embargo, nos ha faltado la eficacia de otros partidos", se lamentó el técnico del Real Zaragoza, quien admitió que el Cartagena "también tuvo opciones" para haber batido a Cristian Álvarez y haberse adjudicado el triunfo.

Jim también se refirió a la oportunidad fallada por Bermejo, la tercera que desaprovecha el centrocampista, en una situación muy ventajosa, en los tres últimos partidos. "Esas ocasiones son como hallar agua en el desierto. Esperamos poder acertar en los próximos encuentros", explicó el entrenador del cuadro zaragozano.